Indudablemente, tú

Capítulo 6

Jin Ling no podía creerlo cuando Wei Wuxian se le acercó con una mirada avergonzada en su rostro después de sus clases.

—Entonces, Jin Ling —comenzó Wei Wuxian, riendo nerviosamente, y Jin Ling se puso rígido. Sus ojos se dirigieron al costado de Wei Wuxian, donde no había... absolutamente nada.

—¿Dónde está jiujiu?

—Sobre eso —comenzó Wei Wuxian con una risa nerviosa, y Jin Ling sintió que sus manos se apretaban en puños. Ya tenía una sensación horrible en el estómago.

—Puede que haya... subestimado las habilidades de Jiang Cheng en las escondidas —murmuró el hombre mayor, evitando los ojos de Jin Ling.

—Escondidas —dijo Jin Ling inexpresivamente.

—¡En mi defensa, pensé que sería divertido! —Wei Wuxian se quejó, pero Jin Ling no iba a aceptar esa endeble excusa.

—DÓNDE. ESTÁ. JIUJIU.

Wei Wuxian tragó saliva, sintiendo toda la fuerza de la ira de Jin Ling. Claro, tenía mal genio, podía reconocer eso, pero era raro que Jin Ling este enojado.

—No-no lo sé. ¿Pero podría mostrarte dónde lo vi por última vez? —Wei Wuxian se apresuró a decir y Jin Ling respiró hondo. Estaba a punto de explotar, pero tuvo que controlarse por su jiujiu. Exhaló lentamente, dejando que su ira se dispersara. Le dio un breve asentimiento a Wei Wuxian, quien se relajó un poco. Wei Wuxian tomó la delantera con Jin Ling justo detrás de él y, finalmente, se dirigieron a un pequeño claro con un gran árbol.

—Pensé que se estaba escondiendo allí —dijo Wei Wuxian, señalando una pequeña mancha púrpura detrás del árbol.

—Esto es una flor —dijo Jin Ling inexpresivamente, frunciendo las cejas.

—¡Bueno, puedo ver eso! —dijo Wei Wuxian con petulancia, cruzando los brazos.

Jin Ling apenas se contuvo de poner los ojos en blanco, pero volvió a escanear el área. No vio nada, pero estaba bien. ¿Seguramente Jiang Cheng no pudo haber ido demasiado lejos?

Una hora después, el pánico había comenzado a arañar la garganta de Jin Ling. Habían buscado en casi todo Cloud Recesses, sin una pizca de púrpura a la vista. Jin Ling no podía creerlo. Había perdido a su tío. Su tío, quién lo había cuidado básicamente durante toda su vida, Jin Ling lo había perdido, ¡y ni siquiera había pasado más de dos días! Si no podía encontrarlo, entonces...

No. No, no, no podía pensar así. Jin Ling encontraría a Jiang Cheng, incluso si fuera lo último que hiciera.

Desde un lado, pudo ver que Wei Wuxian se veía tan agotado como se sentía Jin Ling. Pero toda la energía reprimida y la ira de Jin Ling necesitaban un lugar adonde ir, y era culpa de Wei Wuxian, ¿no?

—¿Como pudiste hacer esto? —Jin Ling comenzó, avanzando hacia Wei Wuxian—. Como pudiste...

—¡Mira, no quise perderlo! —Wei Wuxian gritó, retrocediendo.

—¡¿Qué quieres decir con 'perderlo'?! Él es un ser humano, no alguna... ¡no alguna cosa! —Jin Ling gritó en respuesta, cada vez más agitado.

—No lo sé, ¿de acuerdo? —Wei Wuxian gritó en respuesta, pero solo logró avivar la ira de Jin Ling—. No sé a dónde fue, no puedes...

—¡Tenías UN TRABAJO! —Jin Ling rugió, atacando a Wei Wuxian, quien retrocedió lo más rápido que pudo—. ¡Un trabajo, y ni siquiera pudiste hacer eso!

Wei Wuxian abrió la boca, sin duda para refutar el argumento de Jin Ling, pero antes de que pudiera hacer algo, una grupo de discípulos de Yunmeng irrumpió en la colina. Antes de que Jin Ling pudiera siquiera pensar, Jiang Xishi, el discípulo principal de jiujiu, desenvainó su espada y apuntó a Wei Wuxian.