Capítulo 2

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El ambiente en toda la escuela estaba tenso, pues resulta que fue culpa de una de las recién llegadas que intentó usar magia sin permiso...y pues los detectores de magia explotaron.

Eso pasó a segunda página para mi, aunque si se agarraban a golpes hubiese sido divertido de verlo.

Hablaba con Fallon frente a mi casillero, cuando los nuevos alumnos llegaron.

Uno de ellos se abrió paso entre la gente que rodeaba el pasillo. El corte de su ceja y sus ojos se me hicieron algo familiar en el momento.

Él tenía grilletes en sus muñecas, además de una cara de sorprendido, me miró fijamente desde donde estaba como si hubiera intentado decirme algo. No sé si lo hizo.

Yo solo pestañee apenas procesaba todo lo que me pasó al verlo, pues al cerrar mis ojos en ese pestañeo sentí un golpe de recuerdos, como si viera todo lo que no recordaba de mi vida en cuestión de segundos.

Creo que hasta me puse gris, Fall me llevó al baño, mientras él se alejaba con uno de los maestros que lo escoltaban.

"¿Qué te pasó?"

No tenía idea. Me apoyé en el lavamanos tratando de conectar todo lo que recordé.

"Había un niño en los roqueríos del lado sur de Nowhere, sus ojos se mantenían fijos y no respiraba."

"¿Un niño muerto en Nowhere?

Fall creyó que era una broma lo que decía o una escena de alguna película...y pues tal vez si.
O sea, un niño muerto es algo imposible que pase en Nowhere. ¿Verdad?

Sonó la campana, Fall me cambió el tema para ir a la clase que seguía.
No pude concentrarme en toda la hora, ¿Cómo era posible recordar algo así?.

"Ya te enteraste, si llegó otro pirata"

Murmuraban Fall y Lynna durante la clase sobre uno de los nuevos alumnos.

"Parece que el chico pirata es hijo del tal James Van Hook, el intentó conseguir el perdon real y terminó siendo desayuno de cocodrilo."

"No le hables de él, en cuanto lo vio se puso gris."

Comencé a sentirme incomoda con sus comentarios, no veía la hora en que terminara la clase.
Sonó la campana del almuerzo, como todos los martes iría a comer con Fay y Darissa al aire libre.

"¡Ya nos enteramos, te congelaste frente al chico nuevo!"

"No está nada mal el chico, dicen que se llama Adler..."

En cuanto Fay pronunció su nombre pude ver otro recuerdo por unos segundos.

Esta vez era otro niño, tenía su ceja cortada y se parecía al chico del pasillo. Estaba arrinconado entre unos arbustos y un árbol.

"Me...llamo Adler..."

Sonó su vocecita en mi cabeza, el niño temblaba y se veía muy asustado.

Ella siguió hablando, mientras yo trataba de disimular que no le estaba prestando atención a lo que decía.

Terminabamos nuestros almuerzos, cuando algo extraño estaba pasando, se escuchaba un caos detrás de nosotras.

Nos volteamos a ver hacia la Cafetería y SORPRESA, se había iniciado una guerra de comida.

Diario de Twinky Bell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora