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Alguien grito afuera, nos pusimos alertas, yo corri pero Shisui me detubo 

-los niños

-yo saldre tu ve por los niños

me sali por una ventana, al otro lado estaba lleno de malesa alta, aun asi y descalsa camine despacio hasta la ventana de los niños, toque hasta que Karui se asomo

-no hagan ruido

-mama que pasa?

-alguien llego y llamo a tu padre puede ser alguien peligroso, atranca la puerta y estén listos por si hay que correr

-si

Karui tomo a mi bebe y me lo paso por la ventana envuelto en mantas, aun estaba dormido y era lo mejor, los niños decidieron saltar tambien

-Saito toma a Hisui y tu hermana yo me asomare ya sabes la señal si algo pasa correrán por la ladera hasta donde Ino

-si mama

muy despacio camine entonces vi a un hombre con uniforme de soldado, Shisui estaba sin camisa pero aun así estaba muy derecho como un soldado en servicio, no escuche el principio pero si algo de la conversación

-es lo ultimo que debes hacer entonces se te otorgara tu libertad, debes dejar tus asuntos solucionados completamente

-señor pero tengo una familia, no hay manera?

-lo siento, se que tienes una esposa y tres hijos pero son ordenes de los altos mandos

-cuanto me tomaría

-no lose todo depende de los mandos extranjeros que te recibirán, es nuestro deber, solo será un oficio como instructor en el extranjero, será la forma en que mostraremos que estamos dispuestos a la paz

-pero yo... 

-no te preocupes por tu esposa ella recibirá una pensión con tus tres hijos, además de una buena educación para ellos

-júreme que es lo ultimo

-es lo ultimo que te pedimos

-entonces acepto

-bien despídase de su familia partirá mañana

-si!!

estaba con el alma en un hilo, entonces sentí que tiraban de mi pantalón

-mama?

era Karui me miraba asustada

-pasa algo?

-no, no era peligroso, aun así Saito vallan con Ino debo hablar con su padre

-pero

-obedezcan!!

ellos me miraron asustados

-por favor

-Saito asintió y tomo de la mano a su hermana salieron por la parte de atrás sin ver a Shisui, yo me acerque despacio a el

-me prometiste que no me dejarías

el se volteo sorprendido

-yo... no sabia

-aceptaste, aun así aceptaste, te iras 

ya estaba llorando, el quiso tocarme pero yo me aleje

-yo ya lo sabia, sabia que esto era muy bueno para ser cierto, ser feliz no es para mi

-sakura mi amor no digas eso

-instructor? JA como si fuera eso, crees que soy tan tonta como para no saber que hay una guerra allá fuera, TE ENVIAN COMO SACRIFICIO!!

grite y me derrumbe no quería que se fuera, no quería, no ahora que éramos felices, ahora que por fin tenia una familia, el se arrodillo y me abrazo muy fuerte, lloro conmigo, me aferre a su pecho

-no vallas te lo suplico

susurre con mi corazón en la garganta

-no me dejes sola

-lo haría por dios santo pero no puedo mi amor... perdóname

-NO!! ALEJATE, te odio

me levante y corrí Como una loca corrí por la montaña hasta que me deslice y caí, llore como nunca en mi vida abrace mis piernas y me acurruque, me sentía tan vulnerable cómo el día en que ese hombre intento violarme, oí los gritos desesperados de Shisui, mas me escondí cual niña pequeña, sollozando en silencio, así fue hasta que el me encontró

-Sakura no me hagas esto mas difícil, te juro que volveré

-no me jures nada Shisui no te creo

me levante ya no tenia lagrimas, le di la espalda y comencé a subir pero el me atrajo y me beso con desespero, con dolor, entre lagrimas,  comenzó a llover y yo intente alejarlo hasta que solo sucumbí a el, en ese bosque de la montaña del templo nos entregamos, explorando cada parte de nosotros, ambos lo sabíamos era una despedida, después de llegar a el clímax la realidad nos golpeo, el me llevo en su espalda hasta la casa, en silencio, pasaron las horas y el se encerró estaba empacando, mientras yo lloraba hasta que los niños llegaron

-Mama!! que pasa donde esta papa!!!

Saito tomo mi rostro aterrado, yo lo abrace y le dije

-el se ira

-QUE!!

Saito me soltó y corrió donde Shisui, Karui me abrazo con Hisui, Ino que llegaba con ellos corrió hacia mi

-que pasa Sakura

-vino alguien de el ejercito Shisui fue reclutado una vez mas

al terminar de decir eso Saito grito

-NO, NO ENTIENDO NADA, PORQUE TU?, ME PROMETISTE CUIDAR A MAMA NO TE COMPRENDO, ERES UN MENTIROSO

Saito salió de la habitación corriendo yo me levante y corrí tras el, en el estanque parado llorando estaba mi hijo, me acerque y el e lanzo a abrazarme

-mama porque el se va?, por que nuevamente vamos a quedar solos?

-Saito debemos ser fuertes, tu padre se ira pero el me prometió que volvería, ya veras que en algunos meses volverá

una madre hace todo por sus hijos, yo no era la madre de ellos pero los sentía como míos, sabia por el dolor que pasaban, lo abrace muy fuerte y aunque las palabras que salían de mi boca ni yo me las creía, debía ser fuerte por esos tres niños y tener fe que cada palabra que decía fuera verdad, Saito asintió y volvimos, la casa se sentía como un funeral, Shisui ese día jugo con los niños mas pequeños, en la noche antes que ellos se fueran adormir hablo con Saito que envuelto en lagrimas lo abrazo y le suplico que regresara pronto, a los niños los venció el cansancio a pesar de que Karui y Saito no querían ir a dormir, muy tarde ya en la noche le dije que lo amaba, y  por ultima vez hicimos  el amor, muy temprano en la mañana el se levanto se puso ese maldito uniforme de soldado y paso a las camas de los niños, les dio un beso en la frente a cada uno, recogió su maleta y yo lo seguí hasta abajo de la montaña, esa fría y oscura madrugada le di el beso mas triste, con lagrimas nos despedimos, aquel hombre de el día anterior llego en un auto y lo recogió, ese día en aquel jeep se fue la mitad de mi vida dejándome en esas escaleras llena de soledad y tristeza...


mis queridos lectores en este momento deben estar llorando me costo bastante incluso a mi terminarlo, además de que solo faltan dos capítulos y será el final de esta historia, los adoro muchas gracias por sus votos y comentarios no saben cuan feliz me pone, no siendo mas me despido los amo no lo olviden.

Lágrimas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora