Gerbera [Minsung]

8

Minho salió corriendo de la florería en cuanto Jisung mando un mensaje pidiéndole que fuera por él.

No podía pasar hacia el interior de la escuela, así que se quedó en la entrada, buscando a Jisung con la mirada mientras sacaba su celular con la intención de marcarle al menor. Finalmente lo encontró caminando hacia la entrada y Minho apretó los labios.

¿Por qué Jisung se abrazaba a sí mismo? ¿Por qué su mirada no se despegaba del suelo? ¿Y quién era ese chico a su lado?

—Gracias, Hyunjin—Dijo Jisung antes de que llegaran a la entrada de la universidad—y lamento haberte causado molestias—

Hyunjin negó con la cabeza restándole importancia. Ambos se pararon a unos metros de la puerta y Jisung paso su mirada por la zona hasta que por fin sus ojos dieron con Minho.

—Ya me voy—dijo Jisung señalando levemente hacia Minho, y Hyunjin asintió sabiendo que ya podía estar tranquilo que Jisung no estaría solo—nos vemos...y otra vez gracias—

Los pasos de Jisung le parecían tortuosamente lentos a Minho, pero apenas lo tuvo frente suyo, lo abrazo como si hubiera temido perderlo.

No sabía que había pasado, solo sabía que haya sido lo que haya sido, había hecho sufrir a Jisung. Frunció el ceño mirando como aquel chico que había acompañado a Jisung se aleaba nuevamente hacia el interior de la escuela.

— ¿estás bien, Sunggie?—le pregunto una vez se separaron. Estaba a punto de acariciar su mejilla cuando pudo notar los pequeños rasguños en esta, haciendo que se preocupara más.

— ¿Podemos irnos?—pregunto en voz baja, y Minho supo que Jisung no quería hablar ahora, así que asintió.

Minho lo guio hacia su casa, siendo la que quedaba más cerca. Ninguno de los dos hablo en el camino, en realidad, esas palabras fueron las únicas que cruzaron en el camino.

Incluso cuando se quedaron solos en la habitación del mayor ninguno dijo nada por un buen rato, formando un silencio pesado entre ellos. Ambos se quedaron acostados sobre la cama, Minho viendo el techo acariciando los oscuros cabellos de Jisung, mientras que el menor tenía la cabeza apoyada en el pecho del otro con la mirada perdida. Lee soltó un suspiro antes de preguntar por aquello que le llevaba rondando la cabeza.

—Jisung—el menor respondió con un ruidito como señal de estarlo escuchando— ¿Quién te hizo esos rasguños?—

Jisung se tardó demasiado en responder que Minho pensó que no lo haría, pero cuando el silencio parecía haber vuelto a reinar la habitación, hablo.

—Fui yo—Minho busco la mirada de Jisung sorprendiéndose de la respuesta obtenida. Cuando Jisung giro hacia otro lado Minho se dio cuenta de que sus cortadas no habían sido precisamente por un accidente.

En todo el tiempo que había curado las heridas del menor, ninguna había sido causada por el mismo, así que no pudo evitar mirarlo interrogante.

Jisung tenía un mal sabor de boca por lo sucedido, y aunque Minho no había estado ahí, de alguna manera lo sabía. Pero no quería que Jisung lo guardara, porque esto era diferente a las veces anteriores cuando Han llegaba herido.

En el mal sentido, esto era muy nuevo.

Hasta ahora, las palabras y sus momentos juntos eran a lo que Minho recurría para cuidar a Jisung. Minho siempre había querido proteger a Jisung de alguien que quisiera hacerle daño, pero jamás había tenido que proteger a Jisung de sí mismo.

¿Cómo podía ayudar a Jisung en estas situaciones? quería saberlo.

— ¿Cómo paso?—

Jisung también quería saber eso. Aunque había sucedido esa misma tarde, se sentía tan lejano...