Capítulo 3

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Voy saliendo de la cafetería después de almorzar sosteniendo en la mano una botella de Coca-Cola la cual estoy bebiendo, voy pensando en mi antigua vida, mis noches de discoteca y bares, las fiestas en casa de amigos, los juegos en medio de las clases, esas son cosas que de verdad extraño, cosas que no he podido hacer aquí ya que ni amigas tengo.

Mi distracción es tan grande que paso por alto la persona que viene en dirección opuesta a la mía y sin querer derramo mi bebida en su uniforme.
-¡Disculpa, no fue mi intención!- me inclino un poco en plan saludo coreano.
-¡Deberías tener más cuidado! - la voz de esta persona se me hace familiar, esa voz fría y directa, tan directa e hiriente como una bala.

Miro sus ojos y en ellos encuentro soledad y pocos deseos de existir, resultó ser el chico de las escaleras. Parece triste, de seguro le sucede algo. Me gustaría preguntarle, pero sonaría mal que una completa desconocida pregunte sobre la vida ajena. Seguí mi camino con la espina clavada en el pecho. Algo desagradable tuvo que sucederle para que este tío actúe de esta manera.

Terminan las clases y sin deseos de regresar a mí oscura y solitaria casa me siento un rato en el gimnasio del colegio a pensar en qué será de mi vida después de hoy, imagino que un día más no hará la diferencia, todo seguirá igual, mis padres no regresarán de la muerte y ya no podré vivir en los Estados Unidos por el miedo.

Tanto dolor comprimido en el pecho me insista a golpear, a querer destrozar algo o alguien con solo mis manos, agarro un saco de boxeo que había tirado en el suelo del salón y lo golpéo con todas mis fuerzas, sacando la rabia de mi.

Patada tras patada me arrastran a seguir golpeando pero alguien me interrumpe. Una chica entra al salón emocionada llamando a su oppa.
-¡Oh, pensé que eras mi oppa! - dice sorprendida.
-¡Pues no lo soy, así que por favor, si no te importa, me gustaría estar sola! - limpio mi sudor y mis lágrimas
-¿De casualidad estabas llorando, te dejó tu novio?
-¿De qué demonios hablas, ni siquiera tengo novio? - me acerco a ella furiosa
-¡Tranquila, era broma, no quiero entrometerse en tus asuntos a menos que decidas contarmelos ! - sus nervios salen a la luz.
-¡Está bien, soy ___ Min, de la clase 2A, la transferida de los EEUU !- le extiendo mi mano
-Yo soy Gul Mi, de la clase 2C.¡Mucho gusto! -me estrecha la suya con una cálida sonrisa.

(…)

-¿Así que buscabas a tu oppa? - Le pregunto mientras tomamos unos Sprite que conseguimos en la máquina espensoras de las afueras del gimnasio
-Si, mi hermano. Lo busco desde hace rato, le gusta pasar tiempo golpeando ese saco. ¡Deberían conocerse! - señala el objeto que había golpeado
-¡Preséntamelo más tarde, debo volver a casa! - me pongo de pie y le extiendo mi mano para ayudarla a pararse.
¡Nos vemos mañana entonces! - agita su mano en señal de adiós.
Por fin hice una amiga. Ya no estaré sola aquí.

Regreso a casa con una sonrisa en mi rostro, ya tengo razones para regresar a la escuela.

El día siguiente llegó. Me levanto y preparo una tostada con jalea para desayunar, la agarro con la boca y recojo mi cabello en una coleta mientras salgo de la casa.

Llego al colegio y voy al techo a fumar y me siento en el suelo . Aspiro una vez, cierro mis ojos y recuesto mi cabeza a la pared, repentinamente alguien toma el cigarrillo que sostengo y abro los ojos lo más rápido posible, es el chico que dice ser el dueño del tejado, este  inhala mi cigarro. - ¿Qué haces aquí de nuevo? - su mirada fulminante hace que active mi defensa. - ¿Acaso eres ciego, no vez que estoy fumando? - me levanto del piso y me acerco a él - ¿Qué esto no era un suicidio? - Le quito el cigarro de las manos, fumo y exhalo el humo en su boca, éste lo recibe y luego lo expulsa lentamente al aire.
-¡Lo decía para que lo dejaras, pero veo que es imposible!
-¿Entonces también lo haces? - me acerco cada vez más al chico
-Si¿Algún problema? - se acomoda el cabello.
-No¿Oye, de verdad eres primo de Kookie? - Le susurro al oído notando como su piel se eriza
-Si, me llamo Daniel. - se relaja
-Parece que también viviste en América. - lo rodeo y me apoyo en su ancha espalda.
-¡Algo así! - se da la vuelta y me toma de la cintura.
-¡Bien, la conversación estuvo genial, me debo ir! - lo separo de mi - ¡Ah, me encantaría volver a ponerte la piel de gallina! - digo mientras introduzco mi camisa en la saya y arreglo mi corbata...

Más allá del deseo {Tae, Jungkook, Daniel y Tú} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora