You Make Me Strong (Larry Stylinson / Hogwarts "Harry Potter")

Capítulo 3

El viaje hasta escocia era largo, así que ninguno de los dos chicos se sorprendió cuando Lottie se durmió apoyada en el hombro de su hermano.

-Esta agotada, hoy no ha dormido nada. -Comentó Louis.

- ¡Ah! Lo que daría por volver a primer año – suspiró con nostalgia el joven Payne -La emoción de empezar una nueva vida... Ya no recuerdo lo que era.

Louis desvió su mirada hacia la ventana, el sí que lo recordaba. Terror. Era lo único que sentía aquel mismo día hacia seis años. Eso duró al menos un mes, por suerte Liam estaba allí con sus estúpidas bromas para hacerle olvidar la situación.

- ¿Lo recuerdas?

- ¿El que? – preguntó Louis volviendo a centrarse en su amigo.

- Ese día, cuando nos conocimos- respondió con una pequeña sonrisa asomando en sus labios.

- Como olvidarlo, literalmente hiciste explotar una taza con chocolate caliente encima de mí – dijo Louis levantando una ceja con un semblante serio.

- ¡Trataba de impresionarte! -Liam levantó las manos en forma defensiva. – Primer día de clase, debía hacer amigos y te encontré solo en un compartimiento. Era mi oportunidad para conectar con alguien.

- Intentar realizar una transfiguración de ese nivel no es recomendado para alguien que nunca había usado una varita antes. – Louis volvió a mirar por la ventana- Así que no, no lograste tu cometido, más bien lo contrario, me pareciste bastante estúpido...

- ¡Eeeh!

- Y mi parecer no ha cambiado si te lo preguntas – acabo Louis con una sonrisa afectuosa.

Sus conversaciones siempre eran así. Los dos tenían una dinámica especial que pocos entendían. Liam era alguien extremadamente extrovertido, siempre bromeando y sacando sonrisas a todos, y Louis era más bien sarcástico, basaba su humor en reírse de los demás, no con mala intención, solo con aquellos que sabía que no se lo tomarían mal, como Liam. El entendía a Louis, y sus comentarios que a otros les parecerían de mal gusto, Liam los encontraba graciosísimos.

-Bien, como veo que me quieres mucho voy a ver si encuentro a Zayn, el si me entiende- Se levantó de su asiento con exagerados movimientos y un pequeño baile dramático digno de una obra de Shakespeare.

- Bien. Dile hola de mi parte.

- No lo haré, no quiero que le pequeño Zayn se contamine de tu mala actitud- respondió sacando la lengua- shu, shu, no te acerques a él.

Liam se giró dándole la espalda, abrió la puerta con los dos brazos y gestos teatrales. Al otro lado se encontraba otro chico de su misma edad, con pelo negro y sedoso que recordaba al plumaje de un cuervo, los ojos oscuros, apenas se distinguía el iris de la pupila, adornados de unas largas pestañas. Era hermoso. Liam lo miraba y no podía apartar los ojos de él. Siempre le pasaba en su presencia.

- ¡Zayn! – exclamó con una gran sonrisa iluminando su rostro. Sonrisa Malik, la nombraba Louis, exclusiva para Zayn, su amigo de la infancia. Zayn le devolvió la sonrisa, con un poco más de timidez, llevó sus manos detrás de su espalda y miró a Liam como si no hubiera nadie más en el mundo. – Ahora mismo iba a buscarte, amigo. – Zayn bajo la cabeza, pero Louis pudo distinguir el rubor en sus mejillas y casi pudo oír su corazón saltarse un latido. – Entra, entra.

-Hola, ¿cómo estas? – habló Malik por primera vez entrando en el compartimiento.

- Bien, bien, un verano entretenido, ¿y tú? He ido a tu casa varias veces, pero no te he encontrado.

-Oh, he pasado las vacaciones en casa de mis abuelos. – dijo mientras de sentaba junto Liam y notaba por primera vez que no se encontraba solo con él. – ¡Tommo! No te había visto- exclamó sorprendido.

-Lo sé, es el efecto Liam, ya me entiendes- se burló, Zayn enrojeció de nuevo ante un Liam desconcertado. Zayn levantó la mirada y entonces vio a la pequeña rubia dormida a su lado.

- ¿Quién es?

-Mi hermana Charlotte, es su primer año.

-No sabia que tuvieras hermanos – dijo Malik sorprendido- creía que eras hijo único – ante eso Liam rio, asintiendo con la cabeza.

- No entiendo que es tan gracioso Payne – protestó con una expresión poco impresionada- En realidad tengo cuatro hermanas menores- contestó volviendo su atención a Zayn.

