Capítulo |15|

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—Tienes razón. No deberíamos haber hablado de esto. —Camila estaba en un sueño. Lauren pensó que le pertenecía. ¿Debería empezar a huir ahora?

—Te lo dije —resopló. Camila la miró.

—Deja de fruncir el ceño. —Lauren negó con la cabeza.

—¿Qué diablos vamos a hacer ahora?

—Tranquila y déjame pensar —le espetó.

—Tu nunca piensas.

—Cállate.

—Está bien —dijo, pero le agarró la mano y caminaron de vuelta a casa en silencio.

¿Realmente pensaba que era suya? Camila no podía creer lo que había estado pensando Lauren.

—¿Estás enamorada de mí? —espetó.

—¡Dios, no!

—No tienes que sonar tan disgustada.

Y porque estaba recelosa de hacerla enojar más, Lauren dijo a toda prisa:

—No es eso. Es porque no me gusta enamorarme en primer lugar. Sabes que...

—¿Por qué no te gusta de enamorarte? —preguntó—. Dejé que supieras sobre Andrew —le recordó. Lauren asintió con la cabeza.

—Muy bien. —Camila esperó.

Alrededor de tres minutos pasaron antes de que Lauren encontrara las palabras adecuadas para hablar.

—Yo era muy joven cuando ocurrió. La conocí cuando tenía dieciséis años y me enamoró al instante. La invité a salir, ella dijo que sí, y más tarde, cuando le hablé sobre mi condición, a ella pareció no importarle, le dije que la amaba, dijo que me amaba también. Era un año mayor que yo y fue a la universidad por primera vez. Sólo había pasado un mes desde que se había ido cuando recibí una llamada suya.

Camila casi le dijo que lo dejara porque sentía como si supiera lo que iba a decir.

—Ella dijo que no nos ajustábamos más. Al igual que eso, me dijo que había caído jodidamente enamorada de alguien más. Recordaba el día claramente como si sólo hubiera pasado hace una hora. Había estado emocionada entonces, pensando que ella tenía decidido darme una sorpresa con una visita. Bueno, había sido una maldita sorpresa, sobre todo por lo aburrida que sonaba cuando rompió conmigo.

Lauren tenía la sensación de que ese momento iba a vivir para siempre con ella, dejando una cicatriz de una manera que nunca se curaría. Se volvió a Camila, sus labios retorciéndose en el cinismo y amargura.

—Estuve deprimida durante meses. No podía entender cómo podía romper conmigo así como así. ¿Había caído jodidamente enamorada? ¿Qué demonios significaba eso? ¿Habíamos estado saliendo durante casi dos años y luego sin más, se había jodidamente enamorado?

—Lo siento mucho, Lauren. —Le dolía el corazón por ella.

—No es nada. Quiero decir, después de que me enteré de lo que esa puta mierda te hizo, lo que me pasó es nada... —Camila negó con la cabeza.

—Un corazón roto es un corazón roto, Lauren. Duele, no importa la razón. —Ella le apretó la mano. Lauren sonrió sin humor.

—Bueno, eso es todo. Simple, ¿no?

—Por lo general, las razones más simples nos hacen llorar más. —Lauren le dirigió una mirada burlona de shock.

—¿Cuándo te volviste tan inteligente?

—Sólo un destello de brillantez, —bromeó—. Pero ahora soy una tonta descerebrada de nuevo. —Lauren frunció el ceño.

—Nunca has sido eso, Camila, y no quiero que hagas referencia a ti misma así otra vez.

Lauren & CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora