𝟷𝟺

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𝚃𝚆| 𝚁𝚊𝚙𝚎. 𝙽𝚘𝚗-𝙲𝚘𝚗.

Habían pasado al rededor de 4 días desde que Gloxinia había terminado en aquellos calabozos, teniendo de compañía a los pocos mandamientos restantes y a aquella molesta gigante. Durante todo ese tiempo King lo había ido a visitar, dejándole de vez en cuando pequeñas canastas con algunas vallas o frutos pequeños y una que otra manzana para que estos no fueran tan llamativos, dejándole también de vez en cuando ropa limpia, y eso provocaba que Gloxinia tuviera un sentimiento de no merecer a King, el era demasiado bueno con él y solo le traía problemas a su pequeña florecita de campo, pero esos pensamientos se disipaban al ver la dulce sonrisa de King, una sonrisa algo somnolienta pero calmada, mientras miraba como abrazaba a chastiefol en su forma almohada, de verdad le parecía alguien bastante tierno, esa hada lo traía loco, lo amaba con locura, mataría y moriría por el si pudiera, pero cada vez que intentaba confesar sus sentimientos, era como si su boca olvidara que es lo que le iba a decir, y eso también lo molestaba de cierta forma.

Hoy siendo una tarde como todas Gloxinia estaba acostado en aquella cama que solían traer las celdas para prisioneros, no era lo más cómodo del mundo, pero por lo menos no estaba acostado en el frío suelo, se encontraba mirando hacia el techo mientras jugaba con una manzana que le había traído King, lanzándola hacia arriba y volviéndola a atrapar; era el único en los calabozos en esos momentos, Merlin se había llevado a los mandamientos para usarlos en una serie de experimentos, no sería el tipo de experimentos que ella acostumbra utilizando la tortura física como método, si no que esta vez trataría de usar la sangre de demonio como un medio curativo, similar como lo que había hecho con King, mientras que Diane iba en caso de que algún mandamiento se descontrolara, a pesar de casi matarlo, ella seguía siendo parte de los pecados capitales, era su trabajo cuidar de la nación, así que estaba relativamente solo, o al menos eso pensó hasta que escuchó pasos de alguien venir de uno de los pasillos, pensó que se trataría de algún guardia viniendo a vigilarlo, por lo que ni si quiera se levantó de su lugar, no quería problemas el día de hoy.

Gloxinia:No estoy haciendo nada, así que tampoco pueden decirme nada

Habló Gloxinia sin voltear en dirección a los barrotes de la celda, hasta que escuchó como se paraban enfrente de su celda la cual tenía la puerta abierta, Merlin la había dejado así, de todas formas no podría escapar del lugar donde están los calabozos.

Gloxinia:dije que no estoy haciendo nada ya puede-

???:Que despreocupado te vez Gloxinia, si que sigues siendo demasiado dócil

Gloxinia se enderezó con brusquedad de la cama teniendo la manzana entre sus manos, era Estarossa, seguramente Merlin lo había traído, pero en que momento, ¿tan distraído estaba?

Gloxinia:¿Merlin te trajo hasta aquí?

Estarossa:Así es, y veo que te tienen confianza como para no dejarte cerradas las puertas de la celda

Se escuchó la manzana de Gloxinia caer ya que este se había levantado tan rápido como pudo para poder cerrar la puerta de la celda, pero fue inútil Estarossa había colocado su pie para que a Gloxinia se le complicara poder cerrar la celda.

Gloxinia: ¿¡que carajos quieres!?

Estarossa:Darte una lección





















Gloxinia:¡E-Estarossa! Detente

Pidió prácticamente rogando el hada pelirrojo.

Cada vez que las duras manos del de cabellera platinada se paseaban por su cuerpo dejando de la tela, se estremecía ante la sensación, no se sentía cómodo. Pero más fue su pánico cuando cuando aquellas manos bajaron su pantalón.

No podía hacer mucho pues Estarossa le había atado fuertemente las manos con un trozo de la camiseta del pelirrojo.