A partir de ahí, la conversación se volvió un flirteo constante por parte de Liam y un muy avergonzado Zayn que, aunque eran los dos muy obvios, no llevaba a ninguna parte. Al parecer toda persona que los conociera sabía que había un interés muto entre los dos des de hacia al menos tres años, excepto ellos dos. Louis sabia que cuando iniciaban con esa dinámica, ninguno prestaba atención a nadie más, así que comentó un "voy al baño, cuidad de Lottie" a lo que ellos sin realmente haber escuchado respondieron "sí, sí, claro". Louis apoyo la cabeza de su hermana sobre la ventana y salió tranquilamente por la puerta.

El baño se encontraba varios vagones lejos de su compartimiento, así que tardaría bastante en llegar. El pasillo estaba lleno de niños y adolescentes corriendo arriba y abajo. Amigos reencontrándose y preguntando como fue el verano. Louis no prestaba realmente atención a su alrededor a medida que todos sus compañeros se paraban a observarlo. Era lo normal, Louis sabía que era por su poder que causaba una clase de hipnosis, así que con el paso de los años ya no se daba cuenta de que cargaba con todas las miradas de los presentes.

El recorrido por los ruidosos pasillos se hacia eterno, más ahora que Louis había estado todo el verano recluido en un lugar tranquilo sin todo este barullo. Estaba a punto de perder el control. Empezaba a notar el típico hormigueo en sus extremidades, le dolía la parte posterior de su cabeza y el mareo se hacía presente. Su expresión seguía serena, pero en su interior notaba como en cualquier momento se volvería loco y haría explotar el tren. Respirar se volvía una tarea difícil a medida que avanzaba. Pánico. Debía llegar al baño lo antes posible, tenia que calamares, no podía permitirse perder el control y dejar salir su poder, y descubrir su secreto, y dejar en evidencia a su familia. Su familia, lo más importante, no podía ser una decepción. Su vista se nublaba, el bullicio se oía de fondo, y un pitido lo substituya. Su cuerpo estaba tenso, pero aun así podía notar la debilidad en sus piernas que ya avanzaban de forma automática. Respirar. El aire no llegaba y el baño parecía cada vez más lejos. Los cuerpos de los alumnos se hacían borrosos. Necesitaba huir. No podía parar. Sentía las lagrimas subir a sus ojos, iba a llorar y no se lo podía permitir. Rápido. Sus piernas querían correr, pero debía mantener la calma. Iba a desmayarse, su cabeza exploraría, el tren explotaría, todos morirían por su culpa, era peligroso, su hermana estaba en el tren, él era un monstruo.

Una corriente recorrió por toda su espalda, haciendo que casi cayera de rodillas al suelo. Su cuerpo había parado de caminar a apenas cinco metros del baño. Sentía que el aire volvía a llenar sus pulmones, aun temblaba, pero ya no le dolía la cabeza. Cerró los ojos un momento tratando de disipar las lágrimas. Todo estaba bien. Cuando volvió a abrirlos se encontró con una mirada verde preocupada. Volvió a sentir esa corriente. Delante suyo había un chico de su edad que no había visto nunca. Sintió sus pies moverse solos hasta posicionase a menos de un metro de él. Todo su ser le demandaba acercarse más.

El joven estaba en la puerta de un compartimiento, su cabello castaño y levemente rizado le llegaba por debajo de las orejas, medio desordenado, parecía que acababa de despertarse. Su rostro cambió a una expresión impactada, sus gruesos labios se partieron levemente, y sus ojos verdes que recordaban un bosque primaveral bañado por el sol, se abrieron desmesuradamente. Louis imitó su acción. Se miraban sin decir nada. Louis lo conocía, estaba seguro, pero no lo había visto antes, de esto también estaba seguro. Su cuerpo se había calmado del todo, pero aún le pedía a gritos que tocara a aquel extraño en frente suyo. Ya no quería resistirse, levantó su mano poco a poco para posarla en su mejilla, pero antes de poder cumplir su deseo, un ruido proveniente de detrás del chico rompió el hechizo.

Una chica parecida al muchacho apareció por la puerta. Lo observo por unos instantes con mirada extrañada, pero poco después esta cambió a sorprendida. Louis la miró y sintió otra vez la necesidad de acercarse, esta vez en menor intensidad, pero ahí estaba.

Sin saber que pasaba y asustado por lo ocurrido Louis se alejó rápidamente adentrándose en el baño, cerrando la puerta tras de sí y sentándose en el suelo para poder procesar con tranquilidad los hechos.