Reencarne en la novela como personaje secundario

Revelation

al entrar a casa esa noche mis padres estaban muy emocionados al parecer ellos habían sido invitados a una cena en beneficio de los menos favorecidos, les encanta ayudar a la gente, toda la cena estuvieron hablando de ello por lo que intente comer lo más rápido que pude para salir de esa conversación, Relun había tenido la tarde libre por lo que pidió permiso y fue a visitar a su familia que vive lejos, al fin un poco de paz al menos por dos días, me tumbe en la cama esperando que este día terminara al fin, Jamás había vivido tanto estrés de golpe

esa noche tuve un sueño que no había vuelto a tener desde que era niña, era algo que había soñado cuando estaba en mi mundo pero al parecer lo había olvidado, me encontraba en medio de un parque llevaba un vestido azul con bolitas blancas con unas calcetas hasta la rodilla, unos bellos zapatos negros de charol me daban el aspecto de ser una muñeca, toco mi cabello parece estar en una coleta, escucho gruñidos tras mi espalda con lentitud doy la vuelta para encontrarme con un gran oso negro que intenta abalanzarse sobre mi, mis ojos empiezan a llorar pero no tengo sentimiento de tristeza el miedo es la emoción predominante y mi deseo de sobrevivencia inunda mi pequeño cuerpo, cierro los ojos esperando abrirlos de nuevo una vez en casa pero eso no pasa, los gruñidos siguen ahí pero el golpe nunca llega

-todo está bien, tranquila eso no puede hacerte daño-la voz de un niño me saca de mi mundo por lo que poco a poco decido abrir los ojos para encontrarme con el niño más lindo que había visto en la vida, su cabello era color rosa, pero tirándole al plateado, sus ojos eran de un color morado brillante que lo hacían ver único

-gracias-menciono mientras intento levantarme

-no pasa nada, ven te ayudo-su mano se estira de forma amigable-un gusto mi nombre es...-en el momento en que tomo su mano el chico parece caer al suelo, comienza a gritar de dolor, sonidos desgarradores y profundos salen de su garganta, no suenan a la voz de un niño de su edad, pero yo tampoco estoy mejor todo comienza a volverse oscuro, susurros que solo son interrumpidos por el chico que sufre frente a mi, mi conciencia estaba yéndose o más bien estaba despertando

Abro los ojos desorientada el sueño fue tan real como lo fue años atrás, miro el reloj y son las 8 de la mañana, decido no tomarme más tiempo para flojear ya que justo ahora estaba aún en shock por la pesadilla no deseaba volver a dormir, me levanto lentamente para hacer mi rutina de todos los días, hoy el chofer se dignó a aparecer, como rutina habitual lo saludaba a lo cual solo respondía con un asentimiento de cabeza si estaba de buen humor, llegue a la escuela siendo tacleada por Olive que con una mirada no dice nada y simplemente me lleva al lugar de ayer, al parecer la conversación no había terminado

- al parecer mi vida larga y prospera acaba de ser acortada a la mitad- susurro en el oído de Olive, pero sé que otros están escuchando, siento la presencia de otras personas que no somos nosotros

Olive me da una mirada de preocupación, si ella conoce por qué quise ser su amiga, esta consiente de porque estoy diciendo todo esto justo ahora, ella noto las siluetas tras de nosotras, la tención comienza a apoderarse del lugar y las nubes amenazan con devorar toda luz al rededor, el lugar que conocí ayer se estaba convirtiendo lentamente en un hoyo negro que estaba tragando toda luz que osara por intentar colarse, ¿Por qué me trae a un lugar como este?

-no tiene que ser así, yo te protegeré-comenta solemne mientras se levanta y me abraza, como me gustaría que fuera tan fácil, al parecer no es buena leyendo el ambiente, ya decía yo que soñar cosas como esa nunca traían nada bueno

La primera vez que lo soñé al día siguiente todos me excluyeron de sus grupos donde yo tuve que cambiar para encajar, mi personalidad cambio porque necesite hacerlo, suelo tomar eso como un augurio para el peligro y mira por donde aquí estamos