Capítulo 13.

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2015, Capitolio.

Los jóvenes reclutados habían traspasado las puertas metálicas y fueron cegados con una luz blanquecina potente. Nadie sabía a ciencia cierta que era, pero después de aquello quedaron a oscuras. Una oscuridad tan densa como la propia muerte y tan terrorífica como la misma. Todos los cuerpos yacían parados ahí, quizá a centímetros de los otros, quizá separados por grandes distancias. Únicamente se oían sus respiraciones y los latidos apresurados de sus corazones.
Y ante todo el silencio una voz conocida hablo:

- ¿Están vivos bola de Shanks?

La sarcástica voz de Minho me sacó de mis pensamientos, de mi narración, por que para ser sinceros, nada parecía real desde aquella mañana. Todo parecía ficticio desde que llegue a aquel Distrito.

Las voces de mis demás compañeros comenzaron a surgir de poco en poco, llenando mis oídos de alegría y mi corazón de tranquilidad. Sea lo que sea que nos haya pasado, nos pasó juntos. Y realmente era mucho mejor perderse en grupo que perderse sola, y más cuando tú grupo ya tenía tiempo en aquel extraño lugar.

- ¿Alguien sabe dónde estamos? - pregunto Sophie Newman y casi instantáneamente, como si su voz fuese la clave, el lugar entero comenzó a moverse.

Alguien intentó encontrar la puerta, falló. Otra persona intentó caminar en línea recta, chocó contra una pared metálica similar a la de un elevador. Finalmente Thomas anunció donde nos encontrábamos, en un cubículo similar a un ascensor.

- ¿Soy la única que siente que... - las palabras de Katniss fueron interrumpidas por un estruendoso traqueteo.

El elevador comenzó a subir y subir, provocando vértigo en más de un estómago. Por más que intentábamos mantenernos parados la fuerza y quizá la inercia nos mantenían a ras del suelo. Estuvimos un largo tiempo así, a algunos les parecieron horas, a otros días, a mi ni más ni menos. Solamente sabía que quería que eso parará. Y parecía que sólo fue cosa de pensarlo, por que aquello sucedió.

Causando un gran revuelo entre nosotros el elevador se detuvo, dejándonos a oscuras y quietos de nuevo. Paso un minuto, luego dos. Y más tarde una alarma sono a lo lejos, intensificandose, como acercándose. Luces rojas finalmente alumbraron desde las esquinas, revelando el lugar donde estábamos, donde todos estábamos atrapados.

Era un lugar mediano, con el espacio suficiente para que todos diéramos pero no exagerado.

La alarma comenzó a sonar atronadora hasta detenerse súbitamente. Sólo en ese momento me permití sentir miedo, más del que una persona normal siente cotidianamente. La exhalación de Peeta era ruidosa y escalofriante, rozando lo gutural.

Todos mirábamos fijamente el techo de metal, sonidos de engranajes venían de detrás de este. La alarma de precaución comenzó a sonar y las puertas del cielo se abrieron, las compuertas mecánicas dejaron que la luz entrará e iluminara todo a su paso, incluyendo mis pensamientos.

Un chico de pelo largo y con ojos esmeralda sonrió.

- Ya era hora de que llegaran - carraspeo - Soy Gideon de Villiers, un gusto.

Ese chico fue la gota que colmó al vaso. Me desmaye. No se en los brazos de quien caí ni como fue que me subieron hasta afuera de La Caja. Después de ver a ese chico y la luz cegadora que lo envolvía todo lo demás fue negrura. Negra y espesa oscuridad.

******

El automóvil se mecia y tambaleaba debido a lo difícil del camino. El silencio dominaba todo el ambiente y la tensión, siendo mayor de lo esperado, se podía cortar con un cuchillo. La pareja iba más callada de lo normal, uno al lado del otro pero cada quien en su mundo.

Hubo un alto, y Type miró de reojo a su esposa. Esa cabellera pelirroja que lo enloqueció hace tanto y que provocaba el mismo efecto aún después de tantos años. Aquellas delgadas cejas que, sorprendida o enojada, la hacían ver tierna. Esos rosados labios que a Type tanto le gustaban. El estaba completamente enamorado de su esposa.

Jenn había sido tan paciente con él durante tanto tiempo que era completamente comprensible el que ahora hubiera explotado. La mujer lo pillo mirándola y fingió no darse cuenta. El color del semáforo cambio y Type retomó la marcha, movió la palanca de cambios y con esto aprovechó tomar la mano de su esposa.

- Sabes que te amo ¿Cierto? - pregunto Type. Jenn Ly apartó la mano y guardo ambas en sus bolsillos - Amor, ¿Me podrias decir cuándo dejaras de estar enojada?

- Quizá cuando quieras decirme lo que sucede Type - contestó ésta de forma fría - Estoy cansada de los secretos y las mentiras.

- Jenn, ya hemos hablado de esto, entre menos sepas mejor, por favor, es por tu bien y por...

- Ni se te ocurra decir que es por el bien de Lucy, Type - interrumpió su esposa - Porque sabes perfectamente que es Lucy la que esta metida hasta el cuello en este secretito tuyo.

- Jenn, no lo hagas más difícil - murmuró Type.

- ¿Yo soy la que hace esto difícil? Type, he vivido años esperando a que me digas qué significa la marca de tu pecho, quiénes son los sujetos encapuchados con los que te reunes, qué es el Libro de Enoch y porqué lo escondes y sobre todo ¿Qué tiene que ver Lucy en todo esto?

Decir que Type estaba indignado se quedaba corto. El joven jamás pensó que su esposa fuera consciente de todo aquello, no la subestimaba, para nada; es sólo que siempre pensó que había sido bueno para guardar secretos. Y más tratándose de uno cuya magnitud y misterio eran tan grandes que podrían hacer peligrar a su familia y amigos. Quizá Type era el que se sobrevaloraba.

- De acuerdo - aceptó, después de meditar un poco - ¿Quieres conocer toda la historia, Jenn? Te la diré - Type hizo una ruidosa pausa, quizá para mantener el suspenso de la pelirroja, quizá para aclarar sus ideas - Todo comenzó el día en el cual te conocí, cuando estaba cumpliendo 16...

Los viejos amantes se pasaron un buen rato hablando. Siendo concretos, Type fue quien hablo todo el trayecto hasta la Gran Casa, Jenn por su parte no se permitió hacer ninguna interrupción. Se sentía como dentro de uno de esos programas policiacos, NCIS, CNS, CSI. Había logrado que su sospechoso hablará y ahora no cedería hasta tener una confesión completa. Aunque eso refiriera no hablar durante toda la semana.

Y así, con cada momento que pasaba Jenn se iba enterando de todo, cada fibra de su ser, cada neurona de su mente intentaba aferrarse a un pequeño rayo de claridad que se veía desde lejos, a ese pequeño sentimiento que le aseguraba que todo eso ya lo había escuchado antes, y de la boca de Type, justo como ahora.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2016 ⏰

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