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⃝⃕XV

"Yo digo que mientes" Le reclamó Jimin una vez que empujaba la puerta de su aula de deportes.

"Que no miento" Atacó Jungkook empujado el carrito con los balones de baloncesto lejos de su camino haciendo que empujase a un alumno, ambos chicos caminaron mirando a otro lado tratando de parecer inocentes.

"Tienes que admitir que suena poco creíble, Kook" Comentó Han. "En todo el tiempo que han estado esos dos en el colegio nunca había pasado algo de esa clase y menos con alguien de nuestro nivel."

El castaño tenía en su mano uno de los balones, rebotandolo de una mano a otra hasta que terminó por golpear en la espalda a Jiwon una vez que se escapó de las manos.

"Han" Reclamó el mayor hasta tomar el balón y lanzarlo contra el estómago del chico.

Jungkook no entendía por qué sus amigos no le creían, todo era verdad, no mentía. Sabía que era algo difícil de creer, que era casi imposible o más bien imposible, pero había ocurrido y no había sido un sueño, pues hacía tres semanas de lo ocurrido y jamás olvidaría que había compartido  cama con Kim Taehyung, que el peliplata había jugado con él en su habitación y que había platicado de algunas cosas demasiado íntimas de su vida.

"Dijo algo que aún no entiendo"

Park estaba ya acomodandose al lado de su amigo más alto, quitándole el balón de sus manos antes de iniciar él mismo a votarlo en el suelo hasta que llegó frente de él.

"¿Qué no entiendes?"

"Taehyung dijo que su Hoseok había sido de ayuda en un problema"

"Hablas de la vez que intentaron llevarse a Namjoon" Preguntó el castaño que una vez se encargaba de acomodar su sudadera del uniforme deportivo.

"Hoseok es el hijo de un distribuidor de armas, no sólo vende al ejercito sino también a los otros negociantes"  Sus dedos de Jiwon haciendo comillas con sus dedos. "Su papá en realidad es el jefe de la mafia"  Aclaró una vez que se encargaba de pegarse a su oído poniendo su mano para poner una barrera y el sonido no se escapase a otros oídos.

Una vez que Jiwon se separó de él pudo ver la imagen de los reyes del lugar junto con los otros dos menores entrar por la puerta del gimnasio con ropas que no eran el uniforme,  no era extraño que ese grupo llegará de aquella manera y mucho menos que los profesores se encargaran de dejarles hacer lo que les placiera.

"Bien" Habló la profesora Choi colocándose en medio de la cancha de básquetboll, su silbato en sus labios sonó llamando la atención de todos en el lugar, agitando su mano para indicarles hacer un círculo en el medio de la cancha dividanse en seis  grupos" Gritó la mujer al poner el balón en sus manos.

"Odio tener clase con todos los demás grupos" Lloriqueó el más alto al pegarse a la espalda de su mayor el cual sólo terminó por bufar ante el conocimiento del fracaso al tratar de alejarse de él.

"Que pesado"

"A ti todo te da pereza" Regañó Jiwon.

"Eso es porque soy el más enano en un juego donde la altura es lo más importante" Hruñó el más bajo al incogerse de hombros.

Poco a poco los alumnos se fueron separando, cada grupo tenía sus propios amigos y ellos sólo eran cuarto, por lo que tuvieron que aceptar a otros dos alumnos.