Capítulo 11: Mas problemas de lo habitual.
Muchas cosas han pasado estas últimas semana en la casa Uzumaki desde que Naruto, la Srta. Smith y las regresaron de sus pequeñas vacaciones en el País de las Olas y una persona más, Haku Momochi-Yuki, quien sobrevivió de una muerte segura y que ahora comenzó una nueva vida en la otra dimensión. Cuando llegaron el rubio Hanyō le preparo una habitación ya lista para que usuaria del Hyōton, ya que su casa era grande y tenía algunas habitaciones de sobra. Cuando Haku quiso agradecer al rubio con un beso en los labios, el cual fue evitado por una celosa Miia que aparto a Haku de su Dārin, pero a la vez termino golpeándolo en el rostro. A medida que pasaban los días, las cosas entre la Lamia y la Ex-Kunoichi parecía empeorar más con cada discusión que tenían hasta el punto que Naruto y Smith intervenían para terminar congelados por error gracias a uno de los Jutsus Hyōton de Haku, o que la casa completa quedaba congelada.
Aparte de las discusiones, Haku tuvo que acostumbrarse a este nuevo mundo en que los ninjas solo eran cuentos de niños, sin mencionar que la tecnología que hay superaba un millón de veces a su antiguo hogar. Naruto se contuvo la risa cuando la pelinegra se llevó el susto de su vida cuando vio a un enorme dragón metálico que resultó ser un avión de línea paso por arriba de la casa, ella se refugió dentro de su habitación temiendo que ese "dragón" vuelva a buscarla. La Srta. Smith tuvo que explicarle muchas cosas de este mundo y de los medios de transportes que existen, cuando le explicaron que aquel dragón se trata de una aeronave que lleva gente a otros países, lo cual fue un gran alivio para la Yuki, pero eso de volar dentro de esas cosas le daba escalofríos. Luego de explicarle sobre los aviones, le mostraron cómo funciona el televisor, el teléfono, la computadora, etc. Fue algo complicado y a la vez difícil para Haku en aprender a usar toda esa tecnología avanzada, pero no hubo problemas con el teléfono que le compro el Uzumaki, hasta aprendió a usar el Twitter y Facebook por cortesía de la coordinadora.
Un día Konan que regreso de su viaje de negocios en Brasil, se fijó en la nueva invitada que vivía con Naruto y de inmediato le rogo que trabaje con ella como su nueva modelo personal para sus próximos diseños. El motivo de porque la ex miembro de Akatsuki quiso contratar a Haku era porque ella poseía las mismas medidas de una Lamia, un buen cuerpo con curvas más que perfectas, eso y que tenía una belleza incomparable que combinaba con su piel blanca como la nieve. Naruto y las chicas no sabían que decir por la gran oferta de trabajo para Haku que dudaba en aceptar o no, ella no quería separarse del rubio ni mucho menos con Miia cerca de él, pero la idea de ser una modelo y viajar en este nuevo mundo y conocer varios países. Le tomo mucho tiempo pero con el apoyo de todos termino aceptando la oferta de Konan y trabajar para ella, siempre y cuando ella pueda seguir visitando a Naruto. La ex Akatsuki estrecho la mano a su nueva modelo personal para cerrar el trato que le beneficiaria, una vez hecho eso se llevó arrastrando a la pobre Yuki para comenzar a elaborar los nuevos modelos que tiene en mente que apenas no pudo empacar sus cosas o al menos despedirse con un beso de despedida.
-Días después-
"¡Muy bien! ¡Vamos a repasar las reglas del programa del Intercambio de interespecies!" -dijo Miia a Centorea y Papi, la Lamia llevaba unos lentes y a su lado había un pizarrón- "¡Regla #1! ¡Los humanos y otras especies no pueden lastimarse entre ellos! ¡Regla #2! ¡Las interespecies no pueden salir sin la compañía de sus familias anfitriones! ¡Y regla #3, la más importante de todas!" -la Lamia saco un plumón y comenzó a dibujar en el pizarrón así misma siendo abrazada por Naruto para luego dibujar lo que parecía ser una "Harpía" y "Centauro" mal hechos- "¡la primera en llegar a esta casa tiene más prioridad, así que tienen que obedecerme!"
"No recalques reglas que no existen" -se quejó Centorea por la tercera regla, la cual era toda una mentira de parte de Miia-.
"¿De verdad?" -pregunto Papi que sostenía el libro de las reglas del Intercambio Cultural-.
