La rosada se encontraba echada en su cama, como cualquier otro día, descansando un poco, pero no sabía que su pequeña hija de 9 años la miraba algo triste desde la puerta de su habitación.
Armonía: *suspira* *apuntó de irse*
Ramón: *llega* vas a algún lado?
Armonía: AHHH!! PAPÁ!!
Poppy: Alto ahí, no creas que no te vimos
Armonía: Ahhh... Lo siento *nerviosa* oyen eso, creo que Trice me llamo, seguro incendio algo otra vez *apuntó de correr*
Ramón: *la agarra* Ah ah ah, alto pequeño tornado *la carga* Sabemos que últimamente has actuado muy raro, y creemos saber porque *va hasta donde poppy*
Armonía: Yo... De veras?
Poppy: Por favor, somos tus padres, podemos detectar cuando algo de molesta *se levanta un poco*
Armonía: *se sienta en un lado de la cama* Ay.... Bueno, ya lo saben *decaída*
Poppy: Bebé, somos tu familia, puedes decirnoslo libremente *acaricia su cabello*
Armonía: *suspira* se que actúe feliz por esto, pero en realidad estoy algo preocupada, es un cambio enorme, y me preocupa que... Luego de esto yo ya no sea importante para ustedes *triste*
Ramón: Cariño...
Poppy: Ay hermosa, ven aquí
Armonía: *la abraza*
Ramón *las abraza a las dos* se que estos meses no te hemos prestado tanta atención como lo hacíamos antes, nosotros también nos preocupamos, pero no tienes nada que temer, sabes que te amamos, muchísimo.
Poppy: Y jamás te dejaríamos de lado, ni tampoco a él *llevo una mano a su vientre de 6 meses*, tal vez ya no seas la única princesa, pero sigues siendo parte de la familia real, y sigues siendo nuestra hija *sonríe*
Armonía: *sonríe y lagrimea* los amo *apoya su cabeza en el vientre de poppy* también te amo a ti
Ramón: *le da un beso en la cabeza* esa es nuestra bebé