Capitulo cuarenta y dos.

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- La encontramos jóven -di un sorbo a mi vaso que contenía café.

- ¿Dónde? -respondí mirando a la ventana donde se ubicaba la ciudad de Seúl. 

- Nashville, Tennessee 

- De acuerdo mandame bien la dirección y transfiero el dinero -deje a un lado mi tasa y suspire.

- Lo único que debo advertirle señor es que no está sola, según mis reportes se encuentra viviendo con su novio -tense mis músculos ¿novio? ¿acaso ella ya me olvido?

- ¿Qué? ¿quién es? -hable serio.

- Joven Kim, no creo que sea 

- Habla, dime quien es -lo interrumpí cabreado, pensé que era una jodida broma.

- Su amigo, el joven Kim -hablo un poco nervioso, cerré mis puños y ojos imaginándome a mi amigo Kim Tae Hyung con Dae Jin, ¿qué le pasaba?  

-bien, gracias tu dinero lo obtendrás en un par de horas -colgué y avente el celular a un lado, lo que menos me importaba ahora lo que realmente me importa es recuperarla y explicarle todo, no podía verla con alguien más. 

Me llegó un mensaje de la dirección, sonreí y llame a el aereopuerto, mañana estaría viajando hacia América. 

DAE JIN.

Una año había pasado desde que sufrí ese accidente, realmente no recordaba nada ni como fue, mis padres dijeron que iba en auto y volcó, pero lo que aún me atormenta es el saber si iba sola o acompañada, tengo pesadillas sobre mi accidente y en ellas esta un hombre corriendo hacia mi y diciendo que todo iba a estar bien, pero no logro ver quien es, Seok Jin vino a verme junto a Yoon Gi y Ho Seok y su pequeño hermano, siempre venían a verme, se mudaron conmigo a Nashville, mi nueva vida conocí no hace mucho a un chico, su nombre era Tae Hyung, iba con nosotros a la universidad y estudiaba Diseño visual, nos hicimos amigo y después algo más aunque me costo trabajo abrirme al amor pero el me ayudo y comprendió. Ahora no se si era amor pero me agradaba su compañía y su manera tan relajada de ver al mundo. 

- Nena -sentí como me sacudieron el hombro suavemente, gire a verlo y le sonreí Tae Hyung imitó mi acción, íbamos en la carretera así que el viento se sentía acogedor. 

- ¿Qué sucede? -dije mirando la carretera y de vez en cuando mirandolo a el.

- ¿En qué pensabas?

- Pensaba en... 

-¿Hmm? -hizo una seña de que continuara y me sonrió

- En ti -me tape la cara sonrojada y me reí, escuche como el también reía.

- Que cursi eres -dijo aún riendo.

- Señor Kim, le quiero -dije aun sonrojada y riendo este soltó una ronca risa y su expresión fue épica, subió sus cejas y sonrió pícaro.

- Señorita Yoo, le amo -sonreí más y así todo el camino pasó lleno de risas y haciéndonos bromas, eso era lo que me agradaba de él, se veía serio pero tiene un corazón cálido y sincero.

Unos treinta minutos pasaron cuando llegamos a las afueras de la ciudad, me encantaba desde que llegué a Nashville me gustaba este bosque, veníamos acampar y quedarnos un rato mirando el atardecer, fue mi terapia durante el año en que mis pesadillas me atormentaban, cuando conocí a Tae Hyung por primera vez me trajo acá diciendo que seria bueno y desde entonces es mi lugar favorito aparte que no sé porque pero, sentía un deja vu, como si ya hubiera vivido algo en el bosque. 

Los medico me dijeron que la mejor terapia era ir poco a poco y trabajando con la mente para que mis recuerdos fueran llegando poco a poco.  Llegamos a el pequeño espacio y desde ahí se veía la ciudad con sus luces y en la parte de atrás el sol ocultándose, era increíble e irreal. 

Entre Tae y yo hicimos una mini fogata con pequeñas tablas y leña que encontramos, siempre y cuando estuviera lejos de los árboles, no queríamos causar un incendio, sacamos una manta y Tae acercó un pedazo algo grande de tronco para sentarnos, saque también unas ramas para los malvaviscos, era una armonía increíble y tranquila lo que me hacía bien. Ya sentados nadie dijo nada solo me recargue en el hombro de Tae y cerré mis ojos dejándome llevar por el sonido del bosque y animales que habitaban ahí, sentía como la respiración tranquila de Tae me calmaba y casi me dormía de no ser porque hablo. 

-¿Sabes porque me vine acá y deje mi ciudad? -hablo con susurro lo cual hizo que vibrara su pecho, me transmitió cosquillas pero no me aparte. 

- ¿Por tus padres? -respondí aun con los ojos cerrados.

- No, no fue por ellos -sentí como suspiraba, me aparte un poco y lo mire a los ojos, estos miraban al frente después de un segundo me miraron y sonrió, una sonrisa que sentí sincera. 

-Hubo unas personas que me hicieron daño - lo mire incredula, no me imaginé que alguien le hiciera daño a el.

- ¿Cómo? 

- En la vida hay personas buenas y malas, pero no todas son verdaderas, a veces las personas buenas son las mas malditas y las personas malas puede que sufrieron y les envenenaron el alma, debes conocer e identificar quién esta jugando a ser puro y quién es el que sufre -lo abracé no porque tuviera lastima si no porque quería hacerlo, una persona como él ¿qué mal le haría? el me correspondió, sentí que me decía una parte de él, que me la entregaba y yo la acepte, lo protegeré.

- No te obligaré apenas llevamos un año conociendonos pero el que me hayas dicho esto es porque me tienes confianza, gracias por eso, puedes ir poco a poco, yo aún no se mucho de antes de que viniera acá así que gracias por esperarme, un te quiero no lo mereces pero es lo mas que puedo darte por el momento -agarre sus manos y lo mire el me sonrio y me beso en la mejilla.

- Te esperaré el tiempo que sea necesario, no importa cuanto, yo aquí te esperaré -le sonreí y también le di un beso en la mejilla, nos sonreímos volteando a ver el atardecer hermoso que se veía.

Solo espero poder amarlo y comprender que es el amor algún día, porque el no se merecía que lo despreciaran. 


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Después de medio siglo regresé, todos tuvimos un año difícil pero tenemos que seguir adelante, yo solo espero que en este mes pueda acabar esta historia, me es difícil pero trataré, gracias por aún apoyarla y leerla, escribo con todo mi corazón y las ideas locas en mi mente. Nos leemos la próxima y de nuevo gracias. 

Let Go. RMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora