VENENO

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Marzo 17,2021. En un lugar del que quiero desaparecer

Querido lector, escribo esta carta para plasmar el dolor que llevo conmigo, lo he llevado muchos años, llenando mi alma de ira y odio, envenenando mi ser. Al escribir esta carta, espero poder desahogar todo lo que he guardado por tanto tiempo.

Es un miedo que recorre todo mi ser, cada día. ¿Miedo a qué? A perder el control de una vida que ha sido cimentada en base a una mentira.

Estoy cansado de mentir, estoy cansado de vivir cada día sintiendo que no soy yo mismo. Lo he hecho tanto tiempo, que ya no recuerdo por qué empecé a hacerlo. Pero mi temor a ser rechazado aumenta cada momento, haciéndome víctima de mi propia mentira.

Me he convertido en un cobarde, sin poder enfrentar mi realidad, sin aceptar que estoy mal y que necesito ayuda. Oh, pero el orgullo es grande. Ese maldito me detiene cuando necesito pedir ayuda. Ni siquiera he sido consciente de lo terriblemente malo que soy para buscar apoyo. Olvidé cómo hacerlo.

Paso mucho tiempo divagando entre mis pensamientos, a veces salgo de esta realidad pensando en quién sería si un día dejara de fingir, ¿podría al fin sentirme libre?

El miedo es algo que abunda en mi vida, me paraliza mientras siento cómo cada fibra de mi cuerpo se mantiene alerta, mi energía es absorbida al igual que la esencia qué me hacía sentir vivo, junto con todas las cosas que llegué a amar. Ahora solo queda un recuerdo de lo que alguna vez fui.

A este punto debes pensar que estoy sumido en una clase de depresión que no me deja avanzar. Sinceramente, no lo sé, solo sé que quiero que termine, quiero recordar quién era y arrancar este dolor de mi. Pero no puedo... no solo.

Por favor, no quiero que pienses que estoy loco, he pasado por algunas cosas y hay una mirada especial, que es mi debilidad, esa que las personas hacen cuando ven algo extraño, quizás pensando "debe estar loco". La odio, con todo mi ser.

Soy muchas cosas, pero loco no estoy.

Te lo podría asegurar. Hablando de cosas que soy. He descubierto que en mi soledad, encontré un espacio seguro, disfrazado de egoísmo, no estoy seguro de si realmente lo soy porque soy una mala persona o lo soy, como mecanismo de defensa ante mi descontrolado miedo al rechazo, es una forma de cuidarme, quiero pensar.

No te quiero aburrir con mis palabras depresivas, no quiero que comiences a llorar, solo sé que necesito decírselo a alguien, me estoy ahogando y temo esta vez no ser lo suficientemente fuerte para volverme a levantar.

Comencé a escribir esta carta cuando estaba mal, muy mal. Quizás peor que nunca. A veces, hay que atreverse a usar una formula diferente para obtener un resultado diferente.

Alguien que quiere desaparecer-