Vegetta Bowl

Lolito - I've been very lonely

Esta historia tomara lugar gracias a el directo de vegetta- Mi novia anciana conoce a Willy
Ocurre cuando Willy se fue del directo.
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- Lolito... ahora que estás en mi casa- pasó sus dedos suavemente sobre la mesa que adornaba su salón, cuando así mismo caminaba hacia la silla que adornaba la cabeza de la mesa,que era de un morado que resaltaba con contraste a las demás sillas de color negro - hablemos de negocios- jalo la silla para sentarse, posó sus manos juntas en la mesa, mientras sus ojos morados se posaban en el alcalde, paso su lengua sobre sus labios mojandolos con saliva.

Agradeció a Willy, que se marchó hace media hora dejando a Lolito con el, para que le "ayudara" a que encontrará el amor, tonterías.

Lolito era bien recibido por las chicas pero de alguna forma acababa con ellas odiando lo. No pudo evitar que una sonrisa se manifestará en su rostro, últimamente se sentía muy solo y podría apostar a qué lolito también, talvez pueda arreglar eso.

- Hablemos- dijo el alcalde mientras se sentaba en la silla que estaba a su lado derecho, cruzo mirada con vegetta, vaya que era muy bien parecido, su cabello negro en punta, su cuerpo delgado pero con musculatura, lamió sus labios, tenía unos ojos exquisitos, con un color muy peculiar.

Vegetta movilizó una de sus manos debajo de la mesa, hasta acariciar con ella uno de los muslos del alcalde, paseo los dedos libremente, causando muy leves temblores al alcalde.

- Lolito - acercó su cara al oído de lolito, para permitirse susurrarle su nombre en la oreja, mordió levemente el lóbulo y se alejo- últimamente he estado muy solo y por lo visto usted también- se levantó de su silla y se sentó en la parte de la mesa frente a lolito- porque no usted un alcalde tan noble- cruzo sus piernas, poniendo la derecha sobre la izquierda- no ayuda a este pueblerino tan necesitado- acercó su mano a la corbata del alcalde y la jalo levemente, logrando que sus labios se rozaran.

- oh vegetita - pasó sus manos por las piernas de vegetta que estaba sentado en la mesa frente a el- ¿debería ayudarte?- se levantó de su silla y posó una de sus manos en la cintura del amante del morado, mientras la otra iba a parar a el mentón, alzó su cabeza y junto sus labios en un beso, que carecía de ternura, el deseo se unia a la lujuria, la saliva resbalaba levemente por los labios de vegetta y las manos de ambos hacían un recorrido por sus cuerpos.

Separandose del beso, lolito recorrió con sus labios el cuello de vegetta, succionando levemente, dando lamidas y pequeños besos, la sala se llenó de tenues gemidos, soltados por vegetta quien paseaba sus manos por el traje de el alcalde, lo alejó con sus manos y señaló con una de sus manos el saco.

-Quitatelo- demando vegetta a Lolito, mientras el se desprendía de su chaqueta blanca y la botaba al suelo

- Parece que alguien está impaciente- Dijo lolito mientras se quitaba el saco y al igual que vegetta lo tiro al suelo

- Como niño pequeño- murmuró vegetta, acercándose de nuevo a los labios de lolito, uniendo los de nuevo. Lolito posó sus manos en las piernas de vegetta y las masajeó, para recorrerlas a el trasero de vegetta, y amasarlo, escapó un suspiro de los labios de el pelinegro que no duro mucho pues los labios de el alcalde lo acallaron, besándose para separase y reponer el aire; parecía un bucle, que no queda de más decir delicioso.

Lolito se separó de vegetta y con un movimiento bajo el pantalón morado que portaba vegetta junto con el boxer hasta las rodillas de este, relamio sus labios, menuda vista tenía, ahora entendía el porque a Rubius le gustaba vegetta, vaya lo que se perdió, lolito acaricio con sus manos el miembro de el otro, deslizó sus dedos sobre la punta, para después pasear su mano por el tronco del miembro, en un movimiento exquisito.