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-mama!!

-hola mocosos que tal la escuela?

-muy bien, mama a Saito se lo confesaron dos chicas a la salida puedes creerlo?

-jajaja valla valla mocoso, y?

-no digan tonterias no tengo tiempo para chicas, madre me voy a cambiar tengo que trabajar 

-hay hijo, no es necesario ya te lo eh dicho

-mama no puedo dejarte todo a ti, además con lo de... "el" apenas estamos terminando de pagar la casa, tu trabajas mucho, yo puedo ir a trabajar

Saíto con sus 19 años ya estaba a punto de terminar la preparatoria, Karui con 18 estaba aun a un año de graduarse también, por ultimo Hisui estaba en la primaria, mis hijos habian crecido como adolescentes fuertes y valientes, los dos mayores trabajaban en varios lugares para ayudarme a pagar los servicios, la escuela, la comida y demas, yo trabajaba en el hospital con mi experiencia en la guerra me contrataron como doctora, trabajaba largos turnos y intentaba estar lo mas seguido para mis niños, haciendo todo lo posible para hacerlos felices, a ellos tres y a mi ultima hija, Sue, la bebe que tuve siete meses después de la partida de Shisui, porque si, cuando Shisui partió yo contaba con tres meses de embarazo, el cual fue muy duro, sumando que nos quitaron el templo donde vivíamos, se preguntaran quien?...

irónicamente fue el mismo ejercito, en el templo donde fui tan feliz después de la devastadora guerra me fue arrebatado y construido una base militar de la posguerra, entre hambre y con mucha ayuda de los hermanos de Shisui y de mi mejor amigo Naruto, además de Ino y Sasori pude encontrar una vivienda en venta a las afueras de Tokio, y ahí desde hace cinco años vivimos mis cuatro hijos y yo

-mama?

-eh que pasa?

otra vez estas perdida viendo la nada

-solo pensaba, que me decías

-si no has recibido carta de papa?

-no, desde hace dos meses no recibo ninguna, de seguro no ha podido 

-si eso debe ser, voy por Sue y Hisui donde la tía 

-bien voy a terminar la cena

-Saito salió ya, dijo que comería en el restaurante

-ese mocoso, bien pon cuidado al regresar

ino cuidaba de los dos pequeños hasta que los dos mayores y yo volvíamos a mi casa, y como Ino ya era madre mis dos hijos adoraban ir ya que podían jugar hasta caer rendidos, estaba terminando la cena cuando pide oír toques en la puerta, era común que Karui olvidara cosas así que me fui a la puerta y la abrí encontrándome con la figura alta, su ojo derecho vendado, mas demacrado y con algunas arrugas algo notorias, su uniforme de soldado, pero no cualquiera, uno que demostraba elegancia, su mirada cálida y en su mano derecha una flor

-estoy devuelta 

con mis manos temblorosas y mis lagrimas brotando a borbotones me lance a abrazarlo, era el mi amado esposo, regresaba a casa, me abrazo tan fuerte entre lagrimas y besos caímos ahí fuera, entre las hojas y la poca nieve que demostraba que el invierno estaba próximo, de pronto una vocecita nos izo reaccionar

-mama? quien es el?

era Sue, venia delante con Hisui de la mano, tras de ellos agitada y con las mochilas venia mi pobre Karui, que se freno en seco al verlo

-cuanto has crecido mi amor

-Karui se soltó en llanto y corrió a los brazos de Shisui

-PAPA!!!

los dos pequeños estaban confundidos, no lo reconocieron pero su hermana mayor si, me acerque a los dos pequeños y les hable

-niños el es su padre, el que siempre les envía cartas

Hisui y Sue se acercaron dudosos, Karui se separo de le dándoles espacio a sus hermanos menores, shisui aun estaba con las lagrimas brotando , se arrodillo y los dos menores se acercaron

estas enorme Hisui, y tu eres igual a tu madre, perdónenme niños tuve que alejarme mucho tiempo, cuanto me he perdido, podrían perdonarme?

ambos asintieron y lo abrazaron, Karui y yo nos unimos a el abrazo, pero aun faltaba alguien

-los extrañe tanto, pero donde esta Saito

-trabajando

-es cierto ya debe ser todo un hombre

-lo es papa, es muy inteligente es el mejor de la escuela, pronto se graduara con honores, y muchas chicas se le confiesan cada día

-jajaja ese es mi muchacho

-oye tu, no me dirás nada

-claro que si, que te amo mujer y que nunca jamás nada ni nadie me volverá a alejar de ti

una ves mas después de 6 años nos fundimos en un beso que demostraba cuanto nos habíamos extrañado, el miedo a perderlo se había ido, el dolor de su lejanía, el pensar y mortificarme el estar sola desde ese momento solo seria un mal recuerdo, el había vuelto y juraba jamás dejarlo ir otra vez.

Lágrimas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora