6 parte 3

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Tsukishima bajó y abrió la puerta, encontrándose de frente con Yamaguchi, lo cual ya esperaba, ya que era el motivo por el que fue hasta ahí.

H-hola, Tsukki- dijo tímidamente Yamaguchi con su dulce y suave voz.

Hola- respondió Tsukishima dedicándole una, no muy notoria sonrisa- pasa- le ordenó con su monocroma voz.

Bien- dijo mientras asentía con la cabeza y mantenía una pequeña, pero notoria sonrisa, a parte de tener un, muy marcado, rubor en su rostro.

El rubio se dirigió hacia su cuarto, seguido por el moreno. Al llegar ambos se sentaron y sacaron todos los libros y herramientas necesarias.

Dime ¿con cuáles asignaturas necesitas ayuda?- preguntó, atento a la respuesta del pecoso, el rubio.

Biología- respondió en un largo suspiro- no entiendo nada, el tema de los minerales no es lo mío, entiendo las cosas más básicas, como las estructuras amorfas y cristalinas, pero después hay cosas como las rocas sedimentarias, a parte de las características de un mineral para ser reconocido, no las entiendo para nada

Bien, esto será largo y agotador, prepararé- añadió el de lentes mientras se estiraba un poco.

Después de unas dos horas de estudios y explicaciones, Yamaguchi comprendió el tema y ya sólo quedaba repasarlo un poco por su cuenta.

Bien hecho, aprendes rápido- decía Tsukishima mientras le acariciaba suavemente el cabello al más pequeño.

Gracias, Tsukki ¡todo fue gracias a ti y a tus magníficas explicaciones!- comentaba el pequeño animado.

Yamaguchi, no quiero molestarte, ni mucho menos presionarte pero....- decía el rubio serio.

¿Qué pasa?- preguntaba inocente el moreno.

En cuanto a la declaración...- siguió el más alto

Eso....- dijo en un intento de decir algo más que no salió de su boca- t-tú también me gustas, y mucho- decía muy rojo mientras miraba al suelo.

Me alegro- dijo Tsukishima mientras envolvía en un abrazo a su, no tan pequeño, "amigo"

Realmente ahora no sé qué hacer, nunca pensé que llegaría esto- decía el pecoso, rojo y entre pequeñas risas de nerviosismo.

Tsukishima empezó a llenar la cara del más bajo de besos, excepcionando los labios, los cuales dejó para últimos y cuando llegó el momento los unió con los suyos en un suave, cálido e inexperto beso.

En ese momento ambos se sentían en el séptimo cielo, era una maravilla. Al romperlo se abrazaron tranquilamente haciendo que el otro no viera el encendido color que ambos tenían.

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Y aquí se acaba este capítulo seis tan largo de tres partes.

Perdón si no era lo que se esperaban o si querían que pasaran otras cosas o que lo narrara de forma distinta, pero tengo algo de bloqueo y realmente me apetecía narrar así ya que hacía mucho que no usaba esta forma.

One shots TsukiYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora