MOTHER NATURE [ BNHA ]

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Moriko se sintió mal al no esperar a Izuku para entrar juntos a sus nuevas aulas, como habían acordado previamente, pero estaba muy emocionada por iniciar la escuela. Su vida como heroína empezaba aquí. Estaba tan nerviosa en la mañana que lavo todos los platos y el baño de su casa. ¡Pero se sentía contenta y emocionada! Por lo cual no pudo esperar a que Izuku llegará, aparte que el chico estaba llegando tarde, y entró al colegio en busca de su aula.

«Aula, Clase 1A» repitió mentalmente, buscando en los pasillos su aula.

Observó la gran puerta delante de ella con los ojos asombrados, dentro suyo sentía mariposas volando de emoción. Dejó salir un chillido entusiasta.

Lo primero que vio al abrir la puerta fue Katsuki sentado en uno de los primeros asientos, con los pies en la mesa. Se sorprendió al verlo ahí, pues no se imaginaba que les fuera a tocar juntos. Pensó en acercarse a saludar, pero se percató del chico de lentes del auditorio encaminándose hacia el sitio del Katsuki.

«Me tocó con el odioso. Genial...» pensó sarcasticamente, refiriendose al peliazul.

Moriko pudo presentir que se generaría problemas, por lo cual decidió sentarse en el lugar más alejado posible. Visualizó un sitio libre en la última fila, al costado de una ventana. Al sentarse se percató del chico que se sentaba a su costado en la columna paralela a la suya, tenía el cabello de dos colores y una cicatriz en el ojo izquierdo. Moriko decidió saludarle y empezar a hacer nuevos amigos. La parte que más le emocionaba sobre ir a una nueva escuela era hacer nuevas amistades.

—¡Hola! Mi nombre es Hayashi Moriko, ¡un gusto en conocerte!—extendió su mano, presentándose formalmente con una dulce sonrisa en su rostro.

El chico no se esperaba su saludo, por lo cual saltó disimuladamente del susto cuando Moriko le hablo.

—Uh, Todoroki Shoto.—se presentó también en un tono monótono, miró la mano extendida de la muchacha y dudo por dos segundos si tomarla o no.

Lentamente, la agarró.

—¡Es un gusto, Todoroki! ¡Espero que podamos ser buenos amigos!—luego de estrechar las manos, Moriko pensó que Shoto le seguiría la conversación. Pero al ver que este se volvió a su asiento mirando el cuaderno que tenía al frente, descarto esa idea. Supuso que se encontraba ocupado así que decidió dejarlo en paz.

Emocionada por hacer amigos, Moriko miró al frente suyo y se fijó en su compañera de adelante. Tenia su pelo negro recogido en una coleta y olia a perfume caro. Pudo escuchar como la chica escribía algo en su cuaderno, Moriko se levantó un poco del asiento y miró detrás de su hombro lo que la chica estaba escribiendo.

—¡Woah! Tu letra es muy bonita.—la elogio sin pensar, al darse cuenta se avergonzó.—Oh, perdón, no quise espiarte por detrás.—comentó riendose ligeramente.

—¡No te preocupes!—la chica le regaló una sonrisa para calmarla.—Me llamo Yaoyorozu Momo, ¿y tú?

Moriko se puso contenta al ver que la chica le siguió la conversación; podría haber terminado su pequeña charla en ese momento, pero no lo hizo.

—Hayashi Moriko, ¡Mucho gusto!—le respondió sonriendo alegre.—¡Tu letra es muy elegante! Me gustaría escribir así, es muy linda.

—Gracias, eres muy amable—Momo se sonrojó un poco por su cumplido.—¿Sabes? Si quieres yo...

Su agradable conversación se vio interrumpida por unos gritos provenientes de los sitios de adelante. Al ver de quienes se trataban, Moriko rodó los ojos.

—¿No crees que eso es descortés con los estudiantes superiores de U.A. y la gente que hizo el escritorio?—preguntó el de lentes, señalando los pies de Bakugo los cuales seguían puestos en su escritorio.