Parte II

2.6K 143 9
                                    

-¡Oliver despierta! ¿Qué tienes? ¡Háblame, por favor! ¡Oliver! ¡No voy a perderte! ¿Me escuchas? –decía con una voz desgarradora. En ese instante se vio rodeada por todos. Unas manos fuertes trataron de arrancarla del lado de Oliver.

-Felicity, calmate –decía Diggle mientras intentaba sacarla de encima de Oliver -¡Tienes que calmarte! ¡Deja que Caitlin lo revise!

-¡Diggle, si no quieres dejar a Sarah sin padre, es mejor que me sueltes! –decía mientras el guardaespaldas tiraba de ella. Él era fuerte y fácilmente la hizo a un lado. Caitlin, Barry y Cisco revisaban a un Oliver que tenía la presión muy alta -¡Sueltame, por favor! ¡Quiero estar con él! ¡Oliver! ¡Reacciona, por favor! –gritaba y lloraba cada vez más fuerte.

Palmer ayudó a que pusieran a Oliver de regreso en la camilla. Se sorprendió de ver a su socia en ese estado de shock. Ella siempre había sido fuerte, pero ahí parecía otra. Se miraba como una mujer a quien le estaban arrancando el alma. Ella ciertamente le quería, pero no así. Nunca como quería a Oliver Queen. Porque eso era amor, así de desesperado se sintió él al ver morir a su prometida.

-¡Si no te calmas te sacaré de aquí, Felicity Smoak! ¡Debes dejar que Caitlin se concentre! ¡Por favor contrólate! –decía Diggle mientras la rubia peleaba por salirse de su abrazo de oso.

Un viento muy fuerte barrió la sala. Felicity ya no estaba en los brazos de Diggle. El lugar quedó en silencio. Barry se la había llevado del lugar.

Con un ambiente más silencioso pero igual de preocupado, Caitlin y Cisco hacían su trabajo tratando de estabilizar a Oliver. Le pusieron oxígeno, lo conectaron a unos aparatos que medían sus signos vitales y le inyectaron quién sabe qué…

***

-¡Qué diablos hiciste, Barry! –dijo Felicity muy enojada. Ella lloraba con dolor y furia.

-¿Te das cuenta que tu actitud solo retrasaba que atendieran mejor a Oliver?

-Tú no entiendes…

-¡Sé que te preocupas por él, Felicity! ¡Es normal! Le amas y viviste un calvario cuando lo creíste muerto. Lo sé, pero en estos momentos es mejor darle espacio a Caitlin para que haga su magia… -le imprimió una sonrisa luego de decirle eso.

-Es que él estaba tan pálido, inconsciente y… me asusté tanto –decía mientras se abrazaba a sí misma. –Yo solo… viví y sentí todo el dolor que había experimentado cuando se fue al duelo con Ra’s. –Temblaba mientras lloraba y Barry la abrazó. Lloró ahí, en su pecho.  Sabía que no podía decirle mayor cosa. A veces, las palabras se volvían tan insignificantes…–Lo necesito, Barry. Necesito que esté bien. No puedo perderlo, no así…

Felicity sintió el consuelo de ese abrazo. El tacto de Barry era como el de Palmer: reconfortante.  Quería a esos dos chicos como si fuesen los  hermanos que nunca tuvo. Los iba a querer siempre. Suspiró luego de ese pensamiento y se alejó de Allen. Sus ojos se encontraron con los de él.

-…por favor llévame a los Laboratorios S.T.A.R. –suplicó- Necesito estar con él.

-No, Felicity. No te has calmado lo suficiente. Cuando estabilicen a Oliver me llamarán para llevarte de regreso.

-Me lo vas a pagar tan caro, Barry –dijo Felicity con el entrecejo fruncido. En otras circunstancias, eso hubiese sido gracioso… Los minutos pasaron. Para la chica del MIT parecieron horas, años, siglos. Oraba para que Oliver estuviera bien. Caminaba de aquí para allá, tratando de pensar dónde rayos la había llevado Barry. Contaba las estrellas, se mordía las uñas,  veía a todos lados. Hacía todo lo posible para no imaginarse lo peor, en cuanto a la salud de Oliver, porque si lo hacía seguramente se desmoronaría.

Por obra del cielo, el teléfono de Barry sonó. Era Cisco. Antes de irse corriendo de los laboratorios, Barry les escribió una nota donde pedía que le llamaran cuando las cosas mejoraran. Tomó su celular. Puso la nota en la mano de Cisco y sacó a Felicity de ahí. El hombre más rápido del mundo, ¿recuerdan?

En la llamada supo que lograron estabilizar a Oliver. El forense le dio una breve explicación a Felicity de lo que pasó con su querido encapuchado. La chica sintió que su alma regresó a su cuerpo y le pidió a Barry que la llevara rápido a los S.T.A.R.

-No estaría mal que batieras tu record de velocidad, Barry. No me molestaría en absoluto que corrieras demasiado rápido esta vez… -dijo mientras estaba siendo cargada por el corredor.

***

Trasladaron a Oliver a un cuarto cercano a la sala principal de los S.T.A.R. El pitido de la máquina continua a él le dijo que seguía con vida. Vio su traje de Arrow al lado izquierdo de la cama en la que estaba. No sabía cómo, pero solo llevaba sus boxers. Hacía frío y la sábana que lo cubría era muy delgada.

Examinó la habitación. Una tenue luz la iluminaba, pero era como cualquier otro cuarto de hospital. “¿Qué me pasó?”, dijo para sí mismo. Recordó su última imagen mental: Felicity siendo vendada por Caitlin y sonriéndole a Palmer. En ese momento el reconocimiento lo golpeó.

Estaba solo en la habitación. Ella no estaba ahí con él. ¿Por qué? ¿Ya no le importaba? ¿Tan rápido se había olvidado de él? Su corazón se quebró y sintió que le faltaba oxígeno una vez más. Soñó con ella antes de despertarse. La oía diciendo que no iba a perderlo, que despertara. También creyó escuchar que le decía algo a Diggle sobre Sarah. Pero eso fue un sueño, creyó él. Estaba seguro de una cosa: ella no estaba ahí. 

¿Fingiendo? Sí, claro...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora