Capítulo 8.

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  • Dedicado a Mi hermana, por su apoyo incondicional en este proyecto.
                                    

Chicago, el día del nacimiento de Lucy.

Type había ido a casa a darse una ducha, él y Jenn habían pasado varios días en el hospital, prácticamente desde el último ultrasonido. El ginecólogo había dicho que se notaban unas deformidades en el bebe y que eso podía causar graves problemas, que era mejor que Jenn estuviera en observación.

Type termino de ponerse los vaqueros y salió apresurado de la casa, se metió al automóvil y metió la llave en la ranura. No hubo arrancado el coche, cuando una espesa niebla cubrió el parabrisas. Type maldijo por lo bajo, no era la primera vez que aquello le ocurría, y para su mala suerte, conocía el significado.

Rechinando los dientes se bajó del carro.

-          ¿Qué? ¡Ahorita no tengo tiempo, joder! – gritó en dirección a las tres sombras que se le acercaban - ¡Lucy esta por nacer!

-          ¿Lucy? – preguntó el joven, que nunca perdía la inocencia de su voz – Pensé que le pondrían Elizabeth…

-          Nos decidimos por Lucy – relajó los hombros – ¿Qué pasa, hermano? ¿Ahora qué? – el viejo traía una expresión glacial.

-          Vengo a decirte lo que hiciste. A decirte porque está pasando todo esto.

-          ¡Dios, hermano! – exclamó Type – Ya me dieron esa charla cuando joven, cuando un hombre y una mujer se aman, ellos…

-          ¡No! – grito imponente el anciano – Es sobre Jenn, sobre porque está teniendo percances en su embarazo…

-          ¿Por qué? – el rostro de Type se ensombreció.

-          Es por tu culpa, muchacho. Te dijimos unas gotas y le diste el bote, prácticamente, entero

-          Entiéndeme, hermano. No quería que mi hija sufriera. ¡Y seré yo el que sufra si no llego a ver el nacimiento de mi hija! – Type amenazó con entrar al auto.

-          Espera – lo detuvo el callado – Dile lo importante.

Type se detuvo en seco y giro para mirarlos de frente. Un extraño sexto sentido, que solo tienen las personas que son padres, alarmó su interior. O Lucy estaba naciendo, o estaba pasando algo realmente malo.

-          ¿Qué cosa? – cuestionó.

Dentro del carro, su celular comenzó a vibrar. La pantalla se encendió mostrando que había recibido un mensaje. Aquello solo lo alarmó más. Pudo comprobar que aun era temprano, según el horario de visitas. Si llegaba tarde, al menos podría pasar a ver a su esposa y a su hija.

Detrás de todo aquello, y como fondo de pantalla, la primera foto que se tomo con Jenn Ly lo burlaba. Ambos sonreían, eran sonrisas genuinas. El sol detrás de ellos creaba un fabuloso efecto de sombras.

-          El nacimiento de Lucy no tardara mucho en saberse en los demás mundos. No me refiero a Marte, Júpiter y todo eso. Me refiero a los mundos que coexisten en la Tierra. A los Cazadores de Sombras, Los Sin Facción y a los de CRUEL.

-          ¿Quiénes se lo dirán? ¿Ustedes? – retó Type.

-          Type, el hecho de que seamos Cazadores no implica que queramos a tu hija. Nosotros no, los demás sí. Todo esto lo hemos manejado bajo el agua, nadie sabe de nuestros encuentros, y así debe ser. Para los Cazadores, Lucy es una especie de Mesías que hará desaparecer a todos los demonios, para CRUEL es la cura de la Llamarada, y para los Sin Facción es la razón por la cual podrán volver a la superficie. Todos la quieren.

-          Eso ya lo sé, ya me lo has dicho – comentó Type.

-          Ahora, todos aprovecharan que acaba de nacer porque, como bien sabemos, gracias a esas películas horribles de secuestros, si capturas a alguien desde pequeño, este crecerá y te considerara su familia. Utilizaran los recursos que estén a su alcance para dar con ella… - suspiro – Por eso no pueden quedarse en el hospital.

-          Tienes que ir a casa de tu madre, nadie sospechara que estas allá. Cuando todo se calme, iremos por ustedes. Busca a tu familia y a la de Jenn, protégelos, que vayan con ustedes. No hagan escalas ni pasen a buscar ropa. Solo vayan a la casa de tu madre y ya – agregó el muchacho.

-          Type, lo que está por pasar se conoce como Días Oscuros, según el libro de Enoch. Cuando vayamos por ustedes los llevaremos a una vieja casa en las montañas. Nadie conoce su ubicación, ni como llegar. Solo nosotros. Ni siquiera ustedes la sabrán.

-          Todo esto es para protegerlos – comentó el silencioso.

Type estaba más que asustado. Por más veces que se hubiera imaginado los Días Oscuros, jamás pensó que él los viviría, y lo que es peor, que sería el protagonista.

-          Chicago cambiara, Type. Las zonas se convertirán en distritos, las montañas serán el Distrito 12 – el silencioso le dio un codazo al viejo – Ya es tarde, Type. Tenemos, todos, que irnos. Pero por favor, hazme caso. No salgan por todo lo que resta del mes.

Type asintió inconscientemente y se dispuso entrar a su auto, pero algo lo frenó.

-          Hare todo lo que me dicen – gritó – Seguiré todos y cada uno de los pasos que me dieron, pero… - tragó saliva – Pero no me busquen, no más.  ¡Todo esto me ha dado problemas! ¡Todo esto de los Nefilims es una mierda! ¡Una gran mierda! No quiero saber nada más de ustedes, ni del libro de Enoch, ni de CRUEL o los Cazadores, ¡Nada! ¿Entienden? – lagrimas de rabia surcaban sus mejillas hasta deshacerse a la altura del cuello – Quiero una p*ta vida normal ¿Es mucho pedir?

Dicho esto Type se metió al auto y dio un portazo. Iba en camino al hospital. Camino a una vida relativamente normal. Camino al nacimiento de su hija. Camino a lo que sería un posible holocausto.

Camino al inicio de una guerra entre razas.

Once Upon A Time... A Book.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora