La mirada desaprobatoria de Jiraya era suficiente para intimidar a cualquiera pero no para Sakura. Una de las advertencia que había dejado su amo, era el de no marcar su piel. Con eso era obvio que los golpes y cualquier otra cosa que le infringiera dolor, estaba prohibida. Además que no podía ser objeto de algún experimento y tampoco podía tener macho. Eso último no lo entendía pero lo dejo pasar pensando que era parte también de los experimentos.
—¡Estás tentando tu destino, 27!—Le recordó Jiraya llevándose los dedos al puente de su nariz.—¿Tienes alguna idea de lo que valía cada uno de ellos?
Sakura no podía creer que valiera mucho esos vestidos, teniendo tan poca tela aún que si lo pensaba por sus telas suaves, era un poco probable. 27 se cruzó de brazos. No iba a dar su brazo a torcer, se sentía más cómoda con lo que tenía puesto.
Jiraya dejo escapar el aire de forma muy ruidosa y procedió a agarrar su cabello blanco como la nieve en una cola baja. Luego se acercó a su closet y por varios largos segundos lo observó.
—Pierdes tu tiempo si piensas que me voy a cambiar de ropa
Le aseguro Sakura al mismo tiempo que Jiraya hacia oídos sordos y sacaba un vestido plateado con diminutas mangas y muy largo. También buscaba zapatos pero se llevó una gran sorpresa al ver que no había ninguno.
—¿Donde están los zapatos?
Sakura se rió con ganas, desde pequeña le había tratado de obligar a usar zapatos, en especial unos que la hacían ver más alta pero siempre los detesto. Ahora menos se iba a poner una cosa de esas y más si dolían tanto como los tacones.
—¿Donde están todos los zapatos, 27?—Repitio muy molesto. Algo que hizo que Sakura rodará los ojos y le señalará la pequeña ventana. La única ventana por la que observa pasar la vida y se imaginaba a momentos que no estaba encerrada esperando un destino que no quería. Quería más y quería también encontrar a Sasuke.
Jiraya abrió los ojos sorprendido y se acercó a la ventana. Solo para descubrir casi 10 pares de zapatos sobre el techo de la cancha techada que tenían para los otros experimentos. Ojalá se hubiese comprado un auto de lujo en vez de gastarselo en una mitad humano. Solo esperaba que Kakashi no importara.
Sin embargo no iba a dejar por ningún motivo que fuera vestida con un par de jeans rotos y un suéter de lana varias tallas arriba de la suya. Había recibido un cheque en los últimos años por consentir a 27. Eso incluía ropa pero no tenía ni la menor idea de donde sacaba esas prendas, probablemente tenía que ver Tsunade con esto.
—¡Ponte esto, rápido!—Le exigió dándose la vuelta para ofrecerle un poco de privacidad a Sakura pero al no escuchar nada el enojo lo embargo y la tomo del brazo con fuerza. Una fuerza que bien pudo haber dejado marcas en su brazo pero que parecía no importarle.
La obligó a punta de jalones a que lo acompañará, no sabía a donde iban y la incertidumbre la puso mas nerviosa. Comenzó a gruñir y a intentar safarse de su agarre pero este era fuerte. Bajaron un largo tramo de escaleras y cruzaron al área donde se suponía estaban los otros experimentos. Nunca desde que había sido comprada por kakashi había convivido nuevamente con ellos y no sabía con qué se iba a encontrar pero cada vez que bajaba sentía como el frío le calaba los huesos.
Bajaron otro tramo de escaleras y lo primero que se tomó fue con unos barrotes oxidados. Ellos estaban encerrados en un jaula y en un lugar muy frío. Jiraya le hizo una seña a un técnico para que abierta la puerta pero justo en ese momento un hombre llegó corriendo.
—¡Kakashi acaba de llegar!
Jiraya apretó los labios en una línea fina.
—Entretienelo unos minutos, ya subo.
—Eso no será posible, Kakashi esta impaciente y quiere verla. Hasta ha dicho que si tratamos de escondela sacara a luz este lugar.
Jiraya maldijo y miro con la peor de las caras a Sakura.
—Te has salvado esta vez pero si no te comportas con tu amo, te juro que vas a conocer este lugar y te obligare a pasar una noche aquí. No me importa si tengo que hacer unas marcas en tu hermosa espalda.
Sakura asintió y se dejó llevar de regreso. Probablemente se iba a tener que cambiar sin objeción alguna pero en el momento que cruzaron el lobby se toparon con Kakashi.
Jiraya rápidamente la escondió en su espalda.
—Por un momento creí que la estabas escondiendo de mi, vamos, déjame verla.—Expresó Kakashi acercándose a pasos agigantados sin embargo Jiraiya le puso un alto.
Algo que causó que Kakashi levantara una ceja y apretaba los puños.
—Ell tubo un contratiempo y no esta lista. Deja que suba a su habitación y se arregle. Solo dame un poco de tiempo más.
Kakashi no estaba convencido y a cambio pasó de largo con dirección a la hembra escondida detrás de Jiraya. No le tomo mucho tiempo toparse con una cabellera abundante de color rosa y una menuda mujer envuelta en algo tan grande de lana verde.
—¡Creo que no será necesario!
Dijo al tiempo que tomaba su mano tan blanca como la leche y la sacaba de sus escondite. Kakashi la observó de arriba a bajo, fascinado. Era tal y como esperaba que fuera a pesar que su atuendo no le dejaba ver con más claridad. Sus rasgos estaban bien marcados y tenía el aspecto de un felino, también podía ver esas uñas extremadamente largas y fue inevitable que se las imaginará incrustadas en su espalda.
Sakura le gruñó sin saber por qué lo hacía, quizá por que el hombre le daba mal espina. Podía ser el hombre más rico del mundo, podía ser guapo a pesar que una tela cubría sus nariz y su boca pero le aterrorizaba pensar que el era su dueño.
—¡Es hora de irnos gatita!...
...
¡Hola mariposas!
Que se imaginan que pensara Sakura al ver a los otros de sus especie, cambiará de idea y aceptara irse con Kakashi al punto de olvidar a Sasuke.
Nos vemos pronto
Besos y abrazos
Lia Diso 💫
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Sakura
Fanfiction//Fanfic de las nuevas especies// Libro #2 La hembra 27 es considerada un fallo de industrias mercile, se preveía que fuera tan fuerte como sus genes de leona albina digna de someter a las pruebas de cría pero desde el momento que nació supieron que...