| Capítulo 4

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YoonGi llegó a casa, dejándose caer en su sillón. Suspiró y cerró los ojos mientras sonreía. ¿Por qué de pronto se encontraba feliz? ¿Acaso era porque volvió a mirar al chico de hace cinco años atrás, que por cierto, no había podido olvidar?..
Probablemente eso era.

Su celular sonó y pudo identificar que era un mensaje de un número que no tenía registrado.

Número desconocido:
Gracias por la tarde juntos, EunMin está feliz de conocerte, espero volver a salir contigo, pero esta vez yo pagaré. -TaeHyung.

YoonGi sonrió al mirar el mensaje.

Guardó el contacto como "Tae 🐻" y se dispuso a contestar.

Gracias a ustedes por aceptar, espero encontrarnos pronto. Por cierto, dile a EunMin que es una niña muy hermosa.

YoonGi envió el mensaje y miró su mano que aún conservaba las pegatinas que la pequeña le había colocado. Sonrió.

La puerta había sonado, apartando sus pensamientos sobre lo que había pasado con TaeHyung y EunMin, se dirigió a la entrada para ver quien estaba tocando.

—YoonGi Hyung, ¿Dónde estuviste en todo el día? — El nombrado se movió un poco, dejando entrar al menor.

—¿Ya no puedo salir de casa sin ustedes? — Cerró la puerta cuando NamJoon entró, caminando de nuevo al sillón. El peliblanco se rió divertido mientras copiaba su acción.

—Supuse que estabas durmiendo, pero Kook vino a verte y dijo que no te encontrabas en casa.

—Salí. — Dijo sin mirar a NamJoon, tomando una foto de su mano con las pegatinas.

—¿Qué es eso? — El menor se sentó a su lado y pronto tomó la mano del mayor para mirar los stickers.

—Encontré un buen empleo, cuídate niños. — NamJoon lo miró sorprendido y sonrió.

—Me alegro mucho por ti, Hyung. — YoonGi lo empujó un poco.

—¿Crees que tengo tanta paciencia?

NamJoon negó, riéndose mientras recordaba las veces en YoonGi lo golpeaba en su brazo cuando lo sacaba de sus casillas.

—¿Entonces?

—Nam, ¿No tienes que ir con JiMin, JungKook o alguien más? — Éste negó.

—¿Me estás corriendo?

—Algo así, con diferentes palabras, sí. — YoonGi miró a NamJoon mientras comenzaba a sacarse las pegatinas de la mano.

—Ya, Hyung, dime.

—Joon, una niña llegó a mi puerta diciendo que soy su padre. — El menor abrió sus ojos.

—¿Y si es tu hija?

—No, al menos su padre no me dijo que lo era.

—¿Y cómo estás tan seguro?

—Él y yo nunca fuimos nada, sólo.. pasamos una buena noche y ya.

—¿Hace cuánto fue eso?

—Hace cinco años, justo la edad de la pequeña.. ¿Por qué te estoy contando esto? — NamJoon le sonrió.

—Porque me quieres. — YoonGi rió.

—Tienes razón, te quiero.. — Nam le sonrió con cariño. —Pero te quiero lejos de mí. — Rió fuertemente mientras el peliblanco lo miraba serio. —Es un buen chiste, anda, ríe conmigo.

NamJoon rió un poco pero después cambio de tema.

—¿Qué harás mañana, Hyung?

—¿Mañana?.. Tengo la agenda llena, ¿Por qué preguntas?

papi ¡ yoontae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora