Delirante || Willy

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Delirante Wigetta

W tiene un fetiche por las faldas y a su novio le encantan las faldas, mucha calentura y solo una cocina?

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Vegetta llegó de comprar unas frutas para su pareja, hoy se iba a quedar con el y mañana regresaría a su casa, la idea de mudarse juntos no era mala, pero no estaba listo todavía.

Entró con su llave y fue a la cocina a dejar las compras en una encimera junto a la estufa. Se dirigió hacia el dormitorio, dónde encontró a su pareja acostada, viendo el teléfono.
-Mh! Willy- Carraspeo para hacerse notar, Willy volteo y le sonrió, mientras su mirada pasaba por la bonita falda de color negro que adornaba su cintura, junto con una camisa de manga larga blanca y un knit vest cafe. Se relamío los labios al notar la mirada de Willy, alzó sus brazos abiertos y el otro se levantó de la cama y lo abrazo, para después apresar sus labios en un beso demandante.

Nos separamos y fuimos a la cocina, sentía como su mirada se paseaba por mis piernas descubiertas, no negaré me encantaba cuando el me miraba, sabía que uno de sus fetiches eran las faldas y la cereza del pastel era que a mí me encantaba usarlas.

En lo personal las faldas y ropa “femenina” como todos le llamaban para mí no tenía género, ni lo definía; cuando comencé a usar faldas, tops o blusas ceñidas en esos cortes pase malos ratos, porque la gente no podía callarse la boca, pero claro a el llegar la noche era yo el que sentía bien usando eso así que no deje de usarlas.

Entramos a la cocina y lo voltea a mirar -te traje las frutas que tanto te gustan Willy- el sonrió, con sus tan tiernos ojitos achicandose, me acerque a él y pase mis manos por sus hombros, con mis dedos repasando su espalda y cuello, el sujeto mi cintura -Muchas gracias, Vege-

Paso sus manos por mi cintura y acercamos nuestros labios, uniendolos; nuestra saliva juntándose y dientes rozando, su lengua se sumergió en mi garganta iniciando un mini baile entre ellas, nos separamos en un hilo de saliva. Apreso mi trasero con sus manos y lo estrujó, solté un jadeo y el sonrió. Nos acercamos a dónde estaba la encimera con las frutas.
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Pase mi mano sobre ella, apartando las frutas y tirando las a el suelo, tal vez me arrepienta más tarde por tirarlas, pero ahora solo pasa por mi mente follarme a Vegetta en esa encimera, levantar su falda y sumerger mi pene en su suave entrada, besarnos hasta perder el aliento y lamer sus pezones hasta dejarlos rojos, mientras apresaba mi pene y correrme dentro de el.

Seguí con mi mano bajo su falda, mientras recargue su pecho en la encimera.
-¿Qué vas a hacer chiqui?- pregunto mi Vegetita, me reí levemente y puse mi mano en su falda alzando la y dejando su culo al aire, que estaba cubierto por unos bóxers negros.

Pasé mi mano por una de sus nalgas, tan exquisitas y redondas, de imaginarme sus nalgas rebotar mientras me lo follo, me dan ganas de babear
-Vegetita ¿quién te dio permiso a provocarme con esa falda y tus deliciosas piernas descubiertas?-alce la palma y la dejé caer con fuerza, soltó un gemido y apretó sus manos -N-no lo hice con esa intención- dijo en una vocecita, negué con la boca -te tendré que dar un castigo cariño- baje su boxer hasta sus piernas y di varias nalgadas, disfrutando de ver cómo rebotaban ligeramente y el exquisito sonido que salía de Vege, sus dulces gemidos .

-Creo que haré algo más emocionante- Vegetta me miro con duda, me agache entre las piernas de el, mis ojos quedaron en la altura del culo de mi cari, separé sus dos nalgas con mis manos provocando que esté se sobresaltara, acerque mi boca a su ano pasando mi lengua por su hendidura, como si de un helado se tratara, pequeños gemidos y jadeos llegaron a mis oídos, sentí su cuerpo temblar mientras undia mi lengua en su ano, disfrutando de sentir las suaves paredes moví mi lengua en círculos, de un lado a otro, mientras apretaba mis manos para que Vegetta no moviera su trasero.
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Sentía su lengua en mi interior, soltando saliva y tocando todo mi interior, tan delicioso pensé y metí mis dedos a mi boca chupandolos, jadeos escapaban de mi boca la saliva escurriendo por mis labios, la deliciosa sensación de la maravillosa lengua de Willy. Sentí una punzada y como si de descargas eléctricas se tratara, gemi alto ante tan deliciosa sensación seguido de más golpeteos de su lengua en ese punto. Había encontrado mi punto y mi mente solo imaginaba el maravilloso momento en el que undiera su polla en mi interior.

Una de sus manos se deslizó a mi pene, masajeandolo de arriba a bajo, apretando mi punta con sus dedos, en la cocina solo se escuchaban mis gemidos. Sentí mi interior apretarse y mis ojos perderse de su órbita, grite el nombre de Willy y me corrí entre los dedos de mi chiqui. El saco su lengua de mi ano y se levantó, por mi parte solo recargue mi cabeza en la encimera, jadeando y imaginándome lo que venía.

Oí el sonido de el cipher de su pantalón y como acercaba la cabeza de su polla a mi entrada la masajeó lentamente, mientras la metía. Solté un gemido y mis ojos se llenaron de lágrimas de placer cuando entro por completo, tomo mis dos manos entre la suya y las puso en mi espalda, dejando mi cabeza recargada en la encimera. Con una de sus manos en mi trasero, comenzó a sacar y meter su pene

-Es tan delicioso tu interior, me aprieta tan fuerte- solté un jadeo, mientras sentía su polla arremeter entre mis paredes una y otra vez dejo un azote en mi culo, se sentía maravillosa la sensación de su pene tocar lo más profundo de mi interior.

-Te gusta perra? Te gusta que te folles rudo chiqui?- dijo en mi oído, para penetrarme más fuerte, tocando mi próstata,
solté su nombre entre gemidos, amaba cuando me hablaba sucio, eso y el tocar mi próstata provocó que cerrará mis ojos y soltara saliva de placer.

-M-me encanta, más Willy, más!- solté y sentí la polla de Willy arremeter en mi próstata, una y otra vez, su mano que soltaba hace nada nalgadas se dirigió a mi pene, masturbándome.

Sentí una descarga y pegue un grito, mi cuerpo lleno de sudor y mi cara bañada en lágrimas de placer, sentí mi interior apretándose y como Willy soltó un gemido, para después llenar mi interior de su semen. Me sentía tan lleno, Willy tomo mis caderas y me sentó en la encimera en la que estaba recargado. Puso sus manos en mis piernas y junto nuestras frentes sudadas, mientras susurraba cuánto me amaba. Senti cómo volvió a enterrar su polla y tomaba mis piernas para ponerlas en sus hombros, puse mis manos en su cuello.

No mentiré al decir que fue una de las mejores veces, su polla en mi interior mientras susurraba palabras cariñosas en mi oído, mis nalgas rebotando en sus piernas y sus manos recorriendo mi piernas y espalda.

Una de las imágenes que jamás olvidaré fue la de Willy, con su frente sudada y su cabello blanco cayendo en esta, mientras soltaba gruñidos y enterraba su polla en mi interior.

Después de terminar nuestras rondas de sexo en la cocina, imaginando el fastidio de limpiar más tarde, nos metimos a bañar y nos acostamos en el sillón a ver una película, sin aperitivos porque Willy las había tirado.

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Uff me gustó cómo me quedo 🥵🥵

Lamento no actualizar antes, me ganó la flojera 😳✋

Vegetta BowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora