Medesperté de un sobresalto, cuando la loca de mi hermana decidióinterrumpir en mi habitación dando voces y abriendo las cortinas. Laluz cegadora no me dejaba casi ni abrir los ojos.
-Sofi, que son las cuatrode la tarde, me bajo a la playa con Izan y sus amigos. ¿Te vienes ohas quedado con alguien?- me guiñó un ojo y desapareció por lapuerta carcajeándose.
'¿Lascuatro?¿Como he podido dormir tanto?¿He quedado?Ostias Víctor.'mevino todo a la cabeza de golpe. Puse a cargar el móvil, solo a mi seme olvidaba no conectarlo de noche y fui a lavarme la cara.Necesitaba despejarme , me metí un café doble entre pecho yespalda, pero ni así conseguía espabilarme. Encendí el teléfonopara ver si tenía algún mensaje.
Víctor:Buenosdías
¿Aque hora quieres que quedemos?
Supongo que estarásdormida, cuando puedas responde.
Yo:Buenas tardes, ya estoy viva.
Víctor:Menuda dormilona estas hecha.
Yo:Nolo voy a negar, ¿Quedamos en media hora en la calle campos y noshacemos un helado?
Víctor:Me parece perfecto, ahora nos vemos.
Nadamás leer el último mensaje, las mariposas de mi estomagodespertaron alteradas, eso o es que tenía hambre. Después dehablar con él me vestí de forma casual,unos pantalones cortos, uncrop top verde y unas bambas. Algo de maquillaje, sin pasarme o conel calor terminaría pareciendo un oso panda. Preparada para salir,recordé que el coche lo habíamos dejado en la pizzería. Llamé ami hermana para saber si lo había recogido o no.
-Tania,¿donde está elcoche?- le pregunté.
-En el garaje.- 'Menosmal, no me apetece andar hasta allí',pensé.
-Gracias por traerlo,nosvemos luego.-le dije y colgué.
Bajéal garaje,subí al coche y me encaminé al encuentro. Por suerte nohabía mucho tráfico y encontré aparcamiento enseguida. Ande unoscuantos metros y le vi al lado de la Jijonenca. 1'83 dealtura,vestido informal pero arrebatador. Me deleité mirándole unosminutos, examinando cada fibra de su cuerpo, '¿como un desconocidopodía alterar todas las partículas de mi cuerpo con tan solo supresencia?',me pregunté.
-Hola-dije algo tímidatocándole el brazo. Se dio la vuelta y me miró de arriba a bajodisimuladamente,sonreí ante ese acto.
-Hola-respondió y me diodos besos. Sentir sus labios en mis mejillas fue una delicia,noquería ni imaginar como sería besarle.-¿Tomamos un helado?
-Sí, me muero dehambre-al escucharme a mi misma añadí-Eso no ha sonado muyfino.-rio ante mi comentario.
-Pidamos,que yo tambiénestoy hambriento.-vino la camarera a servirnos. Un helado de menta ychocolate para mi y uno de fresa para él. 'Espero que no sea tansoso en todo como el sabor del helado',pensé al escucharle pedir.
Salimosde la heladería y andamos por la calle principal de Dénia,losárboles hacían que se pudiera estar muy a gusto andando. Decidíllevarlo al faro rojo, era uno de los sitios que más frecuentabacuando estaba estresada y necesitaba paz. Es genial para sentarse enlas piedras con un buen libro. Aproveché el camino para hacerlealgunas preguntas y averiguar más sobre él.
-¿Te está gustando demomento Dénia o prefieres la ciudad?-le pregunté curiosa.
-Hay algunas cosas queestán valiendo la pena aquí-me miró.
-¿Como cuáles?-preguntéy le di el último lametón a la cuchara del helado. Intentando sersensual.
-Tú-respondiósonriendo, en ese momento mis bragas querían salir corriendo.
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Círculo Vicioso
Teen FictionUna historia de amor un tanto tóxica. Una casualidad hace que se conozcan , ¿o no? Sofía es una mujer con carácter , alegre, extrovertida. Víctor es un hombre controlador , aparentemente inocente. ¿Es todo lo que parece?