Tan cerca de tus labios ⟨KatsuDeku⟩

Un beso

  Ahora estaba sentado en la silla frente a su escritorio, tocando sus labios mientras escribía.

Recordar aquella tarde hacía que su respiración se acelere de una manera casi absurda. Suspira, dejando que esa sonrisa se quede en su cara y se echa hacia atrás en su silla, su mente viajó al recuerdo de aquella tarde en un simple segundo.

  Un trabajo juntos... Investigar sobre la creación del hospital más importante del país que ha alojado personas que fueron afectadas por las guerras y batallas... Fácil, fácil. Todo sería tranquilo, no pasaría nada malo.

  No podía ser tan malo, ¿no?

  Igualmente se estaba muriendo de nervios al ver que Katsuki estaba gritándole todo lo mal que estaba su parte del trabajo. Eran novios hace unas pocas semanas y quisieron trabajar juntos en ese proyecto, era algo importante para el cuatrimestre. Estaba sentado en el suelo con su libro enfrente en la aburrida habitación de Bakugo.

  Él estaba acostado en la cama, leyendo y sacando su teléfono para revisar la consigna de forma meticulosa.

  Solo se quedó pegado viendo a los ojos a Katsuki que ya no hablaba, pero que estaba muy enfocado en leer los apuntes de la clase.

  Y ahí es cuando él alzó la mirada y se le quedó viendo también, ambos en silencio con música de su computador de fondo. El rubio pone pausa a la canción y vuelve a mirar a Izuku—¿Qué miras? ¿Te gusto o qué?

  Titubeos le impiden responder bien, pero atina a reírse un poco.

  Se supone que eran una pareja, ¿por qué estaba tan nervioso? Era su primera relación, pero no estaba sentirse tan nervioso en ese momento, no era algo que esperaba vivir. Katsuki se sentó al lado suyo en el piso, mirándole de frente y sentía que su corazón se le subía a la garganta, no podía formar una palabra ni un sonido de la ansiedad que tenía.

  No sabía cómo vocalizar del todo sus pensamientos al estar con él.

  Y antes de poder siquiera hablar, sus palabras murieron en un beso, y cuando el rubio se separó, su cuerpo lo siguió aún con los ojos cerrados pensando que solo retrocedió por un momento, buscando un poco más de su boca.

  Solo fue un corto beso, pero habia sido más que suficiente para poder colorar sus mejillas de un leve color carmín.

  —¿Qué haces?

  Izuku despierta de su trance rápido y retrocede, pegando piernas al pecho y abrazándolas con el brazo derecho y tapándose la cara avergonzado. Se deja caer de costado hasta que el borde de su cuerpo se sostiene por la cama.

  Quiere huir de la pena.

  —Nada, nada...

  El rubio se levanta un poco, deslizándose sobre la alfombra de rodillas hasta llegar a su novio y besarle el cachete.

  —¿Por qué te alejas? ¡Oe, Deku, dame otro beso!

  —¡Muchas preguntas por hoy! —decide Izuku al ponerse la capucha y jalar de los cordones de su buzo para taparse la cara colorada. Quería evitar que le vea a toda costa, esa cara toda roja y su corazón latiendo rápido de los nervios.

  Un beso en sus labios de parte del pecoso lo deja congelado en su sitio, estaban en el salón de los dormitorios por la noche antes de comer la cena, ambos picando verduras juntos para la comida. Sus mejillas se colorean... Solo un poco, muy poquito.

  —Otro —le dice rápido, el pecoso realmente lo piensa pero vuelve a acercarse y robarle otro beso más con los ojos cerrados.

  Izuku se queda quieto en su lugar, mirando al suelo y jugando con el mango del cuchillo, pisando sus propios pies. Solo esperaba que no le pida otro más de nuevo.

Tomó aire y decidió preguntar después de tanto evitarlo—¿Quieres ir a dormir a mi cuarto?

  Eso toma por sorpresa al rubio que se le pone colorada la cara, pero que acepta igual con una pequeña sonrisa nerviosa—Claro, si esta vez no tratas de huir, claro.

  —¡No estaba huyendo!

  Él responde con un golpe de cadera, riendo mientras vuelve a seguir cortando.