#20.

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Causa: sucidio.


<<Lloras sin control y mi corazón se rompe cada vez más al no saber como consolarte, intento acércarme a tí pero me das un manotazo.


—No te me acerques —gritas con lagrimas en tus mejillas.


—Pero amor...


—No, Nathan, no puedo —me interrumpe sollozando.


—Corazón, dime cómo ayudarte. No puedo verte así, sufro, amor, sufro como no tienes idea, pero no cometas una locura, piensa en mí.


—Perdón Nathan, pero el recuerdo de ese tipo tocando y violando mi cuerpo no me deja vivir feliz, yo quiero que vivas feliz. Feliz sin mi atandote a mis recuerdos.


—Francia, amor, baja esa pistola, por favor —le pido.


—Lo siento Nathan —murmura.


—NOOOOOO —grito después de que jala el gatillo de la pistola que apunta hacía su cabeza.


Me desplomo en el suelo cuando su cuerpo cae y la sangre se derrama por la alfombra blanca.


Observo de reojo alguien abrir la puerta; me mira a mi y mira a Francia que está a unos metros.


—¡Por Dios!


—REVIVELA, PAPÁ —suplico a gritos cuando me abraza.>>


Un recuerdo acabo contigo, mi ninfa y a mí me acabará la insertidumbre de no poder verte.


Agarro el vidrio quebrado que pertenecía a la pequeña ventana que esta en la habitación. Recuerdo la última vez que sonreiste y la causa por la cual dejaste de hacerlo, y si pensarlo dos veces encajo de manera vertical el vidrio en mi muñeca izquierda.


La sangre sale si control y con la pocas fuerzas que me quedan lo encajo de la misma manera en mi muñeca derecha.


No siento dolor, solo que me libero, ahora comprendo porque lo hiciste. Exhaló la última bocanada de aire y cierro los ojos evocando tu hermoso rostro.


Al fin juntos.



En la distancia se unen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora