❝𝒫𝓇𝑜𝓁𝑜𝑔𝑜❞

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[Hace miles de años, existieron dos diferentes razas en el planeta. 

Los monstruos y los humanos.

Una pelea causo que los seres humanos encarcelaran en los subsuelos a aquellos seres, obligándoles a vivir en un encarcelamiento subterráneo por el resto de su vida. Tanto fue su dolor que rezaban a cualquier dios que existiese en el mundo con el fin de ser liberados, pues el hostigamiento y la claustrofobia que les provocaba el lugar causaba una gran demencia y locura ante no estar ambientados en ese encierro total.

Lo único que los mantenía con esperanza eran aquellos rayos del sol colarse por pequeños orificios, era su tranquilidad.

Pero no aliviaba su situación.

Los dioses no deseaban entrometerse en asuntos de mortales.

Pero al no ver paz en toda esa casusa, y los incesantes plegarias de los seres que fueron encerrados, provoco la ira de los dioses, al no ver una pizca de piedad de parte de los seres humanos.

Recordaron la razón por la que los humanos encerraron a los monstruos.

"Tenían miedo de morir y que sus almas fueran tomados por ellos". 

Sabían que los humanos no poseían algún tipo de magia, los monstruos tenían como ventaja luchar con las armas e ingenio de los humanos manipulando sus almas como su último recurso. Los monstruos tampoco se libraban del poder de los humanos, aquellos deseaban su magia, a pesar de su gran capacidad de crear y realizar acciones sin necesidad de un poder como aquellos mágicos seres, ellos querían más, deseaban poseerla. No estaban satisfechos.

Intentaron matarlos, torturarlos, y un sin fin de métodos para obtener su magia,  su esencia, pues pensaban como aquellos podían poseer sus almas al morir, había una posibilidad que ellos también.

Fue un error.

Jamás lo lograron, siempre obtuvieron polvo a cambio. No había forma de poseerlo o manipularlo, aquello los asusto, pues el rey de los monstruos de ese entonces se entero de sus planes y aquello causo la guerra.

Los monstruos perdieron. Y humanos ganaron.

Encerraron a los monstruos en el subsuelo gracias a un traidor quien tenía el poder suficiente para encerrarlos, y los encerró.

Aquellas divinidades no toleraron más.

Usaron su miedo como ventaja, llamaron al dios de la Muerte, negociaron y acepto en brindar el servicio de sus seguidores.

Unas semanas después de la negociación, ciertos humanos despertaban y eran recibidos por la suave brisa del revolotear de un bello cuervo del color del carbón.

Aquello significaba una cosa.

"Muerte cercana"

Sabían que provenían de los dioses.

Aquellas aves hacían su aparición frente a su humano seleccionado, acompañándolas por un determinado tiempo hasta que morían, al morir tomaban sus almas y lo llevaban a los cielos donde residían aquellas divinas entidades, sin embargo, no les daban tranquilidad al perecer. Cada día que pasaban eran atormentados por el incesante anuncio de su muerte y no los ayudaba el ver como aquellas aves se transformaban en su misma raza para hostigarlos, pero el limite fue el ver como algunos no eran humanos, sino monstruos, que al morir sus almas eran tocadas por aquellos seres que tanto repudiaban para ser llevados por ellos, hizo enfurecer a los humanos, pues el alma era su esencia, su ser.

❝𝑀𝓎 𝐿𝒶𝓈𝓉 𝒫𝓁𝒶𝓃❞ | Geno! SansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora