Mónica es una chica solitaria y retraída cuya vida ha sido marcada por la muerte de sus padres, producto de su dócil carácter es victima de muchos abusos en el colegio en el que estudia, su vida da un giro tremendo cuando por cosas del destino tie...
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No tuve problemas para ingresar a la casa, sin embargo, no he dormido casi nada, mis parpados pesan, he realizado un esfuerzo sobre humano para no dormirme en las clases, no he tenido noticias de Kizu, espero que haya cumplido con lo que dijo, "y no pararé hasta que cada humano haya desaparecido ¿entiendes eso?" las palabras de ella retumban mi mente cada cierto rato, la directora del colegio entra en el aula junto a un policía, interrumpiendo la clase estoy segura de que lo he visto antes, casi estoy segura de que viene todo esto
—tengo lamentables noticias para ustedes, seré directa, perdonen, su compañera Aalanah fue hallada sin vida esta mañana —todo el salón ahoga un grito por las palabras —sus amigas Esther y Camila llegaron al hospital con graves heridas, sin embargo ya están fuera de peligro, el oficial Connors, es el padre de Aalanah y tiene algunas palabras para ustedes— el oficial da algunos pasos adelante, su rostro se ve muy serio, demasiado diría yo para alguien que acaba de perder a su hija, maldición ¿Por qué todo tuvo que terminar así?
—escuchen jóvenes, el cuerpo de mi hija fue encontrado esta mañana totalmente despedazado en el viejo aserradero, sus amigas están en el hospital ahora, nadie sabe quien las llevó no podemos asociar lo que les pasó a ellas pero estoy seguro de que lo descubriré, si alguno de ustedes puede decirme que estaba haciendo mi hija en ese lugar estaría realmente agradecido, si no lo saben pero tienen alguna información relevante también se los agradeceré, pero si por otro lado saben algo y deciden callarse, créanme, lo voy a averiguar, iré tras ustedes y no me detendré hasta que paguen— dice y no puedo evitar tragar hondo, siento una mirada quemándome, es Natahel, ¿Por qué no deja de mirarme? Jamás me había sostenido la mirada tanto tiempo
—señor Connors, sabemos que es un momento difícil, pero le recuerdo que estos son estudiantes y la mayoría son menores de edad, no es la forma de dirigirse a ellos si no tiene nada más que decir al respecto le acompañaré a la salida— dice la directora, el padre de Aalanah se retira y ella lo sigue
En vista de lo ocurrido las clases culminan temprano, lo cual es perfecto, supongo que estaré más tiempo con Kizu, bajo las escaleras muy deprisa o eso pretendo cuando Natahel aparece frente a mí, choco de lleno con él, siento que me he estrellado con un muro de roca sólida, mis manos están sobre su pecho, se siente muy resistentes... ¿pero que estoy haciendo? Retrocedo y sé que debo estar ruborizada
—¿a dónde vas con tanta prisa? — me cuestiona ¿de verdad me está hablando? Siento que mi vocabulario desaparece —¿vas a responder? — insiste
—voy... a casa...— le digo mirando al suelo
—¿puedo acompañarte? quisiera hablar contigo de algo— me dice y mi rostro comienza a calentarse
—¿quieres acompañarme a casa? — cuestiono, esperando no haber escuchado mal
—es lo que dije, ¿puedo? — me dice y luego de casi desmayarme asiento con la cabeza
