4. Turismo

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Alterminar de trabajar,me cambié en los baños privados de la tienda,pasé a por un refresco y un bocadillo a Granier y fui dondeesperaban los chicos. Allí estaban los cuatro hablando y riendo, laque faltaba era mi hermana que llegaba tardo,como siempre hacía yhace.

-Hola chicos-me saludarontodos con dos besos en las mejillas-¿preparados para andar?-les dije

-Súper preparado-dijoHugo,moviendo las piernas como si corriera in situ. Todos reímos.

-No se si mi hermana oslo ha dicho ya, pero mañana vuelven mis amigas y hemos quedado parair de fiesta,¿os apuntáis?-pregunté.

-Fiesta-gritaron los tresa la vez,todos menos Víctor,estaba muy raro y distante.

-Claro que nos apuntamos,por cierto ¿donde está tu hermana?-preguntó Izan

-No tardara mucho,ella esde llegar elegantemente tarde-apunté.

-Vamos una tardona demanual-añadió Alex.

-Sí,para queengañarnos-en ese momento llegó con su sonrisa contagiosa.

-Siento llegar tarde ,laesteticista hoy se ha demorado bastante con la cera.

-Tenía mucho pelo quequitar-dije riéndome, enseguida al ver la cara que me ponía mihermana,supe que iba a arrepentirme de haber hecho ese comentario.

-Almeno yo me depilotoda, no como otras que tiene un bosque con animalitos ahí abajo.-Todos estallaron en carcajadas, notaba como las mejillas se meencendían de vergüenza y rabia. 'Maldita guarra esta hecha' pensé.

-Anda,vayámonos antes deque te mate-le dije.

Andamos un ratito,hastallegar a la entrada del castillo,pasando por un túnel que hay antesde entrar.

-Bienvenidos al castillode Denia, ¿cuantas entradas serán?-dijo la taquillera.

-Cuatro-dije.

-¿Cuatro?Pero si somosseis-preguntó Izan.

-Los del pueblo nopagan,somos vip.

-Señoritas necesitarevuestro dni para verificar que sois de aquí.-nos pidió .

-Que morro tenéis ynosotros pagando.-añadió Izan.

-Son tres euros porpersona,no te vas ha arruinar-le contestó Tania.

Entramosy lo primero en lo que nos fijamos es en la cantidad de gaviotas quehabían por ahí. Andamos por el merendero de la pinada para ir a lavalla de madera del final para ver las vistas. Los chicos en cambioestaban haciendo el tonto con una canoa vieja que esta en exposiciónallí mismo.

-Chicos comportaros comopersonas normales,os van a terminar echando de aquí-les advertí.

-Sois peor que los niñospequeños. -agregó Tania.

-Lo que tengo entre laspiernas demuestra que de chico tengo poco-dijo Hugo riéndose. Bufécomo respuesta.

Seguimosandando hasta la vaya,donde se podía ver el puerto en todo suesplendor. Hicimos algunas fotos ,creyéndonos influencers o algoasí, posando de mil maneras. La gente que paseaba por nuestro ladonos miraba y sonreía.

-A ver gente, podemossubir a la parte de arriba de dos maneras:Por la carretera esfaltadao por la parte de atrás ,por la cual tienes que escalar un poco yatravesar una casa medio derrumbada.

-Sin duda por la casa, unpoco de aventura siempre es bueno para el cuerpo-dijo Izanemocionado.

Lehicimos caso y fuimos por ahí. Tuvimos que ayudarnos con una cuerdaen algunos tramos, fue bastante divertido, hasta que las gaviotasempezaron a chillar para que no nos acercáramos a ellas y a sushuevos, podían ser muy agresivas. Llegamos a la parte donde estabanlos cañones que se utilizaban para defenderse,era increíble quedespués de más de dos mil años siguieran allí algunos. Si yaestaban alucinando con los cañones y las vistas desde ahí, cuandosubieron arriba por poco les da algo. Lo malo es que había algunascosas cerradas a causa de la restauración, solo una parte del museose podía visitar, donde había algunas reliquias de épocas pasadas.Después de echar un vistazo, subimos a la parte más alta, más biena la mitad que no estaba cerrada.

Círculo ViciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora