Bajo su mirada

Capitulo 2

¡Aquí tienen el segundo capitulo!

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El Omega se encontraba entrenando su puntería en una de las tantas habitaciones insonorizadas que se encontraban en la mansión, sintiendo un pequeño golpe en su hombro dando un pequeño brinco de la impresión. – ¡Maldita sea¡¡Casi me matas de un puto infarto viejo! – Dejando la pistola que estaba utilizando en la mesa frente a el junto con las balas sobrantes, recibiendo en sus manos el sobre que el mayor le extendía. – Midoriya se encargará de conseguir el transporte así que solo tienes que preparar tu maleta y estar puntual el día que saldrán. Dentro del sobre están las indicaciones necesarias, léelo. – Dando media vuelta para retirarse de la habitación dejando al menor de nueva cuenta solo.

Hojea un poco la información que viene en el sobre antes de cerrarlo para salir de la habitación y dirigirse a su dormitorio, una vez dentro, dejo el sobre sobre su escritorio y comenzó a quitarse la ropa que había utilizado para su entrenamiento buscando en su closet algo que ponerse antes de ingresar al baño que tenia en su habitación para tomar una ducha. Al terminar enredo una toalla en su cadera dejando que su cabello se secara naturalmente empezando a vestirse para después dejarse caer en su cama. – Mierda, estoy completamente acabado. – Estirando su cuerpo para tomar uno de los inhibidores que se encontraban en su escritorio, cerrando sus ojos quedándose dormido a los pocos minutos.

El día del vuelo llego muy rápido para todos los involucrados así que luego de desayunar algo ligero, subió al automóvil que lo llevaría hasta el aeropuerto privado esperando a que el menor no tardara mucho en llegar, ya que no le gustaba mucho tener que esperar. Despidiéndose de su mano derecha antes de bajar del automóvil. - Volveré en una semana Shinso, espero que no me necesites en ese tiempo. Si los chicos vuelven a pelear llama a Shigaraki. – Deteniendo sus instrucciones al ver como su mejor amigo levantaba su mano para callarlo. – Lo has repetido desde que salimos de casa, por una vez que viajes no desatara un caos ya somos adultos podemos cuidarnos solos. – Sonriendo levemente mientras empujaba al contrario para que saliera. – Anda creo que ya te están esperando. – Señalando a la espalda del Alfa encontrándose a unos metros de ellos el Omega acompañado por algunos hombres. – Esta bien, nos vemos en una semana. – Bajando del vehículo comenzando a caminar hacia el Omega. – Me alegro que llegaras temprano. En algunos minutos llegara el piloto y nos podremos ir. – Desviando su mirada hacia los hombres que acompañaban al menor. - ¿Ellos también vendrán? – Posando su mirada en el contrario por un momento antes de desviarla hacia el frente. – No lo harán, el viejo les ordeno que me acompañarán hasta aquí. – Girando uno de sus hombros haciendo que este tronara antes de estirar sus brazos hacia arriba. - ¿Cuánto tardaremos en el vuelo? Necesito dormir un poco. – Tomando su maleta del piso, checando de manera casual que tuviera todo lo que necesitaría dentro de esta. Asintiendo una vez que tuvo todo comprobado. –Algunas cuantas horas, puedes aprovecharlas para dormir, si es que no te molesta el ruido. Incluso llegaremos directo al hotel no veré a mi abuelo hasta mañana. – Saludando a lo lejos al piloto que los llevaría al ver como este se acercaba a ellos. – Buenos días Mirio, gracias por hacerme este favor cuando Tamaki está en cinta. – Estrechando su mano con la del mayor mientras dirigía su mirada hacia el helicóptero que usarían para viajar. – No es nada Midoriya, después de todo tú me has ayudado mucho. – Sonriendo ampliamente antes de dirigir su mirada hacia el menor el cual estaba peleando con uno de los chicos que lo habían acompañado. – Que lindo es, ¿Pero no crees que es muy joven para ti Midoriya? – Acercando su rostro hacia el del contrario para susurrar las últimas palabras, notando como el Alfa miraba de reojo al Omega antes de negar. – No es esa clase de acompañante, será mi guardaespaldas en mi estadía en Italia. – Alejándose del mayor para comenzar a caminar hacia el Omega. – Katsuki, ¿Ya tienes todo lo que necesitas? ¿Desayunaste algo o quieres comer algo antes de irnos? – Recibiendo asentimientos de parte del menor a todas las preguntas que le realizo, girando su rostro hacia el Alfa mayor sonriendo un poco. – Bueno, entonces cuando estés listo Mirio. - Luego de eso tuvieron que esperar por algunos minutos mientras el piloto se encargaba de cerciorarse de que todo estuviera bien para que se realizara el vuelo. Haciéndole una pequeña seña al Alfa menor para que se acercara a él. – Todo esta listo, podemos partir cuando quieras. – Viendo cómo es que este le hacia una pequeña seña al menor, el cual se despidió de los chicos que lo habían acompañado para después acercarse a los dos Alfas. – Cierto, Katsuki él es Togata Mirio será nuestro, solo nos llevará a Italia de ahí tomaremos un avión. – Posado una de sus manos en el hombro del menor, recibiendo un golpe en su mano de parte del menor. – No me toques maldito inútil. – Mirando de reojo al Alfa antes de hacer una pequeña reverencia hacia el mayor, comenzando a caminar hacia el helicóptero para dejar su mochila sobre uno de los asientos para después subirse al mismo, cerrando sus ojos de inmediato. El mayor solamente ríe un poco ante la actitud del Omega, golpeando uno de los hombros del mayor al cual se le notaba un poco molesto. – Sí que la tendrás difícil en tu estadía. – Recibiendo una mirada molesta del menor antes de que este se dirigiera al helicóptero para tomar asiento junto al menor, asomando su cabeza ligeramente. – Ya deja de reír Togata, tienes un vuelo que hacer. – Devolviendo su postura, estirando su cuerpo para tomar la pequeña maleta que se encontraba frente a los asientos para sacar una tableta en la cual comenzó a leer un poco mientras escuchaba el ruido familiar que hacían los helicópteros cuando comenzaban a despegar para luego de algunos segundos comenzar a sentir el aire agitando su cabello, mirando al menor antes de soltar un suspiro e inclinarse para abrocharle su cinturón de seguridad antes de ajustar el propio para después sentir como es que el helicóptero despegaba.