La casa se encuentra en silencio a excepción del baño.
Del cual provienen ruidos de fuertes arcadas y toses.
En este se encontraba un joven expulsando pétalos y espinas con manchas color carmín.
Su respiración es agitada, el sudor baja por su frente, su garganta ardía y podía sentir como las espinas la cortaban por dentro.
Luego de unos minutos pudo dejar de expulsar los pétalos y espinas.
Bajó el inodoro y limpió la sangre de su boca con su mano, de forma lenta se levantó y fue al lavamanos, abrió la llave, se enjuagó los dientes y lavó sus manos, borrando todo rastro de sangre.
Caminó despacio a la puerta y, de igual forma, a la cama, donde se dejó caer.
El dolor en su pecho era insoportable, por lo que lágrimas recorrían las mejillas de aquél joven, sus pulmones ya no llevaban tanto oxígeno a su débil corazón.
En cualquier momento el joven moriría.
Y él lo sabía.
Pero no podría importarle menos.
Estaba conciente de que podría morir en ese mismo instante, y nadie se daría cuenta hasta días después.
Pero era su culpa.
Al menos eso pensaba.
Pues si hubiera hablado con alguien de su situación, si se hubiera permitido desahogarse cuando pudo haberlo hecho, talvez en ese momento no estaría sólo.
No estaría sólo, con su vida dependiendo de un hilo, que poco a poco se estiraba más, que con el más mínimo peso en el, se rompería y acabaría con su vida en un instante.
Aunque no tenía mucho por lo que continuar si lograba vivir.
Lo único que creyó lo hacía vivir feliz.
Lo único que logró hacerlo sentir vivo.
Lo estaba matando en esos momentos.
Lenta y dolorosamente.
Con las últimas fuerzas que le quedaban, luchó para ponerse nuevamente de pie.
Fue hacia su escritorio, tomó una hoja blanca y una pluma.
Entonces, con dificultad, empezó a escribir sobre el blanco papel.
Si iba a morir, al menos dejaría evidencia de lo que alguna vez sintió.
Talvez no serviría de nada.
Talvez nadie encuentre la carta.
Talvez a nadie le interese.
Pero al menos haciendo eso podría liberarse de todo con lo que cargó él sólo.
Podría irse en paz sabiendo que por lo menos dejó escrito lo que sentía por él.
Podría dejar pasmado que pudo amar a alguien.
Podría confesar, de cierta forma, sus sentimientos a él.
Aunque fuera demasiado tarde para él mismo.
Aunque no logré ver la reacción de él al enterarse de sus sentimientos.
Aunque a él no le interese en lo más mínimo.
ESTÁS LEYENDO
Hanahaki
FanfictionHanahaki. Una enfermedad que todos temen tener. Pero nadie puede evitar o detener. Solo hay tres caminos que pueden surgir de ella. - Que tus sentimientos sean correspondidos. - Que decidas someterte a una operación con la que se irá la enfermedad...