Rojo y Azul (KnB)

Drabble 5

-¿Por qué no? ¡Tengo derecho! -se exaltó, defendiendo su derecho paternal.

-¿Qué derecho vas a tener? -empezó, tratando de sonar sereno-. Ni si quiera sabías que podrías tener por ahí un hijo cuando sonaste semen, y ahora que dio la casualidad que te encontraste con Taiki, te sale el lado paternal.

-No ha sido casualidad, ha sido el destino que yo conozca a mi hijo sin saber de su existencia.

-Me da igual, Kagami, no tienes nada que ver con Taiki, es sólo mi hijo. Así que no te acerques a él, ¿te queda claro? -amenazó-. Además... sería mucha casualidad que fuera tu hijo, sólo porque se parece un poco.

-¿Un poco? Por favor, Aomine, es mi vivo retrato, es como si fuera un mini yo pero con tus ojos.

Estaba acorralado, porque estaba más que claro que Kagami era el padre de Taiki, porque nada más verlo supo que lo era.

_Déjame formar parte de su vida, por favor -suplicó.

-Kagami, es mejor dejar todo cómo está... -sin más, salió de esa consulta vacía dirección a la guardería de pediatría para recoger a su hijo.

-Papi -lo llamó el niño. Aomine le prestó total atención-. ¿Ese doctor es mi papá? -Daiki se paró en seco, tragando nervioso.

-¿En qué te basas para preguntar algo así? Claro que no lo es.

-¿Entonces por qué me parezco tanto a él?

Y ahí iba la pregunta que no sabía ni tampoco quería contestar.

-Bueno... Hay ocasiones en que te encuentras a alguien que se parece mucho a ti, y eso es lo que os ha pasado -¿Cómo demonios le explicaba a un niño de cinco años que en realidad se trataba de su otro progenitor debido a una donación anónima? Era imposible.

-Pero... Tú me dijiste que no tenía a mi otro papá porque dejó su semillita ano...anoni...-frunció el ceño por la dificultad de pronunciar la palabra-. Anónima.

-Y así es. Hay papás y también mamás que donan sus semillitas y otras personas pueden ser mamás o papás gracias a ellos, pero como son anónimos, esos papas o mamás no los conocen para avisarles que han tenido un hijo.

-Pero ese doctor no sabía que tenía un hijo y ahora sí puede saberlo.

-Taiki -se agachó hasta su estatura-, ese señor no tiene por qué ser tu papá sólo porque se te parezca.

-¿Y si le pregunto? -cuestionó esperanzado.

-Taiki cielo, dejemos el tema, ¿vale? -el pequeño pelirrojo se enfurruñó porque su progenitor no quería seguir hablando del tema, pero no se iba a dar por vencido tan pronto, de alguna forma debía volver al hospital para encontrarse con ese doctor y preguntarle.

Sí, eso iba a hacer, debía ponerse malito para que su papi lo llevará para curarlo.