A HISTORY OF BAD MEN

CAPÍTULO 1(CUBO DE MIEL)

Mi vida siempre ha sido miserable, llena de notas negras y agudas que ponen la melodía deprimente. Veo como las olas suben con fuerza y golpean la costa, mientras el brillo del sol recae en la luna.

Son los mismos pensamientos mientras camino hacia casa, con mi caña de pescar sobre los hombros, como el sol sobre la montaña, cuando voy dejando el pueblo unos sicarios poseídos por el humo de sus armas, se maltratan entre ellos bajo la dosis del polvo maldito.

—oye bastado entregarme tus pertenencias—me dijo aquel hombre con voz demoníaca. —déjame en paz— le respondo como si yo fuera un tipo rudo, gira sus ojos hacia mí rostro con una mirada apuñalada que detiene mi pulso por unos segundos, mi corazón empieza a bombear rápidamente y mi sangre hierbe dentro de mis venas, uno de sus cómplices se acerca y masajea los músculos de mi cara de un puño, caigo de rodillas lentamente como si le estuviera rezando a su dios, me agarran de los brazos y su jefe mordiendo un cigarro entre sus dientes me golpea el estómago hasta dejarme sin aire y aliento para seguir, suelta una enorme sonrisa. Brillante por el amarillo de sus dientes, acerca su rostro y suelta un aliento a putrefacción, creo que este es el olor a muerte, este debió haber sido el último olor que aspiraron sus víctimas, antes de tener uno de sus pulmones agujerados y ser crucificados en el pantano.

—No debías haberte rehusado—apunta su arma en mi pecho mortalmente para mi médula, tiesa... Por los sentidos y sentimientos de la gente, siempre he visto sus rostros sumidos en la oscuridad por la sombra de la desigualdad, desde que era pequeño y puro, la gente siempre me recordaban y movían lentamente sus labios deletreando las palabras escritas en las escrituras "DEMONIO", seguida de golpizas, esculpidas, risas y odio sin tener una justificación.
He sido el mismo demonio sin padres, no hay peor ser que exista como lo somos los humanos, somos las marionetas de la avaricia, vicios y deseos, salen mis desesperadas lágrimas para recorrer mi rostro montañoso hasta balancearce y caer con la esperanza de ocupar un espacio en el mundo.

Jala el gatillo sin remordimiento alguno, como si ya estuviera acostumbrado a ver los  cuerpos pálidos, los huesos rotos, la carne desgarrada, la piel llena de orificios y el pulso aún caliente, siento como la bala va desgarrado mi piel y las varias capaz de músculos para quedarse estancada entre mis costillas , mientras los varios metales calientan la carne seguida de un chorro de sangre que se combina con el rojo color del arcoíris en el atardecer, manchando el piso, el rostro de aquel sicario y su último espacio puro de su alma. Inundándola del rojo de sus víctimas, sin espacio para una gota más. Sonríe a carcajadas del espectáculo.

—JAJA JA JA!!otro costal de carne que cae al suelo —me decía aquel hombre malévolo, pero su satisfacción paro, poniéndose pálido, tirándose y retorciendo sus dedos y cuerpo como si estuviera poseído, su alma se inundó de la sangre de sus víctimas convirtiéndose en un demonio(MELVINS) .

Sus ojos se retorcieron y exhalaron flamas provenientes del infierno, su piel empezó a incinerarse lentamente mientras toteaba como el caucho en el fuego , cayendo como cera de una vela, expiando hasta su más mínimo pecado, convirtiéndose  en un demonio carbonizado como el asfalto del infierno, mientras le nace un hermoso capullo en su hombro izquierdo, sus ojos en llamas y estrellados como el anochecer miraban mi rostro seguido de las miradas de la gente como un espectáculo de circo, mientras yo seguía de rodillas en el suelo adolorido y confuso, los gritos de la gente se distorsionan y se pierden en mi cabeza,  pero sus ojos... son aquellos que se expanden rápidamente como si estuvieran en el matadero, comienzan a correr sin darle importancia y sentido a los hechos, siempre han sido así, siempre los he visto así, preocupados por qué el mundo vuelva a girar a su alrededor, esperando a que el sol vuelva a atravesar la ventana de su cuarto y acaricie los párpados de sus ojos como si fuera la caricia de una madre agradecida por el nuevo día tratando de levantar a su hijo desalentado por sus primeros años de vida. 

Este demonio se acerca lentamente retumbando la tierra como si sus crímenes resultarán ser un deseo consevido por los dioses, dejando sus pisadas plasmadas en la carretera, como si alguien quisiera seguir sus pasos, convertiendo el pueblo en un infierno sin gritos de aliento, apreta su puño mientras se acerca cada vez más hacia mí, mientras las horas bajan. Espera acechar a sus presas para descansar su alma, ya se que se acerca mi fin como un insecto que construye su calvario hacia el sol, esta presión consume mis nervios y acobarda mi voz que tiembla de arrepentimiento, sacó una inspiradora frase de aliento —"SI HACI VOY A MORIR, MORIRE JODIDAMENTE EPICO", era lo que he estado buscando, JAJAJAJA, ahora veremos si eres capaz de entretenerme—