El diario de una flor 2.

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25 de Julio 20xX

Diario, no sé cuando ha pasado, pero hoy Gema me dijo que ha terminado con Mich. Me he puesto medianamente feliz, a pesar de todo lo importante para mí no era mi felicidad si no la de ella. Me preocupé un poco de lo que sentiría por la ruptura, sin embargo me tomo por sorpresa otra declaración de sus labios.

"Me gusta Rea" confesó
Quedé helada ¿Por qué ella? ¿Por qué siempre tiene que ser una amiga nuestra y no yo?

Y eso me llevó a lo que pase hace pocos días.

Después de nuestra aventura del Mielá, Gema y Rea se han estado mensajeando constantemente. El veintitrés de este mes ellas planearon una salida juntas, mi morena me insistió en ir y no le puse muchos peros, también quiera despejar la mente. Nos encontramos en el mismo restaurant de comida rápida pasado... Vaya mi sorpresa cuando noté a alguien conocido junto a Rea.

Era Darwin, mi primo.

Y también estaba John, mi amor ya no tan platónico.

Era tan extraño este círculo de gente, lo peor es que se la llevan bien todos juntos y sonríen como si todo estuviera bien. Yo soy la única que en mis adentros me hago pregunta tras preguntas sobre si es una buena idea... Porque diario, aquí ya hay 3 personas que me gustan.

En fin, el día se fue tan rápido que no lo recuerdo con detalle, tomamos fotos, nos abrazamos, nos contamos algunos secretos y decidimos que nos íbamos a volver a encontrar en un futuro no tan lejano.

Diario ¿Esta mal si ansío que nos encontremos de nuevo? Sabiendo lo inestable que son mis sentimientos por cada uno de ellos, dudo que mantengamos una sana y distante amistad.

Esto va a acabar muy mal

1 de Agosto 20××

Queridísimo diario mío.
¿Cómo los labios de una persona pueden desvanecer lo amargo de un cigarrillo?

Puedes creerme, es cierto. Hoy lo he experimentado.

Temprano en la mañana Gema ha venido emocionada a mi casa

"Rea nos ha invitado a su hogar" me ha dicho dando pequeños saltitos. Eufórica y ansiosa, no entendí que tenía de bueno ir a visitarla. Pero no quise poner mala cara y creerme superior, por lo que por tercera vez consecutiva le digo que sí a la morena.

Como la pelirroja vivía cerca de la playa, optamos por unas sandalias cómodas, unos shorts y playeras delgadas con traje de baño debajo. Hacía mucho calor cuando subimos al carro, así que nos sentamos en la parte de atrás con la ventana abierta.

Gema no dejo nunca de mensajear a Rea, estaba muy feliz hablando de lo que sea, yo miraba por la ventana dejando atrás lugares que conocía para tomar camino a extensas playas de la zona. Pasaron por lo menos treinta minutos hasta que logramos llegar a su casa.

Nos espero en la playa de al frente, tenía su cabello rizado suelto, batiendo al ritmo del viento marino. El salitre se sentía en todo el aire, respire profundo. Me gusta mucho el olor de la playa

Gema salió disparada a darle un abrazo, y me acerque para darle un beso en el cachete, nos sonrió a ambas y nos preguntó si queríamos jugar algo divertido en la playa antes de pasar a su casa. Obviamente aceptamos a lo que ella buscó una botella... Oh no, ya sabía lo que se avecinaba

De su bolsillo sacó una caja de cigarros y nos tendió uno a cada una. Encendimos mientras la gente nos pasaba mirando, estábamos casi en la entrada de la playa, en una superficie de madera junto a cigarros y una botella vacía ¿Se habrá visto algo raro?

No le dimos muchas vueltas al asunto, y comenzamos a jugar. Al girar la botella la punta me tocó a mí, el fondo a Gema, Rea habló.

"Quiero que le intercambies el humo de tu cigarro en su boca"

Parecía algo inofensivo, fácil. Pero cuando los labios de Gema rozaron los míos sabía que no iba a poder controlarme tan fácil. Cerré los ojos disfrutando el contacto, el momento fue efímero.

Varias rondas siguieron, los roces de labios se convirtieron en besos simples y cuando estaban pasando un poco más allá Rea nos detuvo.

"Vamos a mi casa, estamos llamando mucho la atención" río, volteé a ver a la gente y si, nos veían entre sorprendidos y asqueados. Recogimos nuestras cosas y caminamos a la casa de la pelirroja

Al entrar, nos metimos derecho a su cuarto, su mamá no se encontraba. Nos explico que trabajaba ese día, y llegaría como a las siete de la noche. A penas eran las 2 de la tarde.

Procedimos a besarnos de nuevos, tomábamos turnos, lo hacíamos sobre su cama, en el piso, en la pared. Un flash me alerto en un momento, Rea había sacado su cámara y tomaba fotos de nosotras besándonos. Muchas fotos, en muchas posiciones y lugares

Cuando nuestros labios ya estaban tan hinchados de jugar, paramos y tomamos algo frío.

No sé cómo habían pasado ya tres horas, era el momento de irnos. Me despedí de Rea con un movimiento de la mano, mientras que Gema le dio unos cuantos besos más... Suspiré frustrada y amargada

¿Por qué hago esto diario? Al final solo me siento mal, pero en el momento no hay nada que me pueda detener. Estoy desquiciada

Gema tomo mi mano en todo el camino de regreso a casa, sus ojos brillaban y no paraba de sonreír. Nos despedimos llegando a mi casa

"Que sea nuestro secreto, no le digas a Mich" dijo

No podría decirle, así como no te podría decir a ti que estuve con ella. Pero eso es algo que ninguna de las dos jamás sabrá, al menos que lean mi diario.