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2҉1҉

Autor/a: angelicichor

¿Puedo pedirle a RZ Mikey que finalmente encuentre a su amigo (s / o) de la infancia al que amaba y con el que solía jugar y proteger antes de que se lo llevaran? Como si fueran tan dulces y amables y lo extrañaran tanto cuando se fue

Querida

Mientras el hombre estaba de pie en la calle, con los ojos enfocados en las estrellas que brillaban sobre él, escuchó un suave zumbido en sus oídos. El torrente de sangre, desvaneciéndose, fue reemplazado por el aullido del viento helado de otoño, el juego de los grillos en la hierba y el débil sonido de una alarma sonando en el sanatorio detrás de él.

Se miró las manos, rojas, cubriéndolas por completo, sangre pegada debajo de las uñas, pero se sentían livianas, sin las drogas en las venas, dejadas sin cadenas, sin atar y mientras su cabello rubio sucio y desordenado se movía con la brisa, haciéndole cosquillas en el cuello, se dio cuenta de que, por una vez, estaba libre.

Y por un momento lo abrumó, el espacio, el aire, el viento, las estrellas, la claridad de su mente, mientras su cerebro procesaba su situación, no más drogas, no más enfermeras, no más Loomis, no más vacío, él no tuvo que fingir más, no tuvo que vagar con su mente para pasar las horas, los días, los meses, siguiendo un horario que le marcaron, no tuvo que escuchar sus voces cansadas, las odiosas nombres que le lanzaron en voz baja, pensando que estaba demasiado drogado para oírlos. No había más "Mikey", estaba "Michael", libre de su prisión, libre para hacer lo que quisiera. Qué buen sentimiento fue.

Su cabeza se disparó por un momento, su mano se extendió para buscar algo en su bolsillo, casi frenético, su respiración se detuvo cuando lo encontró, una pequeña foto con él y lo que solía ser su familia más cercana, su pulgar pasando. a través del rostro de su hermana pequeña, lentamente, con amor y nostalgia. Eso, se dijo a sí mismo, organizando su mente, sería su prioridad, tenía que volver a unir a la familia. Encuentra a Boo, hazle saber de alguna manera que es él, sabía su nombre, sabía dónde vivía, solo tenía que llegar allí, solo tenía que ...

De repente le sonaron los oídos, un sonido agudo lo hizo estremecerse, era desagradable, distraía, pero sabía lo que significaba. Necesitaba descansar sobre todo, dejar que las cosas que le habían estado obligando a sacar salieran de su sistema, necesitaba un espacio seguro, pero ¿dónde?

Su casa estaba fuera de discusión, era triste, pero sabía que sería el primer lugar donde revisarían una vez que la policía se diera cuenta de que él fue el que escapó.

Ve a Haddonfield. Su mente se tranquilizó y se permitió suspirar por una vez, no había nadie alrededor, estaba bien, por una vez estaba bien.

Decir que su mente estaba divagando sería quedarse corto, no, era un brebaje inestable, lleno de planes, sentimientos, pensamientos y recuerdos, los últimos en los que necesitaba concentrarse más duro mientras se abría camino a través de los campos de hierba y luego bosque, tratando de recordar cómo llegó a esa prisión maldita en primer lugar, fue con un auto, un oficial llegando al sanatorio con él en el asiento trasero, en silencio, observando su entorno, medio consciente de todo, el la ira que sintió antes de matar a su padre, su hermana y su novio se desvaneció lentamente y fue reemplazada por un miedo silencioso.

Todo lo que deseaba entonces era irse a casa, con su madre, su hermana pequeña, ni siquiera le importaría volver a la escuela. Con su padre y su hermana fuera, habría mucho menos de qué preocuparse, la escuela sería solo un ruido secundario, algo para rechinar los dientes y regresar a casa, a su querida hermana pequeña, a su amada madre, a Su familia.

Pero tuvieron que encerrarlo.

Michael no tenía un sentido real del tiempo mientras caminaba, solo un objetivo y una idea general de la dirección, y un lavado de camiones se abría paso lentamente hacia su visión. Bueno.