Oda a la papa frita

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¡Oh, cómo considerarte dañina!

¿Cómo considerarte malvada?

Si eres lo más sabroso que puedo tener,

en un día especial de la semana.


¡Oh, qué deliciosa es!

¡Pero qué exquisita!

Qué importa de qué forma sea tu corte,

¡qué importa! Mientras seas frita.


Que con kétchup o con mostaza,

solas o con cualquier otra salsa,

eres lo que mi paladar disfruta,

oh papa dorada.


Pero debo tener cuidado,

pues abusar de ti no me conviene,

así que siempre y solo espero,

a que mi conciencia me frene.


Y solo darte gracias,

¡oh, papas a la francesa!

Por esos recuerdos de infancia,

sí, gracias por tu existencia.

Oda a la Papa FritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora