하나

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Antes de Gahyeon, Siyeon era bastante infeliz.

Vivía a base de tonos grises, blancos y negros, y era algo literal, porque en este mundo ella no podía ver colores. Era algo normal entre gente de su edad, y más aún sin haber encontrado a su alma gemela.

Siyeon era una chica divertida, no era la clase de persona que demuestra sus debilidades, y jamás se la veía triste. Pero la realidad es que cuando nadie la veía, ella se volvía alguien diferente.

Llantos y lamentos, de eso se trataba su oscuridad.

Hasta que una chica nueva entra a su clase, y cuando se miran a los ojos la primera vez, Siyeon logra distinguir el color del mundo, aunque fuera solo durante un segundo.

Ella también lo había sentido, se dio cuenta, puesto que ambas saltaron en sus lugares al ver lo que había pasado.

La chica se acercó a Siyeon durante el receso, y al hablar conoció su nombre; Gahyeon.

Los primeros días eran fascinantes, se miraban a los ojos todo el tiempo que podían, y veían lo hermoso que tenían en frente. Y lo mejor era lo bien que congeniaban, lo bien que se sentía Siyeon ahora que Gahyeon estaba en su vida. Sí, no resolvió todos sus problemas, pero era suficiente.

Y con el pasar de los meses, se volvían más cercanas. Con el pasar de los meses, sus sentimientos crecían.

Gahyeon fue la primera en decir 'me gustas', y Siyeon fue la primera en decir 'te quiero'.

A veces Gahyeon se metía en su habitación, y prendían las luces para mirarse mejor. Siyeon comenzó a memorizar cada parte del rostro de Gahyeon, desde la hermosa forma de sus labios hasta lo lindo de sus ojos, lo bello de su frente y lo precioso de sus mejillas.

Poco a poco, fue besando cada parte del rostro de Gahyeon, besando primero sus costados, sus párpados, su nariz, su frente y terminó en sus labios.

Fue su primer beso, y no pudo haberse sentido mejor.

Esa misma noche, Siyeon podía decir que comenzaba a ser completamente feliz.

"Quiero que conozcas a mis amigas."

Siyeon dejó de mirar sus ojos, los cerró por un momento y los volvió a abrir. El miedo de no ver colores estando con Gahyeon era demasiado.

"¿Crees que eso está bien?" preguntó con algo de inseguridad, nunca había conocido a alguien que fuera cercano a Gahyeon, pero sabía que debía hacerlo en algún momento.

"Por supuesto." le sonríe y la vuelve a besar, esta vez es incluso más mágico que antes. Las manos de la menor eran tan suaves, tímidas contra la piel de Siyeon, y esta última sentía que se encontraba en el cielo.

Pero no pasa a más esa noche, porque Siyeon aún no estaba lista, y porque Gahyeon respetaba su decisión.

Al día siguiente, Gahyeon la llevó con su grupo de amigas.

Primero le presentó a Minji, quien la saludó en un abrazo como sí fueran las mejores amigas del mundo. La segunda fue Yubin, ella era más reservada y tímida, por lo que solo le dio una leve inclinación de cabeza.

La última fue quien se quedó en la mente de Siyeon.

Bora era una chica particularmente extrovertida, incluso más que Minji, así que ella no sólo la abrazó, sino que también le dio un beso en la mejilla.

Entonces, cuando ve sus ojos, el color aparece en su mundo.

wonderwall | suayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora