○{estan locos}○

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Después de que Marshall terminó su llamada, decidió seguir platicando con sus dos acompañantes, por su suerte la niña inicio una conversación.

- ¿quien era? - pregunto con la duda recibiendo un codazo de su hermano -.

- bueno, era mi hijo, jeje creo que tiene tu edad, oh ¿cuantos años tienes? - pregunto viendo a César -.

- 17 -.

- entonces es un año menor jeje el tiene 16, es torpe, hay que decirlo, pero muy...muy serio, saco el carácter de - dijo esto con un tono de preocupación - mi esposa siempre está ocupada y casi siempre tengo que venir a la ciudad, pero el también sale por lo menos 2 horas jeje creo que se llevarán bien con el ¡Oh! Y con Richie, ese niño siempre es muy calmado.

- ¿también es su hijo? - pregunto César -.

- jeje no, es de unos amigos también son amigos de tus padres, ellos viven en la selva y como el niño tiene que ir a la escuela me lo dejan y sólo vienen por el como a las 6 de la tarde - sonrió - también van muy seguido Ángel, Kevin, y algunas veces Damián con sus hermanitas jeje la casa se nos llena de puros jóvenes, ¡miren ya casi llegamos!.

Señaló a la cabaña, los hermanos tenían la curiosidad de conocer nuevas personas, incluso César, los tres bajaron, seguían platicando mientras Marshall sacaba las llaves y las metía por el cerrojo de la puerta.

- espero que mañana estén los demás, pero por hoy creo que sólo conocerán a mi- Oh... - dijo al abrir la puerta encontrándose con 2 jóvenes con las manos en la masa - ¿pero que..

Ambos hermanos se metieron a la casa pero se detuvieron al ver el desorden que había, sólo una parte estaba acomodada la otra estaba en ruinas, llena de vasos tirados con muestras de que anteriormente había muchas más personas, una mesa estaba volteada, bueno ya saben como quedan las fiestas, entre el desorden se veía a un joven de pelo rubio muy claro y ojos azules, este sólo suspiro y llamo al otro para que recibieran el regaño, si uno se jodia el otro también.

- se puede saber ¿que mierdas estaban haciendo? - pregunto Marshall enojado, no podía decir que de joven no lo había hecho pero ahora es padre y quiera o no tenía que tomar cartas en el asunto - ¿Maximiliano?.

- .... - el chico ni dijo nada y agachó la cabeza pero voltio a ver a los dos acompañantes que miraban todo a su alrededor, si voz era algo gruesa pero no mucho - ¿quienes son?.

- eso no importa ahora, agh ¿Richie? - miro al joven alado de su hijo, su pelo largo y castaño amarrados a una coleta y su piel es algo morena, también era un chico muy honesto - ¿me puedes decir que paso?.

- .... una compañera del curso de Máx cumplía años, y como sus padres no le iban a hacer fiesta Max le dijo que la arían en la cabaña... - dijo sin mirar a Máx, se le veía muy tranquilo, al igual que su ligera voz que se le notaba tener un asentó - perdón.

Marshall suspiro viendo a los dos, sabía que no tenían malas intenciones, pero de igual manera por lo menos debían avisar, ellos ya conocían ere regaño así que prefirió mejor presentarlos, tomó a César y Sun y los acercó a ellos.

- dejando los regaños de lado, y que espero que no se vuelva a repetir, les presento a César y a su pequeña hermana Sun - dijo sonriendo ambos saludaron con su mano, miro a su hijo esperando a que se presentará pero este estaba muy enojado, al final la mano de César fue tomada por Richie que la movía rápidamente -.

- hola mi nombre es Richie ¡es un gusto conocerlos! - sonrió mientras  movía de arriba a abajo su agarre, la soltó y fue con la niña para moverla igual de rápido, esta sólo reía - ¡mi papá, mi padre y yo vivimos a las afueras de la ciudad en la selva! Por si gustan un día yo puedo llevarlos jaja.

○{¡Es Nuestro Turno!}○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora