TE HARÉ RECORDAR || Temporada Dos [Editando]

04. Mi Heroína Y Su Héroe

Cat Noir 

Tikki. 

Tikki. 

Tikki. 

Y Tikki. 

No puedo creer de que puedes meterme en problemas. 

¿Dónde estás, 'come galletas'? 

Me acerque a la acera del techo para asomarme hacia la avenida principal de la ciudad. Los carros pasaban con normalidad a pesar de que hay un akuma alocado por la ciudad. En verdad no hemos acostumbrado a tantos ataques de Shadow Moth de que ya ni siquiera los ciudadanos les temen. 

¿Qué clase de supervillano te haz convertido, Shadow Moth? 

—Ay Plagg, ¿por qué la dejaste irse? —pregunte inútilmente porque sé que no podía responderme. Sé que me escucha y eso era suficiente para mí. 

Estaba preocupado aunque en realidad, preocupado se quedaba corto. 

Tikki, el Miraculous más poderoso a parte del mío estaba afuera, solo y perdido. Si Su-Han se enterará me colgaría en la Torre Eiffel frente a todos. No tenía dudas de ello. 

Aun tenía tiempo para encontrarla, de vencer al villano y luego para pensar en algún regaño hacia esa come galletas de Tikki. Iba a continuar con mi camino en busca de ella cuando una luz opaco la visión de mis ojos ya que era demasiado fuerte, entrecerré mis ojos y con la ayuda de mi mano los aliviane un poco para que no me diera directo la luz. Ya podía presentir quien era y de lo mal que me iría.

La luz se desvaneció pero me dejo con un Su-Han muy enojado. 

—¡¿Dónde está Tikki?! —exclamo como si estuviera enterado de que había perdido a esa rebelde Kwami. 

En verdad ya no sabía que pensar de ella. Cuando estaba con Marinette, nunca pareció querer actuar por su cuenta. No entiendo el porque conmigo, ella hace lo que quiere. Me siento doblegado y timado. 

Su-Han se me acerco de esa manera amenazante y sus enormes cejas ayudaban para ponerme incómodo. 

—Está.... recargando su energía —mentí con descaro pero sonreír para hacerlo más creíble—. No puede transformarme si no está recargada —explique como si fuera un experto en el tema y Su-Han fuera el chico nuevo y de la inútil información porque no sabía nada. 

Era más a la inversa pero en este momento me servía hacerme el tonto. 

—Mientes pésimo —confesó, bajando mis orejas de gato ya que eso sintió como un golpe muy bajo de mi persona. 

Qué triste, ni siquiera puedo ser un buen mentiroso ¿Qué le esperara a mi desgraciada alma? 

—¿Dónde está? —Volvió a preguntar inútilmente porque no le tenía la respuesta—. ¡No dejes que se acerque a Marinette!

Me advirtió una vez más. Marinette no debe de acercarse de nuevo a los Miraculous. No debe de verlos, no debe de hablar con ellos, no debe de saber que son, de donde vienen o que antes los ha tenido; todo eso me repetía Su-Han cada vez que iba a casa para que pudiera hacerme recordar la razón por la que la tenemos alejada de esto. 

Dice que ella fallo, tuvo su oportunidad de vencer a Shadow Moth y no tendrá otra para querer intentarlo. Es totalmente injusto con ella. Sé que Marinette tiene derecho a saber lo que paso, de que conoció los Miraculous y que fueron una enorme parte de su asombrosa vida. Sin embargo, también tenía muchas razones por las que no debería de decirle la verdad: su seguridad.