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19 de Julio 20Xx

Buenas noches diario ¿Cómo estás? Ha pasado tiempo desde que no escribo en ti, y han pasado varias cosas que no sé por dónde comenzar. Así que te contaré poco a poco lo que ha pasado en este increíble pero extraño tiempo.

Luego de que le dijera a Jesús que ya no quería tener nada con él, pasaron algunos días hasta que volví a mis redes sociales. Fac3b00k es lo que más uso en estos días, y por allí es que me mantengo en contacto con Gema y Mich ¿Las recuerdas? Mis dos grandes amigas, novias entre ellas. No hablemos mucho de eso, no me gusta recordar lo que hice.

La cuestión es que para limpiar mi culpable consciencia estuve esquivando sus mensajes para salir diciendo que me sentía mal, lo cual es una aberrante mentira, diario. Ahora que no estoy ebria y he llorado como si una catástrofe hubiera llegado a mi casa no tengo la valentía de verlas juntas.

El 13 de este mes, Darwin (mi adorado y extraño primo) me insiste en ir a la playa con él, como sé lo intenso que es no le doy muchas vueltas al asunto y voy. El problema viene cuando noto con enojo como nuestros pasos se dirigen a la casa de Alex, mi escandalosa compañera de clases que alguna vez se burló de mi inocencia. Le susurré el porque la traía, solo me dijo que le encantaba verla en traje de baño. Que desgraciado

Fuimos a una playa para surfistas con área de bañadores, en lo más profundo era donde las olas hacían su espectáculo. Me quite mi blusa pero me dejé mi short, gracias a que Alex se desvistió de manera sofocante y dejó a relucir su delgado cuerpo que lucía perfecto en bikini. Me bajo todos los humos de la confianza y se despertó en mi ese remolino de envidia que quiero vomitar.

Me quedé en la arena mientras Darwin se zambullía con Alex. Volteé los ojos cuando los vi jugar, la chica salió y entré a bañarme un rato, mala suerte la mía en ese momento. Justo cuando ingresé en la playa una ola impacto casi al lado mío, un surfista moreno estuvo a punto de volarme la cabeza con su tabla. Se lanzó a mi lado en el agua mientras me pedía disculpas y me sonreía

Pensé lo lindo que era su cabello tostado por el sol.

Pero mientras estaba hablando con el chico que se presentó como Danielle, Alex entró en la escena abrazándolo y besándole los cachetes. No puede ser que se conozca, lamenté

Y como la vida le encanta joderme de todas las formas posibles, en efecto se conocían, el chico la miraba como si quisiera comerla, y yo solo sentía como si este día hubiera sido una mierda.

Llegó el 17 de este mes. Luego de quemarme en la playa, pase días en mi casa con ánimos bajos, sin embargo, ese día salí a la cuadra, necesitaba ver otra cosa que no fuera algún programa de competencias en la televisión. Me encontré con que Alex estaba también con mis amigos, me quise dar media vuelta pero alguien me llamo, Dough. Insistió en hablar conmigo porque Jesús no salía de su casa y yo era la última persona que había hablado con él

¿Por qué tendría que ver algo conmigo? Le pregunté enojada, no quería ninguna relación de ningún tipo con ese patán.

En medio de mi berrinche llegó Danielle (el surfista del otro día) con otro chico. Se presentaron al grupo y el primero me reconoció, se acercó y me dio un beso en la mejilla a lo que sonreí. Todo el grupo exclamó en alto, preguntando si estábamos saliendo, a lo que Alex negó con una burla ofensiva, luego nos dijo

Danielle y yo queremos salir, pero mi mamá todavía no me deja... Yo levanté las cejas. No creía eso, Alex se veía como una persona que rompía las reglas con respirar. Después de un buen rato, casi todos de la cuadra se habían ido, quedábamos Liss ⟨la mayor de nuestro grupo⟩, Danielle, su amigo y yo.

Liss se despidió porque tenía que terminar una tarea para el día siguiente que no es de extrañar, por lo tanto me quedé hablando con Danielle y el otro chico. Hablamos sobre muchas cosas, hasta que ellos tocaron el tema sexual... Yo, ingenuamente les seguí el juego, porque me encantaba conocer las experiencias de otros, les dije que tenía que irme y me acompañaron, pero... Diario, no le digas a nadie... Nos hice tomar un camino más largo, más oscuro y más solitario, dando vueltas, para llegar más tarde a casa.

¿Has besado a alguien de mi color? Preguntó Danielle en un momento y me detuve. Sabía lo que pasaría y no lo quería detener... Le dije que si pero... "Nunca he besado a alguien con tus labios" respondí sugestivamente y pasó lo que tenía que pasar.

Pero no se acabó ahí, su amigo preguntó

¿Y has hecho un trío?
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Diario, no estoy apenada, pero es la primera vez que hago algo así en público, con dos hombres, en la mitad de la noche en mi vecindario.

Fue incómodo sí, pero la cabeza me daba vueltas y no quise pensar en nada más.

Me dejé llevar por al satisfacción de saber que pude probar algo primero que Alex, me daba placer saber que mientras ella no podía tener una relación con un chico yo podría venir y tirarmelo.

Me sentí satisfecha, poderosa, inmoral y sucia. Me dolía el cuerpo por las marcas de las manos de esos surfista, pero mi conciencia estaba limpia y a la vez trastornada... Diario, debo de estar un poco mal de la cabeza ¿Por qué hago estas cosas?

No le quise dar mi número después de que los chicos lo pidieran, no necesitaba mantener una conversación con ellos después de lo que hicimos, después de todo ¿En realidad queríamos repetir lo que acabamos de hacer? O siquiera ¿Nos conocíamos bien para crear una amistad? Pensé bien en las dos incógnitas y me di cuenta que para los dos casos la respuesta era negativa. Por lo tanto, no quise saber más de esa noche y esos hombres.

En mi consciencia quedará ese oscuro secreto y también aquí en mi querido diario.

Prométeme que no le dirás a nadie ❤️

El diario de una flor 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora