My Time

No estába listo.

La aceptación...

Luego de un mes me había decidido por salir con los chicos, comenzaba a extrañarlos, aún te extraño y lo seguiré haciendo.

¿Sabías que Minhyuk tuvo que ir a ver un psicólogo?

Yo no lo sabía, los trate muy mal pero aún así todos me perdonaron. Tú siempre me perdonabas e incluso me cuidabas tan bien, creí que eras lo único que podría mantenerme de pie, así era, pero ellos están aquí para mi y me están ayudando mucho.

Me están cuidando muy bien.

Ellos me ayudaron a recordar algo en lo que no había puesto atención por mi propia cuenta, ese último día que nos vimos, habíamos ido a ver una película al cine todos juntos, ¿lo recuerdas? Dijiste que querías salir con todos porque era una noche especial.

Ese noche cuando teníamos que separar caminos con los demás los saludaste y abrazaste a todos con una maravillosa sonrisa y yo te veía con adoración.

De camino a tu departamento hablamos de la película, tu decías que estuvo genial pero a mi me había parecido muy obvio el final, aun así tu recalcabas que fue la mejor película que habías visto porque pudiste verla con todos nosotros.

Cuando llegamos no me dejaste subir contigo, en cambio nos quedamos a un lado de las escaleras y me besaste, me besaste tan dulce y suave, quise detener todo allí, en ese instante, todo era perfecto.

Y cuando nos separamos me regalaste esa maldita sonrisa, tus ojos brillaban incluso más que cualquier estrella, te veías tan perfecto, no quería irme pero me ordenaste que volviera a casa, era tarde y peligroso.

Te preocupaste por mi hasta el último momento, te despediste de mi de una manera encantadoramente cruel y subiste las escaleras sin más que decir.

Te cuento esto porque creo que deberías saberlo, eres el protagonista en todos mis sueños, ocupas mi mente todo el día y aún está ese espacio vacío en mi corazón, ese que era y será por siempre tuyo.

Al fin luego de cinco meses puedo venir a verte, ni siquiera me permití despedirte cuando fue debido, no estaba listo, pero ahora lo estoy. Sé que debo seguir sin ti, sé que seguiré sin ti porque si estuvieras aquí me reprocharías si no lo hago.

Quiero que estés bien, sea donde sea que estés, que estés en paz y no te preocupes por mi, ahora sé que esa última sonrisa es el tesoro más precioso que tengo y lo guardaré por siempre.

Cuando nos reconciliamos con la idea de seguir viviendo sin esa persona.