#8 ⌥☪ ꌦꄲꄲꋊ꒐ꏂ ꒯ꋬꌦ [SIN CORREGIR]

3. ꏂꇙꉣꏂꉔ꒐ꋬ꒒

»Esᴄʀɪᴛᴏ ᴘᴏʀ: Benigbe_Castillo
»Sʜɪᴘᴘ/Cᴏᴜᴘʟᴇ: YᴏᴏɴMɪɴ.

ESPECIAL

Estaba todo listo, había revisado cada detalle de lo que adornaba ese lindo lugar. Sus esfuerzos habían visto reflejado un lindo panorama que le daba la esperanza de poder llegar tan lejos como sus sueños deseaban volar.
Tenía que resultar todo, la espera había sido simplemente asfixiante para que la noche llegase y pudiera correr a dejar algún mensaje y una ubicación que sería la clave para su velada especial. Park JiMin estaba seguro de que esto no podría salir mal. ¿Cierto?

Lástima haber invocado a la desgracia, pues la lluvia había llegado y su anhelado acompañante no se aparecía en esa terraza tan especial para sus recuerdos y parte de sus corazones. Mojado, abandonado y sintiendo que tal vez hubiera sido mucho mejor hacerle saber que era una cena especial para celebrar sus cumpleaños, pudo haber evitado que incluso quizá el mayor olvidase su compromiso y se fuese de juerga con alguno de sus amigos fuera de la agrupación.
Quería echarse a llorar, lamentando su falta de organización y bebiendo el alcohol que había comprado, el cual estaba bellamente colocado al lado de una hilera de foquitos pequeños y de colores hermosos recordando a fechas cálidas y adoradas por cualquiera con un poco de amor en el alma. Ahí, observando debajo de una lona el cómo su plan parecía irse a la goma y las pocas plantas que había cerca del lugar recuperaban su vitalidad física.

Como siempre, abandonado como perro—dramatizó finalmente abriendo una de las botellas de cerveza y suspirando al viento— Salud, Hyung.

No pensarás en empezar sin mí, ¿cierto?—se escuchó una voz grave a sus espaldas, una voz que conocía perfectamente y emocionaba a su corazoncito de jovencito ilusionado.

Estaba en lo correcto, pues ahí parado en medio de la lluvia, empapado y con la respiración agitada estaba su Hyung, con la ropa hecha un desastre y con los cabellos dignos de una película dramática al puro estilo de “Diario de una pasión”.  Era divertido pensar en su amigo de esa manera, pudiendo hacer parodias en su cerebro mientras su acompañante se colocaba debajo de la misma lona y comenzaba a exprimir sus ropajes.

Creí que… —se detuvo con cierta pena en su voz, puesto que no estaba seguro de querer admitir el temor que le daba el posiblemente haber sido dejado plantado en aquella linda y trágica noche de lluvia.

Perdona por la tardanza, la lluvia me sorprendió cuando venía para acá y tuve que resguardarme unos momentos—se disculpó mientras exprimía algunos de sus cabellos y sacudía lo que podía— Cuando me percaté ya era tarde y decidí venir corriendo para no hacerte esperar más.

Los ojos del más joven brillaron suavemente ante la emoción de ver la importancia que su compañero le dio al asistir a su salida personal. Su sonrisa y su corazón calentaron poco a poco el ambiente que los rodeaba, incluso el corazón del lindo gatito pálido que sonrió de vuelta y se sentó justo sobre una de las tablillas que fungían como bancas de mala calidad en relación a su apariencia física.
El silencio se instaló entre ambos por algunos segundos, mientras se miraban con afecto y sonrisas cómplices de costumbres que solían llevar a cabo solo cuando la soledad les abrazaba, una que se desvanecía tan pronto cuando abrían la primera botella y brindaban enmudecidos y solo disfrutaban de su compañía placentera.