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Aidan Gallagher:

Termino el descanso, Milli y yo no entramos y nos dirigimos a casa de T/N para ver que sucedía.

Llegamos a casa de T/N, Milli realmente estaba preocupada, bajamos del auto y nos dirigimos a tocar el timbre y nos abrió Lilia.

- Ha, pasen – dijo ella.

- No me contesta las llamadas – dijo Milli.

- Ni a mí, Salí de la universidad lo más pronto que pude no se donde pueda estar – Lilia se veía muy preocupada.

- ¿No dejo su celular acaso? – dije.

- No, ya busque en su recamara –

Empezó a sonar el teléfono de Milli y ambos la miramos.

T/N Whint:

Los papas de Asher llegaron y hable con su mamá sobre lo que paso entre nosotros, ella se disculpó y me agradeció por aun así a ver venido, me despedí ya eran como las 11:30 y tenía que ir al colegio, subí al auto y mire mi teléfono lo olvide aquí, lo mire y tenía llamadas perdidas de Milli, Lilia y de ¿Aidan?.

Llamada a Milli...

- ¿Qué pasa Mills?

- ¿Dónde estas?, estamos preocupados por ti.

- En el hospital.

- ¿Que carajos haces en el hospital?

- ¿estas bien?, estamos en tu casa

- Aidan y yo.

- Estoy bien, allá los veo y les explico.

Fin de la llamada.

Me dirigí a mi casa, mientras manejaba rompí en llanto, mi vida se estaba desbalanceando, todo paso muy rápido, no sé en qué momento perdí el control de lo que sucedía a mi alrededor, me tranquilice al ver que estaba por llegar, entre a casa lo mas tranquila que pude.

- Que mierda te pasa, ¿Dónde estabas? – me dice mi hermana demasiado enojada y preocupada.

- ¿estás bien? – pregunta Aidan.

- t/n, acaso ¿estabas llorando? – dice Milli igual de preocupada.

- Estoy bien, solo la mamá de Asher me pidió que lo fuera a ver en lo que ella llegaba a Toronto, él está bien p-pero – empecé a tartamudear y llorar – la chica no, ella esta grabe –

- ¿Qué chica? – pregunto Milli y Lilia me abrazo.

- A-Annie –dije en murmuro.

- ¿Leblanc? – pregunto mi hermana.

- ¿La conoces? – pregunto Aidan.

- Si era compañera de t/n en Los Ángeles. Lo que no entiendo es ¿que hace aquí? – dijo Lilia haciendo una mueca.

- Vi-vino – respire - a unas firmas y pues creo que Asher y ella estaban saliendo, y pues ambos están aquí por trabajo, por lo que me dijo la Señora Ángel, mañana regresarían a Los Ángeles, pero anoche Asher y Annie salieron de fiesta y Asher estaba ebrio y chocaron. – termine de explicar.

- ¡Dios mío! – exclamo Milli.

- ¿Cómo que salían? – dijo Lilia con el ceño fruncido.

- Agg, si Lilia Asher y yo tiene como una semana que terminamos, mejor dicho lo termine – dije.

- Ya no más mentiras T/N – hiso una mueca.

- Si – dije.

- Bueno ahora que estoy más tranquila llamare a mi madre, no quiero que le vayan a llamar de la escuela – dijo Milli – y Aidan deberías hacer lo mismo –

- Si, si claro – dijo él.

Después de eso Milli y Aidan decidieron quedarse para que yo me distrajera un poco de tanto ajetreó, Lilia salió y nosotros 3 veíamos una película.

- Deberíamos llamar a los demás – dijo Milli.

- Si son apenas las 2 de la tarde – dije sonriente.

- Yo ya no hare más palomitas – dijo Aidan y nosotras reímos.

- No te preocupes Gallagher yo te ayudare – reí.

- Si porque a Milli se le queman – nos tiramos a carcajadas Aidan y yo.

- No es gracioso – dijo Milli con cara de enfadada, para después reír con nosotros.

Después de una media hora o más llegaron los demás.

- Ya elijan una película – dijo Finn.

- Hay que ver IT – dijo Sadie.

- Por dios zanahoria, Finn actúa en ella ya sabe que pasara, además ya la vimos millones de veces – dijo Noah.

- Bueno que tal ¿el conjuro? – dijo la pelirroja.

- Aidan vamos hacer las palomitas – exigí.

- Si vamos – dijo él. Dejamos a los chicos discutiendo que ver mientras nos dirigíamos a la cocina.

- ¿Entonces de mantequilla? – pregunto él.

- A pregúntale a los chicos – dije.

- Okey ya vengo – salió de la cocina, por lo mientras busque las cosas que usaríamos, pero de repente empezó a sonar un teléfono, pero no era el mío, y me percate que Aidan había dejado su teléfono en la esquina de la isla de mármol, decía Hannah Mccloud, se me hacía conocido el nombre.

- Ya volví – dijo el entrando a la cocina.

- O si, bueno ya saque lo que utilizaríamos – dije – Tu teléfono estaba sonado – él lo miro e ignoro lo que vio.

- A sí, no importa –

Nos pusimos a cocinar las palomitas, después de unos minutos regresamos con los chicos.

𝙰 𝚝𝚛𝚊𝚟𝚎́𝚜 𝚍𝚎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora