Bad Boy, Rude Girl (CANCELADA)

Capítulo 8

Aun apoyada en la puerta de aquella habitación pensaba en lo ocurrido apenas algunos minutos, no quería ser como las chicas que con tan solo un beso caían rendidas a los pies de Dylan. No podía negar que había sido maravilloso estar entre sus brazos, el muy idiota sabia muy bien que hacer, incluso borracho. Unos fuertes golpes en la puerta interrumpieron mis pensamientos.

—¡¡¡KIMBERLY, MALDITA SEA SE QUE ESTAS AHÍ, ABRE LA PUERTA!!! — Me asuste al oír la voz de Dylan al otro lado.

— ¡¡¡ESTOY OCUPADA , DÉJAME EN PAZ!!! — Le conteste intentando controlar el temblor en mi voz.

— ¡¡¡ COMO NO ABRAS LA PUERTA TE JURO QUE LA TIRO!!! — El miedo se apoderó de mi, ¿por qué estaba tan furioso?, conseguí apartarme antes de que Dylan pegase una patada a la puerta y la abriese de golpe, me levanté rápidamente del suelo e intente esconderme detrás de la gran cama que había en medio de la habitación. Nunca dudé en enfrentarme a Dylan pero en ese momento mi cerebro me dijo que era mejor no discutir con el.Cerro la puerta detrás de él.

— Aquí estas maldita calienta bolas, ¿qué te crees? ¿qué puedes ponerte a zorrear conmigo y después largarte cómo si nada? — Esas palabras me hirieron, sabía que estaba borracho pero aun así no pude evitar sentirme mal. Le vi acercarse con paso rápido.

— Ni se te ocurra acercarte o....— Sus ojos se veían inexpresivos y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

—  ¿O que?, ¿vas a gritar? porque te aviso que nadie te va a escuchar, están todos bebidos y pasándoselo bien.

— Dylan ya basta, déjame ir.

— No, ya estoy harto, tu me deseas así que deja de hacerte la mojigata.

— YA ESTÁ BIEN DYLAN,ME HARTÉ, ESTÁS MALDITAMENTE BORRACHO Y NO SABES LO QUE ESTAS DICIENDO, DE TODAS FORMAS NO ME ACOSTARÍA CONTIGO NI POR TODO EL ORO DEL MUNDO.

— No lo entiendes ¿ verdad?, es simple, me deseas y para cuando quieras aceptarlo yo ya habré encontrado a alguien que me satisfaga.

— Ni en tus mejores sueños va a pasar eso. — Después de dirigirme una mirada fría que me dejo estática se dio la vuelta y abandono la habitación dando un portazo. Me senté encima de la cama aun conmocionada por lo que había pasado, era la primera vez que veía aquella expresión tan fría en sus ojos. De alguna manera eso me afectaba y no sabia porque.

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Un mes había pasado desde aquella dichosa fiesta, un mes en el que Dylan dejo de molestarme y en el que sus miradas frias se hicieron habituales. No era capaz de entender que era lo que había hecho para que el se comportara de esa manera y me dolía.