Por la parte de Estarossa, este de una muy retorcida manera estaba disfrutando de ver al hada tan indefenso, pero a la vez quería desquitarse con el pobre muchacho por la traición que había cometido contra ellos y haberlo aceptado con aquel cinismo que caracteriza al antiguo rey hada.

Estarossa:te dije que te daría una lección y eso es lo que voy a hacer

Estarossa llevo un par de dedos a la boca de Gloxinia para advertir

Estarossa:si me muerdes te arranco los dientes aquí mismo

El hada hizo caso omiso y le mordió con fuerza aquellos dedos que se adentraron su boca, eso le sacó un quejido de dolor al peli blanco que en respuesta le dio un fuerte golpe en la nariz haciéndolo sangrar, ya bajo amenaza comenzó a lamer y a chupar los dedos con aquel líquido rojo saliendo de su nariz y bajando directamente a su boca mezclándose con sus saliva ,asco es lo que sentía consigo mismo por no poder hacer nada; Estarossa saco los dedos de la boca del pelirrojo, este ya sabía que es lo que venía. El hada se removió incómodo en cuanto sintió aquellos dígitos invadir su interior, por su parte el de cabello platinado empezó a moverlos.

Gloxinia:¡Para!

Nuevamente fue ignorado...su propia espalda contra el suelo, Estarossa acomodado entre sus piernas y sus manos atadas, era una auténtica pesadilla para Gloxinia.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del más bajo cuando después de unos minutos Estarossa sacó sus dedos, suspiro aliviado. Y eso fue lo que duró su alivio, un suspiro.

Los dedos de Estarossa habían sido remplazado por algo más grande. Arqueó su espalda a medida sentía como el mandamiento del amor se hundía en el, no pudo evitar soltar algunas lágrimas cuando Estarossa comenzó a moverse tomándole con fuerza de las caderas.

El dolor físico era lo de menos, Estarossa había sido en algún punto alguien que respetaba, pero a la vez le temía y el que estuve tan en esa situación era demasiado triste para el.

Las que comenzaron siendo embestidas fuertes y algo duras rápidamente subieron su nivel llegando a ser erráticas.

La pelvis de Estarossa chocaba contra su piel y sus uñas se enterraban en sus caderas. Se mordía el labio mientras echaba la cabeza hacia atrás, se negaba a gemir para el.

Estarossa observaba con deleite como el de menor estatura se retorcía bajo de el y podía ser mas brusco con el, pero prefirió ver como el pelirrojo luchaba por romper aquella ataduras, la sangre de su nariz ya se había detenido pero esta había dejado su rastro, la sangre y lágrimas de un demonio, quien lo diría.

Gloxinia intentaba mantenerse callado, pero entre los golpes directos a su próstata y Estarossa arañando sus costados se le hacía difícil. Continuaron hasta que finalmente Estarossa acabó, manchando el interior del pelirrojo quien incluso se sentía sin más sucio ahora; no pudo hacer más que lloriquear.

El mayor le desató y abandonó la celda no sin antes decirle que si abría la boca estaría muerto, apago la lámpara de aceite que ahora alumbraba aquella oscura celda y dejó a un pelirrojo destrozado en todos los aspectos, llorando y rezando por primera vez en días a que esto fuera más que una vil pesadilla.

Por otra parte en la taberna Gowther se despertó exaltado había tenido un sueño extraño, uno donde podía ver claramente como Arlequín y Gloxinia estaban perdidos en un oscuro vacío, se lo contaría después a Escanor, ahora estaba concentrado en la sensación que oprimía su pecho, como si algo le estuviera doliendo, como si estuviera sufriendo junto con alguien más.








































Hola!
Qué tal están mis niños, ¿hace cuanto que no los hacía llorar? La verdad no se, pero hasta a mi me dolió escribirlo, necesitaba una factor drama aquí, y ahora, se que la mayoría odia a Diane por todo lo que causo pero les aseguro que en los próximos capítulos la van a querer nuevamente
Entre otras cosas ¿que les pareció el capítulo?
Estoy leyendo sus comentarios y probablemente contestándolos en otro libro que sacaré solo para eso y bueno
Sin más que decir
Damas y caballeros
Nos vemos en otra extraña ocasión

Tuviste que ser tu (Gloxinia x King)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora