Festival

4.5K 501 43
                                    

Entro en casa después de tan traumático evento con Wailen, ahora él era una persona de la cual debía esconder incluso mis pensamientos, me alegro que tomara mis referencias a la novela como meras estupideces, pero él sabía que yo no era Astelin, pero ¿Cómo lo sabe? pero tampoco podía decir quién soy yo.

Cuando entro me encuentro a mis padres sentados en la mesa discutiendo sobre los asuntos en sus trabajos, al no ser ellos mencionados en el libro no puedo decir que sepa exactamente que hacen, por ello me llego otra incógnita a la mente ¿Por qué nunca hay padres en las novelas?, creo que es para que no intervengan mucho en la trama, bueno regresando al punto inicial no estoy en posición de preguntar porque sería extraño que de repente su hija no supiera que hacían sus padres, podría terminar en un médico chaman que me exorcice, por ende me rendí en investigar sobre eso diciéndome que tarde o temprano lo descubriría sin necesidad de parecer sospechosa, me dirijo hacia ellos y cuando me ven sonríen como si el cielo se hubiera iluminado, Astelin eres una chica con suerte, yo Artich también tenía buena relación con mi familia fui una chica con suerte también, por eso ver que ellos están tan felices me parte el corazón, quiero ver a mi familia no puedo imaginar el dolor de saber que ya no estoy, pero tampoco quisiera que estas dos personas amables lo sientan, ya que de alguna forma ellos tuvieron una segunda oportunidad de estar con Astelin o a menos con su cuerpo, los míos ahora ya deberían estarme enterrando si es que quedo algo de mí, no es por ser drástica pero por dios morí quemada es algo que no puedo negar ni cambiar pero me gustaría olvidar o como mínimo no volver a pasar

-Hija, ¿Cómo te fue en la escuela? - comenta mi padre levantándose de su asiento, mientras camina hacia a mí para guiarme gentilmente a la mesa, un comedor exageradamente grande de color negro inundaba la sala, los adornos en dorado solo hacían más exagerado ese contraste, me siento frente a ellos mientras me miran de forma expectante, como me gustaría poder huir ahora mismo, esconderme bajo una manta llorar hasta que los gemelos vinieran a consolarme, las lágrimas comienzan a amenazar pero logro contenerlas, me duele ver a esta familia no puedo evitar pensar en que no volveré a ver a mi madre, jamás peleare de nuevo con mis hermanos, no iré a la librería que conozco, no podre jamás volver a lo que yo considero mi hogar, estoy atrapada en un mundo donde no tengo elecciones

- ¿fue el perfecto primer día como siempre soñaste? – señora madre de Astelin fui amenazada de muerte hace dos minutos por lo que perfecto no sería un adjetivo para describir mi primer día, desastroso sería una categoría adecuada para lo que es mi vida desde que se me ocurrió abrir los ojos

-estuvo bien, ¿Qué hay para cenar? - aunque ahora mismo no me apetece nada comer, no puedo hacerlos preocupar, debo resolver mis propios problemas

El resto de la cena paso rápido con conversaciones que yo no entendía, sobre la niñez de la dueña real del cuerpo, poseía esos recuerdos, pero para mí era como verlos desde fuera no tenían verdaderamente relación conmigo por lo que no pude seguir el hilo emocional que sus padres estaban sintiendo, siento mucha pena por todos los que estamos atrapados en esta extraña situación, me gustaría vivir en la ignorancia sería fácil se sobrellevar, no sé cómo fingir ser ella, mi naturaleza me impide ser mala con todos, el instinto de supervivencia ahora mismo es la emoción predominante

Al día siguiente Relun me despertó demasiado feliz para mi gusto, no puedo seguir el ritmo de la emoción de esta persona, ella debe de estar entre los 24 años, pero parece que su energía ahora es de alguien de 10 años, corría por aquí y por allá, trayendo cosas preguntándome un sinfín de dudas, sobre ropa, peinados, maquillaje que en este momento no podía responder, por la hora que es si preguntas mi nombre sería una sorpresa que contestara correctamente, aunque no es como si en mis cinco sentidos pudiera contestarlas de todos modos, con los ojos a punto de amenazar con cerrarse de nuevo Relun me avienta un manojo de ropa sobre la cabeza, al ver que mi respuesta es nula opta por la pacifica medida de golpear la parte de atrás de mi cuello

Reencarne en la novela como personaje secundarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora