𝕀𝕟𝕗𝕚𝕝𝕥𝕣𝕒𝕥𝕖 (Gaara y Tú)

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Desperté pues sentí que alguien tocaba mi cabello, abrí mis ojos mirando aquel chico de cabello rojizo mirándome.

—Sensei, ¿Que sucede?

—No pasa nada pequeña, solo quiero que tengas cuidado — me dijo sonriendo, y sin dejar de acariciar mi cabello

—¿Por qué me dices esto? — mientras restregaba ojos

—Sabes, me preocupas, siento algo raro en mi interior desde aquel día que me diste un beso — abrí mis ojos agache la mirada, pues estaba apenada por lo que había hecho ese día

—Ya me disculpé por eso — dije encogiendome de hombros, y abrazando mis rodillas

—No te disculpes, solo que — se rasco la cabeza y se encogió de hombros sonrojado — Estoy sintiendo algo aquí — señaló su pecho — justo aquí, esto no lo había sentido en algún momento ¿Estoy enfermo o por qué pasa que te veo o te pienso siento algo que me gusta?

Sonreí pues me parecía tierno lo que estaba diciendo, me sonroje.

—Me agrada lo que siento — continuo diciendo — es algo raro y nuevo, y me importas

—Tambien me importas — susurré a modo de que lo escuchará — más de lo que imaginas — continúe diciéndole — por eso acepte ir a la misión por qué si rechazo podía arruinar todo, además de que Pain se enteraría de mi bestia que solo tú sabes

—Por eso estoy dispuesta a que huyas de aquí a que me dejes por tu bien — dijo mientras yo sentía un nudo en la garganta

—Sasori — dije con la voz entre cortada, lo mire y este de igual modo  acaricie su hombro — Yo haría muchas cosa por ti, incluso si eso arriesgará mi vida

Sasori me miró con los ojos abiertos, y podía ver algo en el que jamás en mi tiempo de conocerlo había visto, unas ¿Lágrimas?

—Me agrada mucho tu compañía, no me importaría si todos se enteran de que tengo sentimientos hacia ti — me dijo limpiandose las lágrimas.

Acaricie su mejilla y sonriendo limpiando lo que restaba de las lágrimas que aún salían, era muy raro ver a Sasori así, después de todo el siempre parecía estar en su caparazón encerrado pero a mí me había mostrado su interior como a nadie, mientras que yo pensé que siempre sería frío conmigo, cambio completamente a ser alguien muy diferente, estoy muy agradecida de poder conocer su fondo, el se recargo en mi pecho, y cerró sus ojos abrazándome, me quedé pasmada ante su tacto, me ponía nerviosa tenerlo cerca, parecía haberse quedado dormido

—No me dejes nunca por favor, quédate siempre a mi lado — lo abracé fuerte

—Hare todo lo posible para estar a tu lado, pase lo que pase — sonreí levemente, pues me sentía feliz de lo que estaba ocurriendo, a pesar de todo el fue el que me ayudo desde que era más pequeña, y sin importar nada siempre me trató de dar lo mejor, lo respeto como maestro pero me es imposible controlar mis sentimientos cuando estoy con el, me agrada mucho.

—Gracias por hacer mi vida un poco menos triste — un nudo se formó nuevamente, el había pasado por mucho, no era una buena persona para muchos pero en el fondo aún quedaba algo que de aquel pequeño e inocente niño, el cual quería recuperar

—Sasori, si después de esto hicimos juntos — dije apenada

El se alejo de mi para verme el rostro —¿Lo dices en serio?

—Muy enserio — afirme — Podríamos empezar todo de nuevo, en algún lugar donde nadie nos conozca podemos estar juntos, el me dedico una sonrisa de lado

—Si quiero, quiero permanecer a tu lo lado, si es contigo estoy dispuesto a dejar todo — sonreí

—Yo también quiero estar a tu lado — dije mientras tomaba su mano

—Me agrada escuchar eso — me dijo con una enorme sonrisa, y siguió recargado en mi pecho — no quiero que te arriesgues por mi

—Tranquilo, tu y Deidara son mi familia, y no pienso abandonar a mi familia

—Pronto solo seremos tu y yo

—Solo tu y yo — repetí abrazándolo y quedándonos acostados.