En medio del calor de los besos y las caricias subiditas de tono.
—¿Que pasaría si yo te pidiera quedarme con Sakura?
Jiraiya dejo de besarla y se separó. Estaban en su oficina con la tranquilidad que nadie los descubriría por la hora. Ya hace varios minutos que se habían ido todos a su casa a excepción de ellos.
—Sabes que Sakura no es una opción.
Tsunade se cruzó de brazos.
—Para mi no pero para tu amiguito con la chequera a reventar, si
Jiraiya se llevó las manos al cabello y suspiro. Su chica si sabía cómo interrumpir un momento caliente y no era para menos. Desde que había tenido ese bebé de león en sus manos, se había obsesionado. Quizá debió poner un alto desde el principio y ahorita se estaría evitando estos dilemas.
—¡Vamos Tsunade! Es solo un capricho tuyo. Si aceptas casarte conmigo podemos adoptar un bebé normal. Una niña más bonita y menos ruidosa que ese intento.
Las lágrimas se comenzaron a acumular en los ojos de Tsunade, sus palabras le habían dolido más de lo que imaginaba y más cuando sabía que lo de Sakura no era un simple capricho. Era amor maternal. Siempre se había considerado una chica fuerte pero habían cosas que pasaban de ella y Sakura había liberado esa parte sensible de ella. Comenzó a componerse los botones de su blusa furiosa y a arreglarse el cabello.
—Entoces quizá debería ponerle precio a lo nuestro.
De reojo miro como esté abrió la boca de pura sorpresa pero no sé quedo a esperar una respuesta. En cambio se fue, bajo los largos tramos de escaleras y se inmiscuyo en la cocina. Las lágrimas para este momento comenzaban a caer entre sus manos temblorosos.
Sabía que Jiraiya no le ayudaría con Sakura y que su única alternativa era buscar un plan para llevársela lejos. Sin embargo la seguridad de aquel recinto era moustrosa y que sólo las salidas concedidas por Jiraiya al parque podrían ser el camino correcto. Eso sí no la tuviera amenaza con su padre.
Apretó su puño y le pegó sin contemplaciones a la mesa que crujió bajo su fuerza pero que aguanto su arrebató. Su mano no quedo en mejores condiciones pero el dolor no fue suficiente para anestesiar a su corazón. Procedió a calentar un poco de leche fresca que luego colocó en vaso de plástico.
Desde hace unos días su pequeña Sakura venía suplicándole por la salida al parque justamente el día del festival. Ella era demaciado inteligente y trataba de no poner en su frases al chico y su dichosa fiesta sin embargo ella lo sabía todo.
La pequeña leona estaba tan metida en conseguir su objetivo que no comía, no siquiera por qué ella le llevaba la comida. Después de casi dos días de hacer berrinche debía reconocer que era tenaz. Así que como una pequeña tregua le llevaba un poco de leche que no todos los días podían tener.
Bajo a las celdas y cruzo un par de pasillos antes de toparse con una habitación. Desde que ese hombre había comprado a su cachorro, muchas cosas habían cambiado. La calidad de su comida, una habitación en vez de una jaula, los paseos al aire libre.
—¡Sakura!
Le hablo Tsunade abriendo con su llave la puerta de su habitación. Una que estaba pintado con un delicado rosa y que tenía muchos peluches.
—¡Sakura!—Repitio sin obtener respuesta y se dejó guiar hasta la gran cama que ocupaba gran parte de la habitación. —Te traje un poco de leche. Una tregua por qué tienes que comer algo.
La niña no contesto y eso empujó a Tsunade a tocar las sábanas que hacían bulto en su cama. Las sábanas estaban frías y no le tomo ni dos segundos levantar las mismas para descubrir un montón de peluches y ropa.
El vaso de leche resbaló de sus manos y su sorpresa casi la hace gritar.
No podía creer que hubiese escapado. Mejor aún no podía creer que lograse escapar. Repaso la habitación y no descubrió nada extraño. No había manera de escapar a menos que le hubiese robado su llave a alguno de los técnicos que tenían acceso. Que solo era tres. Jiraiya, Kurenai y ella.
Sin pensarlo dos veces saco el celular de sus bolsillos y llamo a su amiga. Un timbrado, dos y una voz le contesto. Una voz alterada.
—¿Dime que no perdiste tus llaves?
La voz a través del teléfono suspiro derrotada.
—No se cómo pasó.
Tsunade se llevó una mano a la cabeza. Hasta donde pudo haber llegado su pequeña Sakura por buscar a ese niño. No podía tener mucho tiempo de haber escapado y tampoco podía haber conseguido todas las llaves. Colgó sin responderle y salió del área de jaulas al exterior. La propiedad era bastante grande pero dudaba que Sakura se inclinará por las puertas aseguradas y vigiladas.
No, debía haber otra opción.
Solo entonces recordó el lado del barranco. Un lugar que nadie se atrevería en saltar y que además podría ser muy peligroso. Corrió por la hilera de árboles hasta donde esté terminaban. Comenzaba a oscurecerse pero algo peculiar la detuvo en el camino. Los arruñones en un árbol que luego se pedía en la pared y un pedazo de tul rosa entre el alambrado.
Tsunade se rió.
Ese vestido se lo había mandado Kakashi para cuando la visitara y era gracioso que la niña no quiciera ni siquiera probarselo pero si para un festival con un niño que había conocido en el parque. Ese tal Sasuke.
Ahora le tomaría unos veinte minutos llegar al parque pero se llevaría una desilusión al no encontrar al niño porque el festival ya había terminado hace horas. Quizá debía sentir pena por ella pero así era lo mejor.
Con más calma tomo su auto y llegó al parque. En el camino encontró un lugar de churros que estaba por cerrar y compro una triste porción de churros fríos con azúcar. Quizá eso le ayudaba a a levantar el ánimo más no sé espero que bajo los rayos de la luna estuvieran dos niños bailando bajo los pétalos de un árbol de cerezo. No importaba si ella tenía barro en una de las mejillas, un raspón en la rodilla o el vestido roto.
El la había esperado con la seguridad que ella llegaría...
...
¡Hola mariposas!
¿A qué no es una ternura?
Y chupate ese Kakashi jajajaja..
Espero que su día este lleno de bendiciones, no como el mío que ha sido una continuación de una fuente gripe.
Nos vemos pronto no sin antes recordarles de mi nuevo perfil de novelas románticas LiaDiso y para lo que quieran unirse al grupo de WhatsApp, hable me por privado.
Besos y abrazos
Lia Diso 😘
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Sakura
Fanfiction//Fanfic de las nuevas especies// Libro #2 La hembra 27 es considerada un fallo de industrias mercile, se preveía que fuera tan fuerte como sus genes de leona albina digna de someter a las pruebas de cría pero desde el momento que nació supieron que...