amenazas anónimas

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Dos semanas pasaron desde el partido de quidditch, y todavía nadie sabia que era lo que Harry iba a tener que hacer debido a la apuesta. A la semana y media de estar en la enfermería, Draco fue el primero a quien le dieron el alta

- Potter, quería decirte que, lo siento. fue mi culpa que nos hayamos caído y...

- Draco - dijo Harry interrumpiéndolo - no te preocupes. Estoy bien pero, sabes como es madame Pompfrey. Dijo que hasta que no encuentre la poción para curar mis piernas más rapido, deberé permanecer aquí por lo menos una o dos semanas mas.

- Tiene suerte, Malfoy, tendrá que esperar unos  días para cumplir el castigo - era Dumbledore, que como de costumbre estaba sonriente.

Harry y Draco se miraron asustados, dudando cual iba a ser el castigo.

- Tranquilos muchachos, no hicieron algo muy grave, me encargare de que el castigo sea leve. Señor Malfoy, ¿Como se encuentra? ¿Ya le dieron el alta?

- Si - dijo Draco con voz temblorosa - salí antes que Harry porque el amortiguó mi caída pero, sin embargo vendré a verte seguido, Harry - dijo sonriéndole a Harry

- ¡Mas vale que así sea!  - dijo Dumbledore guiñándole un ojo a Harry - ¿¡Quien lo diría!? Harry Potter y Draco Malfoy se llevan bien. Bueno muchachos, tengo que resolver unos problemas urgentes del ministerio, nada grave. Cuídate, Harry.

- Lo haré - dijo Harry sonriente.

Dumbledore salió sonriente de la enfermería y Harry miro a Draco y le dijo:

- Así que vendrás a visitarme, ¿Eh? ¿O  lo dijiste solamente para quedar bien con Dumbledore?

- Nop, lo decía en serio - dijo Draco con orgullo - mejórate Potter, pensaré cual será tu 'castigo' por haber perdido...

- Bien, pero que no sea tan difícil, ¡por poco me rompes las piernas!

- Draco salió de la enfermería haciendo contacto visual con Harry mientras ambos se reían fuertemente. Por mas que Harry no se pudiera mover por unos días mas, estaba feliz. Vivía como un rey, le llevaban las 4 comidas a la cama y Hermione le daba sus apuntes para que Harry pueda hacer sus tareas y no perderse de lo que los demás veían en clase. El día anterior, Ron le había contado como a Seamus le había explotado por tercera vez una poción en la cabeza quemándole el pelo "¡Ahora como esta pelado, parece un kiwi!" Ron siempre quería hacer reír a Harry para animarlo, eso era algo Harry apreciaba mucho. La siguiente semana y media empezaba a resultarle más aburrida a Harry. Las piernas le dolian por no pararse, y ya estaba harto de escribir en la cama, siempre manchaba las sabanas con la tinta. Pero por el otro lado, Draco lo visito cada dia de los que estuvo en la enfermería. Harry le había agarrado cariño a Draco, ya podría decirse que eran amigos. Hablaban de cosas como por ejemplo, cómo en los años pasados habían sido tan inmaduros como para llevasre tan mal. Hermione y Ron también lo visitaban todas las mañanas antes de ir a desayunar, y todas las tardes antes de ir a cenar. Unos tres días antes de que a Harry le den el alta, madame pompfrey le ordenó a Harry qué de apoco empiece a pararse para que, cuándo le den el alta, pueda volver a hacer vida normal. Cuándo Harry se levantó por primera vez, las rodillas le sonaron, y sintió un alivio que no sentía hace días, le costó un poco acostumbrase a estar parado devuelta, pero para el día que le daban el alta, ya estaba cómo nuevo. Lo primero que hizo al salir de la enfermería, fue avisarle a Malfoy que ya estaba bien, y luego fue con Ron y Hermione a tomar cerveza de mantequilla a las tres escobas, un bar en Hogsmade. Hermione fue con una mochila llena de libros y cosas, para repasar lo que habían visto en clase y hacer una tarea de pociones.

- ¡Tes cervezas de mantequilla, por favor! Le dijo Ron a la mezera desde la mesa. -

- Qué bien se siente estar afuera del colegio, extrañaba el aire fresco - decía Harry con alivio

Drarry: Mi Querido DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora