Mi némesis/Mi todo

Capitulo 2._Huida/Viaje

En qué momento se metió en problemas y está vez no hizo nada, ni siquiera intento ser el mismo.

Se supone que se fue, tenía una maleta de viaje de solo unos días, volvería cuando todo estuviese tranquilo y sus padres se rindieron con su hermano una vez el abogará por el, algo que pasaría y siendo el tan convincente, nada tenía que temer y menos soportarlos en su plan de padres decepcionados, padres modelos y ejemplares, algo que no eran en realidad.

Abordo el tren, fue a un camarote de lujo, de primera clase que su hermano pago y está vez no se opuso, el también podía darse ese lujo pero no quería usar el dinero que luego sus padres le enviaban, cambio su peinado y sus ropas, lucía como un Omega más del montón, bonito y lindo, dulce y atrayente pero con ganas de matarse porque en realidad al verse antes en el reflejo de la ventana noto que no se había puesto su maquillaje y maldijo que esto lo haya hecho ser descuidado pero había sido difícil después salir a buscar sus "medicinas" por su momento de vulnerabilidad al desprender su mente por unos días de lo cansado que estaba y su disgusto enorme que regresaron a el de golpe para quedarse sufriendo y lo peor es que esto no fue de solo tres o cuatros días duro más de lo anticipado y era un verdadero problema, debió recordar que el no haber tomado más de su medicina en meses atrás por culpa de su compañero y sus malditas sospechas de que podía haber drogas cerca por su aroma dejo de tomar la "medicación" correcta, no podía negar que al tener un compañero de piso era muy ventajoso pero a la vez una molestia y estas eran las consecuencias.

Hasta su propio hermano debió darse cuenta y por eso le decía que tuviese cuidado, ahora estaba preocupado.

Esperaba que su ausencia no molestara o trajera sospechas a sus enemigos, en especial a dos malditos Alfas.

El sabía que el Lord del crimen era un Alfa, pero no cualquier Alfa, era uno dominante y las veces que lo tuvo cerca casi tuvo que mantener distancia pero sobre todo cuidado de que no se diese cuenta y eso funcionó bastante bien, creyó que era un Beta y no negó nada para decirle que tan equivocado estaba, pero ese era un secreto suyo que se guardaría bastante bien, pero del otro Alfa era toda una historia diferente.

Amaba los rompecabezas y pistas como los crímenes tan meticulosamente preparados, diseñados y puestos en escena para que el los resolviera pero tampoco podía evitar tener cuidado porque una vez se dio cuenta de quién era fingió bien no saberlo y aún teniendo breves encuentros, charlas amistosas y sobre todo interesantes tenía un poco de desconfianza, que esa solo fuese una fachada y una buena elaborada actuación para tratarlo como un peón más de su juego y por eso tenía cautela.

Y hablando del otro Alfa molesto, le repugnaba y hasta muchas veces odio su cercanía como su olor, hasta su manera de ser pero debía ser cauteloso como un simple Beta y no aguantar como un Omega más la presión, odiaba ello y eso temía, tenía miedo de que usará eso a su favor y cumpliese su maldita amenaza de hacerlo suyo y lo odiaba de pensar, de solo pensar en unirse y tener a sus hijos, lo asqueaba al grado de que si llegase a pasar se suicidaría primero y lamentaría dejar a su hermano a quien a pesar de todo amaba, al ser el único Alfa en quien ha podido confiar en su vida y seguridad pero no soportaría el monopolio y y por qué ha luchado arduamente.

Sobre su amigo, su querido John, su fastidioso doctor, no es que no confiara en él pero era un Alfa hecho y criado con sus costumbres, listo para casarse y ser un ejemplar jefe de familia que cumplía y como un buen hombre que no se dejaba llevar por sus deseos pero ya había comprobado que al salir con mujeres betas y mujeres Omegas, la idea de pasar con un Omega varón no estaba en sus planes y por la manera en que se refirió una vez a los Omegas varones lo hicieron darse cuenta que les tenía un pavor inculcado y un desagrado que lo hicieron perder la confianza y mantenerse firme en su decisión de no decirle la verdad pero por su culpa ahora tuvo esa inestabilidad tan grave que debía tomar las medicinas nuevas y dejar de ocultarse.